domingo, 12 de agosto de 2007

Fugas...


Fugas…

Lo he pensado mil veces, que decir mil, por las menos mil y una veces. Después de platicar con Julia, de confesarle mis ganas porque las cosas sean diferentes, mi mente no deja de darle vueltas al asunto, todas las veces posibles, todos los tiempos libres son para dejarme atrapar por la idea que allá afuera, lejos de estos suelos diarios, existe una oportunidad, al menos una oportunidad porque las cosas sean diferentes. Luego me reprocho creer en todo eso, porque en el fondo ya he experimentado lo que el mundo de afuera nos puede ofrecer, por todas lados la pobreza esta en auge, es un tema de moda, los nuevos ricos son unos cuantos, pero no tener esperanzas, es mucho peor que las realidades de esta diario andar. Julia estaba feliz con la idea, al parecer esa era una buena oportunidad para dejar de este lado, los lados de la pobreza, por lo menos albergaba esos sueños extravagantes que te dicen que existe un mundo donde todo es posible, incluso los sueños tienen otras dimensiones. Inclinada sobre la mesa, pensaba que no existe mejor idea que el irse de aquí.
Las calles de la ciudad están llenas de agua, las constantes lluvias terminan por dejar un ambiente frío, que pocas veces se conjugan con los ánimos de la vagancia nocturna, por supuesto que una noche en Garibaldi, entre tragos de tequila o canciones de nuestro folclore deben ser estupendas, nunca he estado en eso que llaman noches mexicanas, pero dicen que se pone de ambiente, que los centros nocturnos están llenos de vida, muchas pienso, que no es otra cosa que un pretexto para fugarse de las realidades diarias, pero lo que en verdad me detiene es el miedo, miedo a no regresar a casa o que si la muerte me sorprende me tome con los pies húmedos, con eso de las torrenciales lluvias diarias, ya no se sabe si te mojas hasta los huesos, luego de noche, se siento un frío que no se calma con facilidad. Llevo 18 años en la ciudad, pienso que soy parte de ella, pero al mismo tiempo la idea de irme de aquí me esta volviendo loco, pienso que en otra frontera puedo rehacer mi vida o por lo menos tener cierta esperanza de que todo se puede hacer.
Algunos amigos me cuentan de sus aventuras por otros lugares, s eles ve cansados, ajenos de las esperanzas, desprovistos de los sueños de alcanzar sus ideales en un dos por tres, entonces me preocupa la idea de que en otra tierra las cosas sean iguales, que pasado un tiempo se tenga que dar marcha atrás, me preocupan tantas cosas. La otra vez, cuando decidí irme por primera vez, todo era diferente, estaba muerto miedo, luego la soledad, esa es la peor consejera, pero ahora Julia dice que esta decidido, que viajara conmigo, por lo menos eso te suple las ausencias, la otra vez no tan solo tenía miedo o soledad, también estaban los aspectos de esa inseguridad que surgen cuando menos lo deseas, pero no regrese en realidad por todo ello, sino que di marcha atrás porque una parte de mí reclama el no haber dejado todas las cosas en orden, ahora ya no tengo pretexto, luego las estadísticas dicen que podemos vivir con un dólar diario en la bolsa, así que no me preocupo del todo, total el mundo donde quiere que estés es parte de nuestra compleja humanidad, aunque las autoridades digan otra cosa.
Ninguno de mis amigos tuve fiestas de cumpleaños, ninguno sabe lo que es comerse un pastel o celebrar con los amigos tanta alegría porque la vida te regala una nueva cuenta de 365 días que a la larga te permiten ir sumando las edades de la vida e ir restando las habilidades, los sueños, las esperanzas, por supuesto que otra resta es el tiempo de estancia sobre estos entornos. Así que yo espero con ansias el 20 de agosto, que es el día en que Antonia cumple años, no para celebrarlo, sino porque quiero ver que cara pone cuando le sorprenda con un pastel gigante, con una fiesta improvisada, quiero ver como el rostro de la felicidad empieza a deformarse hasta alcanzar la diversas edades que nos corresponden, desde la edad de la inocencia, hasta la edad de la muerte, espero con ansias ciertos días, le voy poniendo marcas al calendario, esperando que momento llegue, le voy poniendo un cerrojo a las emociones pasadas, me voy descontaminando paulatinamente de estos vagos sentimientos que no permiten ser o hacer todo lo que deseo, me voy marchando lentamente, sin decir nada, sin esperar nada, conciente de que quizá este sea mi último gran viaje, conciente de que el que paso que voy a dar puede dejarme mal parado, pero es el paso que deseo dar, lo necesito, lo deseo, es un gran reto, pero n o me espanta, aunque ya tenga ciertas experiencias. Esta decidido, la idea de irse de aquí me esta comiendo los días.
II
Julia esta contenta, no sabe quizá que esta aventura pueda marcarle para siempre su vida, pero esta contenta, retumba en su mente todas las cosas que le he venido contando, dice que no sabe acerca de los embarazos pero que los compara, porque dentro de ella se van gestando sueños, locuras, pasiones, lo compara porque siente que después de dar este paso estará llena de vida, plena, con ganas de comerse el mundo a cucharadas, le recomiendo un segundo de sensatez, pero al mismo tiempo le recuerdo que el mundo es muy grande para comérselo, pero que es posible comerse la luna a cucharadas. Entre risas me dice que estoy loco. Mejor ni hacer planes hasta estar allá, en esas tierras que parecen imposibles de alcanzar, mejor hasta allá y entonces hacer todos los planes posibles, pero nunca antes, hasta que no lleguen las fechas, todo es parte de los sueños. Nos iremos antes de que termine el año, no importa a donde, el caso es estar en otras tierras, pisando firme, recobrado de tantas emociones pasadas, una vez que se ha vencido el miedo, que se ha recuperado la confianza, las cosas suelen ser más práctica, más simples.
La casa sigue siendo un espacio que me encanta, paredes simples, el mismo rectángulo que casi en todos los lugares posibles, no es la gran casa, apenas dos cuartos, pero en esos cuartos la sensación de despojo es constante, aún así amo esos espacios, esas paredes rectangulares que mientras se construían, me hicieron perder el sentido de la realidad, me hicieron oler hasta hartarme aquellos olores de cemento húmedo, de tierra mojada, de polvo volando por todos los rincones, la casa con su aspecto de no terminada, con sus lujos inexistentes, con los ruidos diarios de las pequeñas que corren sin limites por todos los rincones, que una tarde o noche deciden rasguñarse, darse de mordidas o bien se ponen a gritar hasta dejarme casi sordo, la casa que empecé amar antes de terminarla, pero antes de que este amor se pudiera tener claro, empecé a perderla, todo porque mi mundo esta en otra parte, en el mundo de los de allá, al otro lado de estos lados. Es hora de irse, solo es cuestión de esperar algunas fechas.
El día que más me gusta en número es el 7, si pudiera que todos los días tuvieran ese extraño misterio que en mí despierta esa fecha, todos los días serían 7. Por supuesto que pienso irme del país un día 7, si es lunes mucho mejor. Julia dice que prefiere marcharse un fin de semana, lo que yo ella no sabe de manera clara es que para mí todos los días son lunes, por supuesto que solo a un loco se le ocurre semejante disparate, pero si observan detenidamente, pocos días tienen un sabor diferente al de los lunes. Así que me marchare un día 7 de los próximos meses, faltan muy pocos para que termine el año.
Para Antonia la idea de la partida le viene genial, ella misma esta por marcharse del país, por supuesto que en mejores condiciones, sobre todo con los permisos legales correspondientes, ella siente que su suerte no es cuestión de las mil casualidades, sino que es parte de ese trabajo constante, de ese andar tocando puertas sin desfallecer, en el fondo tiene mucha razón, aunque también en el fondo debería pensar en las cosas que hacen los seres que dice querer, pero todo ello no es más que los asuntos que no son incumbencia, según de a entender. No necesito comprar libros, de empezar hacerlo es como querer condenarme, es como si diera por descontado que el resto de mi vida tendrá que ser en estas tierras, no necesito pensar en armar bibliotecas o dejarme arrastrar por una serie de sueños, el mundo esta en otra parte, si quiero sobresalir, si quiero dejar parte de mi historia al alcance de otras miradas, de otras sensaciones, es momento de tomar el rumbo que me dicta la conciencia, es momento de dejarme arrastrar por lo que en verdad amo, no me importa tener que sobrevivir con una moneda en el bolso o sin moneda, lo importante es vivir. Antonia estará a gusto durante todo el tiempo que alguien más le pague la estancia, yo estaré donde quiero, pagando con mi sudor hasta la última gota de lo que me pueda beber. No son mundos diferentes o complejos, es la utilidad de lo que se tiene. Total este país, ya no tiene nada para mí, al menos no en la vida de sueños de grandeza económica (lo económico me importa menos que nada), por supuesto que entre otras cosas, el país tiene a mis amigos, tiene espacios que me encantan, sobre todo tiene el embrujo de sus ciudades que pesan a la hora de tomar decisiones, pero puedo volver cada que lo quiera, pero irme no es tan fácil, es ahora el momento o nunca será.
Acá si estudias tienes un porvenir, la verdad que estudiar no lo es todo, debes tener amistades, palancas como se dice en estas tierras sino imposible hacerla, si la haces es después de muchos años de intentos, después de tocar tantas puertas, después de arrodillarse ante el tipo que te va a contratar, después de dejar el orgullo por los suelos, algunas dicen que las rodillas no se acaban jamás, que un beso a nadie se le niega, que abrir las piernas no es cosa de otro mundo, que el otro mundo es llegar a donde se quiere, es cierto todo tiene un precio, pero cuantas veces se tiene que pagar. Estudiar es un trampolín que nos permite lanzarnos, pero si abajo, la alberca o estanque que nos espera carece de agua, ¿será conveniente saltar?, quizá no sea aconsejable, acá se estudia para andar vendiendo lo que ya no es posible vender en otros lugares, pero que son la novedad, como este país, en verdad que si existen dos, pero nuestro orgullo nacional nos hace decir que como México no hay dos, dime de que presumes, te diré de careces. En las calles encuentras contadores, ingenieros, doctores, abogados, todos vendiendo algo, antes eso era imposible, pero antes también no había tantos profesionistas, digamos que es como un gran espejo, eso es el país, un gran espejismo. Vender en la calle no esta mal, vender porquerías es lo malo.
Antonia me habla de tantas oportunidades, de becas o becarios, de los sueños que si se persiguen con constancia son posibles alcanzar, pero otra vez se tiene que regresar al mundo de los que andan de rodillas, eso no esta mal si logras lo que deseas, pero donde queda uno como el ser sensible que se presume, donde quedan los otros recursos, los otros sueños, acaso todo es una gran mentira. Antonia. Solo Antonia para el mundo de los sueños, pare ese mundo donde todos vamos despacio, donde cada quien se tiene que conformar con la esperanza que se transforma en la madre de todos sus sueños, vaya madre, vaya esperanzas, vaya mundo del que se tiene que partir, así que este es el mejor día para partir, para fugarse, para dejar de lado todos estos demonios, para decidirse, para decirle a quien aún lo duda que la vida comienza en otro sitio que puede ser la suma de todos los sitios conocidos o por conocer, ese mundo que puede gozar, ese mundo que nadie puede detener, porque en el fondo existe algo muy poderoso, llamado esperanza.
Julia había pensado casarse en las próximas fechas, pero las inseguridades de su pareja, terminaron por arrojarla a otros pensamientos, perdió de alguna forma sus esperanzas, sus sueños en los que la vida podría transformarse en los tiempos hermosos, toda una fábula de amor. Muchos no tienen tiempo para los sueños, muchos van dejando sus fronteras de las cosas posibles para irse a vivir al país donde nada pasa, a esos lugares que solo les permite tener hijos, ese mundo donde todas las noches se prepara una cama para dos, ese es el mundo que quizá a muchos nos toca vivir, ese mundo donde no existen nombres, direcciones, donde lo único posible es la muerte, todo lo demás es imposible, allí reina el miedo, que mundo tan disparejo, sin embargo existen los sueños de que todo puede ser mejor, que otra cosa se puede desear. Antonia se repite que de haber tenido un padre que lo apoyara otra cosa sería su vida, sin duda los efectos del desorden traen consigo un cambio de vida un cambio de piel, pero estoy seguro que todo lo que Antonia a vivido o esta por vivir poca cosa son ante los problemas de no tener un padre, creo que es un precio justo, al menos que ella piense todo lo contrario, a menos que ella crea que solo se puede vivir teniendo un objetivo único en esta vida, ni por todo el oro de este mundo cambiaría tantas cosas, porque entonces muchos ni siquiera podríamos existir, algunos le llaman caos, otros le conocen como principio de incertidumbre, el caso es, que todo ello nos hace diferentes, sin reglas o formas definida de vida, acaso no es precioso todo esa posibilidad de eventos, no importa que muchas veces las esperanzas se vean debilitadas, por lo pronto estoy dispuesto a fugarme, a dejar este mundo por otro mundo que puede darme tanto o quizá me lo arranque todo, pase lo que pase, la decisión esta tomada, así que manos a la obra.
En algunos lugares te ofrecen por una semana de trabajo alrededor de 500 pesos, por supuesto que si te pones a ejercer como ingeniero, en el supuesto caso de ser contratado, el sueldo crece hasta cinco veces, pero no todos son ingenieros, o se puede decir que no todos tienen esos contactos que te puedan contratar, 500 pesos son algo menos que 50 dólares, algo así como 35 euros a la semana, se lo piensan, se que se dicen que nadie puede vivir con eso, pero las estadísticas dicen que algunos viven con un dólar en las manos, debe tener algo de cierto, así que no es para desgarrase. En estas tierras no se desperdicia el talento, lo que no existen son posibilidades reales, quizá por eso se dan eso que algunos llaman fuga de cerebros, pero el mismo gobierno termina por pagarles sus estudios en el extranjero, ese es el caso de Antonia, quizá ella al igual que otros tantos jamás regrese al país. Si no tienes dinero, debes pedir unos 50 pesos prestados, aunque nunca se sabe si tendrás para pagar, que complejo es el mundo de este lado, aunque en el otro lado las cosas no van mucho mejor, es tan complicado este andar, pero se tienen que andar esos caminos, porque deshacer caminos no es tarea de nadie. Pocos te pueden prestar más de 50 pesos, se hace en verdad un gran esfuerzo.
Julia piensa que de no haberse dejado llevar por su orgullo, las cosas serían diferentes, piensa que tomo una decisión precipitada, pero lo importante es no ponerse de rodillas ante nadie, siempre la dignidad, aunque algunos dicen que no sirve de nada, pero que alguien me diga algunas cosas que sean útiles en este complejo andar. Lo que ella desea es largarse, dejar este espacio de llantos, de gente que se deja atrapar por sus miedos, esta hasta la madre, no puede ver a los ojos a sus amigos porque la única imagen que le regalan es un estado fastidioso de derrota, lo único que pueden mostrarle es un estado constante de fastidio porque todo parece ir repitiéndose. Quizá lejos de aquí se tenga un chance, aunque sea mínimo, pero siempre se alberga una esperanza, no las pendejadas que se tienen que hacer para poder sobrevivir, esas cosas de acudir a la secretaria del trabajo para que te autorice una ayuda mensual a cambio de no trabajar, a cambio de irte preparando, porque según con eso se puede tener mejores oportunidades, maldito sistema que te condiciona, empresarios que solo dan trabajo según les convenga, país que cada instante se va a pique, cada instante es un nuevo sexenio. Pero irse sin avisarle a nadie, no será acaso una imprudencia, el caso es que alguien este interesado por saber lo que se quiere hacer. Quizá ella debería pensarlo tan solo un poco.
No importa que en aquel lado no se tengan amigos, para llegar basta con desear irse, luego se buscan las opciones, no se trata de ir a molestar a los que no tienen culpa, no importa que alguien te diga que te puede recibir por tres semanas, no importa lo que se tenga que atravesar, la vida no es fácil en ninguna parte, lo mejor es que se tienen esperanzas, luego con un poco de suerte, solo con un poco de suerte algún trabajo se consiga. Existe siempre un sitio con una vacante, con un trabajo por hacer, así que todo es posible, pero lo mejor son esas ganas de estar con uno, con los olores de nuestras ropas, con ese viaje despacio de la luna a la boca.
Mientras todo eso llega a marejadas a este pensamiento un tanto complicado, acerco a mi rostro el retrato donde esta mamá tomando las manos de Julia, atrás de ellas estoy sonriendo. Julia es la menor de mis hermanas, me pase 7 años sin verle, de nuevo ese número tan mágico, durante todo ese tiempo pasaron tantas cosas, llego la ausencia, se instalo con tanta comodidad, no dejo espacios para lo que ya era inexistente, no dejo un segundo de pensamientos, nos habito la soledad, nos habito ese sentimiento desgarrador, nos dejamos llevar, no nos dimos cuenta que los caminos fueron cambiando, que los árboles mudaron sus ramas por gruesos carbones, que el mundo estaba desposeído de nuestras marcas personales, ese mundo de atrás que de pequeños nos parecía inmenso, ese mundo que ahora nos parece desértico. Fue dura la ausencia, pero más duro resulto el reencuentro, incluso algunas cosas fueron mutiladas para poder entender que nada había pasado, la mentira suele ser más dolorosa, así que pronto, se tuvo necesidad de reintegrarnos a la vida diaria con todas nuestras partes, con todas nuestras historias, con todo lo que vamos viviendo. Por todas sus historias, ella también se va. Me alegra.
III
No existe forma de frenar los planes, no existe nada en este mundo que cambie las decisiones tomadas, cualquier esfuerzo será inútil. Cada uno sabe lo que tiene que hacer con su vida, cada uno sabe donde esta el lugar de sus sueños, sabe donde desea vivir o cuanto vivir o hasta donde vivir en cada espacio que nos regala este cielo, este cielo que es azul por todos lados aunque con diferentes matices. Donde quiera que se este, uno nunca se olvida de que tiene amigos, no se olvida la familia, no se olvidan tantas cosas, la familia puede romper los planes, pero en estos tiempos, lo importante es llegar al punto que se quiere, yo quiero estar en otro lugar, no importa si es solo o con la compañía que alegre el resto de mis días. Julia me mira de frente, por un segundo se pone a temblar, luego me dice que solo desea intentarlo, que tiene miedo, pero al mismo tiempo esta cansada de esta vida sin aire, de estos constantes andares que no le llevan a nada, de esta miseria diaria que le arropa, de estas oportunidades que nunca llegan, de todo el silencio que le envuelven en sus noches, de esta caricia que no llega, de este andar improvisado que le hace explotar, de la ausencia de los orgasmos del corazón, esta decidida, pero el miedo es su enemigo, el mismo miedo que la última vez me ha hecho regresar, el miedo que cuando se apodera de tus deseos termina por robarse ese aliento contagiado de sueños, el miedo de dos a tres de la mañana, que lo mismo te atrapa en la cocina o te confunde con uno más de sus empleados, el miedo tiene socios, empleados, paleros, gente que se encarga de difundirlo por todos los rincones de estas calles.
Antonia me tomo entre sus brazos, me regalo los besos inquietos, me reto con sus locos placeres multiorgasmicos, me desarmo convirtiendo mi vida, mis días en objeto despiadado de su soledad, gritando de placer, gritando a sus demonios, llorando alguna que otra noche, me desarmo diciendo que no puede irse conmigo porque no le dejaría estudiar, luego me arrebato todo el amor, todos los sueños para dejarme temblando de miedo, para dejarme como objeto de sus deseos, me dejo plantado a la espera de su retorno, asegurando tener un espejo que le hable de sus aventuras, alguien que le recuerde que ha triunfado, sin duda ese alguien no seré yo. Me pregunto tantas veces como pudo acerca del mundo en que habito, me recalco que su vida apenas empieza, que mi vida ya va pasando que su oportunidad es ahora, que la mía ya no existe, que su beca lo es todo, que sus objetos le atrapan, que si yo no quiero ser parte de esos objetos le dolerá, que importa si me duele a mí, lo importante es que no le duela a ella, que injusto es todo esto, pero ella cree que se lo merece todo, yo sigo creyendo que ella me merece, pero descubro en el día a día que las cosas no son como se piensan, me niego a ser parte de este juego, me doy a la fuga una vez más.
No importa lo que pase fuera de estas tierras, no importa que no tenga un empleo, lo importante es no dejar morir las esperanzas, es importante entender que nada esta hecho, que tenemos mucho por trabajar, así que más vale seguir con vida, soñando, a seguir sin sueños y muerto en vida.
Cuantos amigos se han muerto en los últimos días, cuantos planes se quedaron allí, esperando para suceder, no necesito de que alguien me tome en sus brazos para aprender andar, no me basta con que alguien me diga que mis tiempos ya han pasado, que ya no existe más oportunidades de seguir adelante, es como si te dijeran que estas desahuciado, para mí la muerte aún no llega, no tiene permiso de merodear, mucho menos de presentarse, no es su tiempo, es mi tiempo lo que importa, es el reto, son las ganas, no necesito de una beca, no necesito ponerme de rodillas para suplicar por una oportunidad, mucho menos necesito las sobras que un cuerpo ardiente pueda darme, yo no soy el que esta mal, yo no soy el que esta en lucha constante con el mundo para demostrar las pequeñas cosas que parecen tener alguna importancia, yo prefiero esas pequeñas cosas que ante los ojos de los demás carecen de valor, mi mundo soy yo, no una beca, no una ciudad, no un sueño ajeno.
La ciudad parece un tanto agresiva, dicen que te matan hasta por un reloj de cinco pesos, que cosas se escuchan hoy en día. A muchos amigos los han raptado para robarles todo lo que han juntado a lo largo de años de esfuerzos, ese no es el mundo que alguien pueda desear, por un lado me alegra que tanto Antonia como Julia estén decididas a partir, la verdad es que con o sin ellas necesito irme, necesito enfrentar todos los retos de esta vida, me importa un diablo si las cosas salen bien o mal ante los ojos de los demás, la realidad es que voy a hacer lo que deseo, pero no lo hago tan solo por hacer algo, sino porque lo deseo. Después de todo es fácil intentar, como también debo estar conciente que todos tienen un lugar donde vivir, hasta las hormigas tienen un hoyo donde estar, así que lo que viene es irse de aquí, viajar, no perderse en un miedo incontrolable, que importa lo que digan o hagan los demás.
He pasado muchas noches sin dormir, en ocasiones ni siquiera me desvisto, no estoy huyendo, no deseo olvidarme de Antonia, lo que se instala en la memoria se queda allí por siempre, es como intentar desaparecer a la luna, es imposible. Las cosas que se sienten poco tienen que ver con la realidad, poco tienen que ver con los desprecios o con las condiciones, así que las veces que me encuentre con Antonia, solo voy a disfrutar, por lo menos tendré la esperanza de que un día regrese a mis brazos, que un día se quede para siempre, eso es mucho mejor a vivir engañado que no deseo verle jamás. Será mejor pensar que del otro lado, en la otra frontera existe un pequeño espacio que puede ser habitado por mis locas esperanzas, por mis locos sueños que nos e cansan de juguetear con lo inexistente, con ese punto en el espacio donde se confabulan todos los puntos de la existencia. Será mejor estar preparado para partir el próximo día 7, cuando digo 7 me dejo llevar por un profundo suspiro, un suspiro que me llena el alma de pasiones desconocidas. Me voy, estoy listo para partir…

No hay comentarios: