martes, 11 de septiembre de 2007

Azul no es lo mismo que gris

Este sueño gris. La navaja escondida donde menos lo imagino, los sueños atrapados debajo de mi almohada, tu presencia un tanto extraña, los ruidos, las soledades, los vacíos, la magia de encuentros que no se dan, soledad que atas navajas, mar que nunca estas en calma, mis ojos que se ocultan cuando te ven, que se agachan porque no quieren ofenderte con su lasciva forma de mirar, mientras tú sigues adicta a la belleza, al crecimiento exagerado de ese gusto que a diario siento por ti. Este mar lejano, donde los inventos de una ciudad por inventarse el mar no sirven de nada, no sirven porque no tienen los ruidos propios del mar, porque no existe una caracola tan gigante que sea capaz de generar tanto sonido como para nutrir a millones de habitantes, luego jugar con olas que no lo son, con espumas inventadas, con ruidos de asfaltos, con arenas traídas de no se donde, como que eso no es para mí.
Caminar sobre la dura tapa de unas calles que sirven para el tráfico diario, tráfico de autos, de gentes, de drogas, de suicidios, de muertes o muertos, o de ciudad de un gris impresionante, incluso más gris que todos mis sueños. Camino porque me gusta, casi nunca me detengo sobre este duro concreto, sobre esta ciudad de miradas que insisten en saber si eres asaltante, secuestrador, asaltado o secuestrado, miradas que tratan de adivinar, cuando quizá sea un poco menos complejo preguntar, pero otras situación vedada es el dialogo, ciudad sitiada por los caprichos más extraños. Lugares que se prestan al juego de los amantes, sueños que se escapan, sin que nadie recompensa por información que nos lleve a su paradero. Mundo del caos. Entran las fotos por el objetivo de mi viaja cámara, mientras la lluvia me recorre el cuerpo, la lluvia que en ocasiones corta cual filosa navaja, este noctambularlo que me tiene atrapado entre la duermevela inquieta, por los ruidos, los sonidos, los rompimientos de este corazón.
A veces me cuesta quitarme de encima estos sueños, ese color gris de la ciudad, paredes grises, autos grises, gentes en gris, se imaginan un mundo sin color, un mundo donde todos somos homogéneos, eso se me hace la grosería más grande que se me pueda ocurrir. Estoy ene se espacio donde el cuerpo reclama descansar por todo el cansancio ganado durante le día, no me atrevo a decir nada, pero en silencio se que no me iré de este sitio hasta que se me venga en gana, discuto con mis pensamientos en gris, no dejo que me atrape esta sensación un tanto curiosa que me puede llevar al mejor de los sitios o simplemente dejarme atrapado en lo que ya no existe. Es decir mis sueños que antes de ser grises, tenían un buen color, un excelente síntoma de salud.
Muchas veces creo que caeré desvanecido. Ser extranjero, es como ser ajeno de todo lo que nos gusta, pero me intriga el significado de un sueño en gris, quizá sea que me estoy contagiando de una serie de pasiones que tienen que ver con alguna ciudad o quizá sea esta ciudad. El lugar que amo puede ser como una navaja, no una gran navaja, sino una navaja que es capaz de cortar el aire para entregarnos, todo el que se pueda necesitar. Silencio, es tiempo de otra entrega. No se porque, pero en los últimos días mi coquetería me ha metido en problemas, lo peor del caso es que se entienden cosas que no son, al menos yo pienso que no son. Pero hacerme escuchar o decir lo que en verdad es, pocas veces importa porque cada uno ya tiene formada su opinión, el caso es que no dejo de ser el extranjero que no tiene voz, que no es capaz de expresar lo que en realidad desea, por lo que en verdad sigue vive. Noticias de un encuentro, pasión que no se mide, juego interminable es esta ciudad que claramente fue pintada de gris, quizá para algunos lo ideal debería ser poder pintarla de cualquier color o de color arco iris, ahora poco importa. En otro lugar empecé a extraviarme, mis dedos tuvieron la necesidad de huir, de perder su inteligencia, mi cuerpo reclamo su derecho a dormir, mi lengua dejo de hablar, mis ojos encontraron la solución a su insomnio, mis sueños no dejaron de ser grises, la vida va…

No hay comentarios: