jueves, 9 de agosto de 2007

Acerca de los cuentos...

Hace un tiempo intente escribir un cuento, todo lo que puede lograr fue un mundo complejo, sin sentido, sin extravagancias, que en el fondo no eran otra cosa que los gritos desgarradores de mi profundo ignorancia acerca del mundo de las mujeres. Una amiga de la mujer que amaba en ese tiempo me nombro arrogante, porque según ella entendía que yo era capaz de entender a las mujeres. Hace unos días la amiga de esta amiga, me menciono que yo estaba mal si creía que podía entender a las mujeres, el caso es que estas personas que me han dicho estas cosas estaban en el mismo error y es que no soy capaz de conocerme como para pretender decir que entiendo a los demás, el mundo es complicado ya sea el de hombres o mujeres, que decir del mundo de cada uno, así que en publico, reconozco que escribo porque pretendo reconocer algunas cosas de mí, que es imposible descubrir quien soy, que conforme pasan los días tengo más incertidumbres que certezas. El cuento no era otra que una historia acerca de una mujer interesante, arrogante que dejaba ver las cosas de forma clara respecto al comportamiento de los seres que lo rodeaban, entonces e eme ocurrió decir que esa mujer estaba poseída por el espíritu de una Diosa, ni más ni menos que de la diosa de la vainilla, locuras mías por cierto, pero la realidad es que existía con dicha mujer una especie de lucha donde ella trataba de demostrarme su madurez y el alcance de sus metas en tampoco tiempo de su vida, ella era probablemente diez años menor que yo, pero la edad bien saben que no implica experiencia, el caso es que dicho cuento, que dicho sea de paso no era cuento sino una narración breve que ni siquiera llegaba a relato, trataba acerca de la enfermedad que puede causarnos la soberbia, y bueno resulte culpable de no se cuantas cosas, entre ella la soberbia, todo por intentar ilustrar no se cuantas cosas en realidad. El caso es que esta noche me han entrado unas ganas inmensas de platicar con esta chica, la cual dicho sea de paso se llama Norma. Tengo ganas de hablar con ella, decirle que no me equivoque en mi percepción de ciertas cosas, decirle que sigo siendo un tipo muy complicado que muchas veces prefiere darle vueltas y vueltas a las cosas, no para no dañar, sino para tener un argumento sólido acerca de lo pienso, también tengo ganas de hablar con ella y decirle que sigo siendo el tipo incipiente que aún se pierde en sus melancolías, y que aún soy incapaz de entender la mecánica de las mujeres y que pocas cosas me harán entenderlas, primero porque no deseo meterme en complicaciones más allá de las necesarias y porque tengo una gran tarea que de resolverla alguna vez en esta vida, me permitirá conocer ciertos aspectos de mi vida, pero la realidad es que mejor suspiro y se que vendrá el momento de platicar todo esto de frente, se que ya llegara ese instante. El cuento quedo como un proyecto, dicho proyecto lo he revisado esta noche, al mismo tiempo he recordado tantas cosas de aquel pasado, me pues abrir algunas viejas heridas, lo hermoso de esto es que dichas heridas ya no sangran, por lo menos puedo decir que en algunas cosas he evolucionado.

Creo que es tiempo de retomar ese cuento, de trabajar seriamente en el, creo que es tiempo de curar algunas viejas heridas, creo que es hora de buscara a Norma, de sentarme frente a ella, de hablar acerca de algunos demonios peculiares, de ser intempestivo, de dar media vuelta si es necesario, creo que es tiempo de nuevas de cosas, de rescatar las que son rescatables, de dejarme llevar por un mundo complejo, mucho más complejo que el de antes, de decirle en su cara a ella que no soy capaz de entender porque un sujeto puede vender en la plaza principal de esta ciudad, una especie de frijoles saltarines o porque es posible que un elemento gire sin parar suspendido en el aire, que no fui capaz de entender ciertos fenómenos fiscos, que muchas cosas escapan a mi memoria y que soy feliz en esta vida sin pretender entender a las mujeres, que si alguna mujer se entiende, pues debe ser porque le resulta fácil o cómodo, pero que ni siquiera soy capaz de saber que pasa conmigo, que deseo tanto dejar mi tierra porque sueño, porque creo que el único camino para andar por donde quiero esta en otros lugares, pero que si soy capaz de poner atención, quizá este ya montado en el camino que me llevara por donde deseo, que si es posible debo dejarme llevar por las emociones y embriagarme por mil pasiones, en fin creo que es tiempo no de luchas sino de largas platicas porque tan placentero es una platica como el encuentro de dos cuerpos desnudos haciendo el amor, es todo lo que se, no me preocupo por entender, los que puedan entender que entiendan, los que no que vivan…mientras todo esto paso yo sigo vivo.

Qué es un cuento. Quizá deba tomar un curso donde alguien me explique lo que es un cuento, por supuesto que puedo sentarme a leer definiciones, pero mi pregunta no va de la mano de saber el significado puntual de un cuento, sino de entender la biología de un cuento, digo biología porque he llegado a pensar que los cuentos tienen vida, quizá no solo vida sino una trascendencia diaria, pero si alguien sabe lo que es un cuento sin caer en las definiciones, que me haga favor de escribir uno, porque un cuento pienso que tan solo existe cuando alguien lo cuenta o lo escribe, yo quiero leer un buen cuento, alguien me lo puede regalar.

Alguien se sabe el cuento de la princesa de la vainilla. ¿Era princesa o diosa?

Siete es mi número de la fortuna.

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