domingo, 16 de septiembre de 2007

Las fiestas patrias o esta locura sin sentido...


Los días que pasan, las noches que terminan muy pronto, este mundo, los sonidos, los ruidos, la cacofonía misma del entorno, entonces las ausencias, las entregas, las salidas que no se concretan por algunos errores, resignarse, quedarse un tiempo más porque el presupuesto no se ajusta, me pasé 35 años para poder entender esto de la necesidad económica, para comprender que dos centavos de manera mensual al incremento de la gasolina terminan por ser una cantidad enorme entre los millones de litros que se venden a diario, pero el mundo sigue dando giros, entre giro y giro voy dándome de tumbos, pero nada me detiene, son estos tiempos los que me confrontan. Mientras tanto la gente celebra con las llamadas noches mexicanas, luego los antojitos, chiles en nogada, pozole, tostadas, todo es color ardiente, belleza, sonidos, hace muchos años que no estaba en el país cada que celebraban estos aniversarios de la independencia, pero que es todo lo que llamamos independencia, es decir liberarte del yugo de un conquistador para tener el yugo de un nuevo amante del hombre sin libertad, en donde realmente se esconde la libertad, qué es lo que somos, porque tanto ruido si en el fondo muchos ni siquiera disfrutamos de los beneficios por el cual otros hombres han dado su vida, que significo para ellos dar su vida, que significada para nosotros todo esta muestra de poder donde el ejercito al mando de un gobierno esta dispuesto a no permitir que la gente exprese su sentir, este es un país dividido por los que tienen el poder y los pobres, que forma más extraña de gobernar, pues lo pobres son más que los demás, de alguna forma elegimos a los que nos gobiernan, pero por alguna razón siempre ganan los que son menos, es una suma extraña, las cuentas no coinciden o es que nosotros nos vamos traicionando, la verdad es que solo acá pasan cosas extrañas, algunos desaparecen, nunca más se les vuelve a encontrar, otros más levantan sus quejas mediante movimientos armados, parece que se entiende que vivimos bajo un régimen de una sociedad que pacta silencios a cambio de ciertos beneficios, una sociedad que tolera esa dictadura democrática, pero es posible elegir a un dictador por un periodo determinado, como dije antes acá sucede de todo, incluso llueve cuando no es época, hasta la naturaleza se aloca, eso es mi país. No soy político, no podría con esa tarea, tampoco soy un revolucionario que se interesa por hacer las cosas que según entiendo a muchos no les interesa, puedo decir que soy un delincuente, por extraño que parezca esa es la gran realidad, tampoco es para espantarse pues no ando por las calles asaltando o violando seres humanos, mi delincuencia va en el sentido que no soporto ciertas cosas del sistema, entonces me niego a creer en todo ello, me rebelo en mis silencios, es como esos pactos donde nadie dice nada pero todo mundo sabe lo que va a pasar, depuse de todo a quien diablos le importa todo esto.
La ciudad se ve hermosa con tantos adornos, nuestro cielo se vio también adornado por una serie de aviones, sus motores tienen buen sonido, pero que hacen en realidad, nos dicen que son capaces de auxiliar a una población en desastre, que también son grupos de reacción inmediata, no se ante que reaccionan pero tenemos un grupo especial y un grupo de no se cuantas cosas, contra que luchan, nos dicen que contra el narcotráfico, contra grupos de guerrilleros, y quizá un día luchen contra una sociedad a la que le deben su existencia, de allí salen tantas tropas, aunque ser soldado en este país no es una cuestión de honor, en realidad se trata de una necesidad, una gran necesidad porque de no hacerlo mucha gente ya hubiera muerto de hambre, quizá exagero con eso de haber muerto, pero muchos dejan el campo para ponerse un uniforme, después del uniforme vienen los sueldos, pocos meses después vienen los hijos, ser militar en México solo puede significar tener hijos, no una estabilidad emocional o económica, muchos menos puedes decirse que una situación de tradición, de honor y orgullo, aunque en los diversos medios de comunicación nos hacen creer eso, cuando no se tiene para más, cuando no existen los medios para estudiar, para ser seres pensantes, lo importante es comer, lo único que te puede sacar de ese apuro es ponerse un uniforme, entonces es motivo de orgullo, pero no creo que sea algo que traiga en la sangre, aunque nuestro himno nacional diga: “Un soldado en cada hijo te dio”. No se ni porque escribo todas estas tonterías, pero ya estoy en ello. Podría borrar todo con solo tocar una tecla, pero como dije antes ya estoy en esto, al final, quizá después de todo, encuentre el sentido o por lo menos un significado, quizá ese sentimiento nacionalista me ha llevado por estos caminos, aunque yo no veo un lugar que nos ofrezca, algo más allá de los sueños, yo no veo ese proyecto de gran nación, quizá soy egoísta, tal vez será que mi ceguera va aumentado, pero por algo pasan las cosas, así que mejor lo dejo todo, un día puede servir para alguna reflexión o tal vez para nada.
Los días siguen pasando, las lluvias no dejan de caer, la ciudad esta húmeda, fría, tremendamente llena de gentes, pero con un vacío en su interior que nos puede hacer temblar, la ciudad no grita pero va llorando en sus silencios, este mundo, este día, los gritos que nos toca dar para festejar que somos libres, pero me sigo preguntando de que somos libres, si al parecer no existe una sociedad que piense, que sienta el significado de la libertad, pero igual me estoy engañando, al menos me hace pensar todo esto, mientras las calles lucen adornadas a tres colores, después del festejo la lluvia se llevara todo, las ciudad regresara a su normalidad, la gente se entretendrá con las peleas de box por televisión abierta, la selección volverá a jugar, las historias de los hogares pobres serán televisadas, el espectáculo debe continuar porque los grandes negocios televisivos viven de la gente, debemos estar alertas que no se despeguen de sus televisores, debemos seguir con esta rutina de días cortos y noches largas. Que viva México cabrones.

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