lunes, 24 de septiembre de 2007

no lo se......


Aquí de nuevo. Espacio en silencio, me gusta el silencio, es curioso descubrir que el silencio no es absoluto, que es uno, el que guarda silencio, que es uno, el que se calla, pero es uno, el que imagina que los demás están callados. Se pueden escuchar grillos, parece que existen cientos de ellos, luego el tema de la luna, hoy se ve preciosa, eso me gusta tanto. Por un segundo pienso que voy a caer rendido, mis ojos se cierran, pero aún no es tiempo de dormir, ahora es tiempo de soñar, de querer compartir. De nuevo en este mismo espacio, sin nombrarte, pero con ese juego constante de que todo puede ocurrir, con la idea de que la vida sigue, que tarde o temprano uno de los dos o uno de todos tendrá que variar su camino, es decir en algún punto de este espacio se tiene que tomar otra dirección, otro rumbo.
Quiero pensar, pero me parece algo complicado, quiero decir tantas cosas, pero mis silencios son siempre más poderosos, este es mi mundo, el mundo diario, ese lugar donde parece imposible descubrir el instante mismo en que una mariposa levante su vuelo, pero sucede, luego viene el asombro, la mirada perdida, los instantes donde cada sensación nos arrebata de la realidad, donde la única realidad se ha vestido en todas estas noches de desvelos, te imaginas vestido de desvelos, parece algo menos complejo. Quiero entender algunas ausencias, sobre todo aquella que me dice que no estás, que te ausentas como si todo lo que yo hago poca importancia tuviera, hoy es así, ayer fue así, mañana de seguro será lo mismo, a veces creo que de no ser por mis reclamos ese silencio sería eterno, aunque debo aclarar que no seria de todo eterno porque algunas veces rompes tus silencios para dar muestras de que todo esta bien. De donde se sacan fuerzas para estar siempre callados, siempre sin decir nada, quizá debería ponerme en tus zapatos para entenderte, pero estar en tus zapatos implica responsabilidades, para las cuales me declaro incompetente. Sigo aquí, aún no me marcho, he pensado dejar que mis pies recorran las calles de otra ciudad, por pensar no paro, tampoco a todo lo que tiene que ver con planes, pero no llevo un control tan exacto como aquel tipo que detalla con claridad los eventos que van sucediendo a cada instante. Yo soy, digamos, extraño.
Sonidos, luces, cielo inquieto, me tomo las mano, pretendo rozar la piel del cielo, peor es más que poco probable esta noche, pero estoy seguro que llegara el día en que todos podamos hacer lo que se nos venga en gana. Estoy cansado, se me hace imposible mantener los ojos abiertos, quizá deba decir buenas noches, decir que nada de lo que trato de hacer tiene sentido. Por cierto, el hecho de que siga aquí, no tiene que ver con mi forma de vida. Ya no se ni lo que digo, mejor me duermo. Hasta mañana.

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