domingo, 5 de agosto de 2007

Hoy disfrute de la ciudad. Pensé en un atardecer en el centro histórico, una tarde típica, una noche fresca, una vista rápida por las librerías, en fin un mundo lleno de magia. Puede parecer una tontería pero apenas el miércoles estaba sentado frente al palacio de Bellas Artes, tomado de la mano y no dejando que se me fuera el alma. Niños jugando hacer burbujas de jabón, los adolescentes, los más grandecitos volando cometas y las cometas volando en toda libertad, luego las parejas sentados en la plancha del zócalo, experimentando una serie de sensaciones, el caso es que me he dejado sorprender y estoy muy contento, pero por otro lado me hubiera gustado que anduviera por estos rumbos, ella, bueno debe uno ser realista y pensar que no se puede tenerlo todo, aunque todo es casi nada y muchas veces menos que eso. Así que fue algo inesperado irme al centro de la ciudad, había planeado ir por la tarde por el rumbo de Coyoacan, meterme a la Cineteca Nacional, disfrutar de una película, salir y llegar hasta Miguel Ángel de Quevedo, juguetear un rato en alguna de las librerías, regresar por el centro sentarme en algún café o bar, tomarme una nieve, aunque prefiero los helados o en su defecto tomarme una copa, aunque no se que vino se pudiera apetecer, es decir esta fue una tarde hermosa donde toda la sorpresa posible me desbordo hasta llenarme de emociones que parecían estar olvidadas en un cajón extraño llamado recuerdos. De la memoria y de las cosas diarias, creo que deberé tomar de nuevo esa manía de andar anotando cuanto se me ocurre, pues una vez que me siento a escribir nada de eso esta presente, e incluso llego a pensar que cada vez que me siente a escribir, no será posible atrapar más de un par de ideas. Que colores los que descubrí esta tarde noche en la ciudad, que murmullo, que voces, todo propicio para el amor y en el amor, todo como mandado hacer, disfrute nuevamente de ese espectáculo que te regala la ciudad de México de cuando en cuando, todo en relativa calma y con ello nació la idea de un proyecto fotográfico, eso de tomar los atardeceres desde diversos ángulos del primer cuadro de la ciudad me parece interesante, pero sobre todo porque me interesa ir atrapando a esos caminantes que tratan de desentrañar los más locos secretos de una ciudad que se niega a dejarse seducir por las locas ideas de un presente que tiende a cambiarlo todo para convertirse en modernidad, luego esos mismos paseantes que vienen desde el interior del país, que se pasean descalzos u otros más con caros zapatos, tienen una perspectiva diferente de lo que pueden ver y al cazar ante ellos una imagen, entre la lente de la cámara y sus perspectivas se pintan mundos diferentes pero que si somos objetivos lo que uno u otro ve es lo mismo, pero no así para quien se encarga de manipular lo que se atrapa con imágenes que se van congelando, en el fondo cada visión representa un reto y lo único que se repite es lo que parece no moverse pero que su movimiento es mucho más rápido que los mismos sueños. Otra mirada que se me ocurre es un retrato en sepia de la misma zona, pero con un reto extraordinario y es que retratar a la ciudad sin ocupantes si que suele ser una estupidez pues no existe hora del día en que alguna de esas calles este despoblada, aunque dicen que los visitantes se esconden desde muy temprano, quizá un martes pueda hacer grandes cosas, lo mejor es ponerse a jugar un poco, luego otro poco hasta conseguir lo que deseo, y no creo llevarme mucho tiempo en ello.
Mis amigos se burlan si les digo que estoy enamorado. A veces suelen burlarse del amor que tengo por mis pies, pero existen otro tipo de amigos que aman tanto lo que yo, así que pienso que solo unos cuantos estamos locos y me gusta ese tipo de locura.
Otras veces me siento cansado como para andar haciendo al ridículo, por aquello de comentar todo lo que me pasa ya que muchas veces me trae problemas, es decir en mi caso todo lo dicho tiene esa virtud extraña de ser tomado como una situación que no se puede dejar en saco roto o que no podemos ignorar, pero muchas veces tan solo me pongo a decir tonterías, el caso es que me siento extraordinariamente motivado para hacer todo lo que se me venga en gana, confieso que desde mi estancia en Francia, no me sentía también, bueno no en el campo de las emociones llamadas enamoramientos, porque para ser honestos, en casa de mi madre recupere la fuerza de vivir y gane algo muy importante para el desarrollo de mis días, por supuesto que hablo de seguridad. he experimentado en las últimas fechas todo tipo de renacimientos, ahora la pregunta es si estoy dispuesto a regresar a Europa….mi locura va a lo más extremo. Vienes.
Estoy pensando en todo lo que deseo hacer en los siguientes días, la verdad es que deseo tantas cosas que de solo pensarlo he llegado a suponer que sino me apuro no lograre hacer ni siquiera una de esas cosas, por supuesto que mucho de ello son planes llenos de ambición, donde más que hacer se trata de exaltar mucho de lo que no va con la realidad diaria, pero que después de todo no me quita nada poder hacerlo, todo ello es un mundo trivial con una postura de lo más tonta, pero sin retos no puedo vivir a plenitud.
Por cierto olvide mencionar que tengo muchas ganas de perderme en un escenario muy particular, un mundo muy parecido al que esta tarde pude contemplar desde mi pronta soledad, pero sin dejar de sentir ese vacío que a dejado la ausencia de sus manos en las mías. Con un poco de suerte la abrazarte antes de que llegue un nuevo año.

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