miércoles, 3 de octubre de 2007

Nosotros juntos o anoche...


Anoche. Qué he hecho a noche, quizá hice tantas cosas hasta perderme en un mundo sin restricciones. En mis sueños un hombre me estaba gritando, era un hombre alto pero viejo. Parece que no tiene jardín, que no le gusta el mango, que vende lo que con habilidad sabe hacer, pero no compra nada, no le alcanza el tiempo, pero eso fue anoche, la noche de esta noche quizá sea diferente. Creo que tiene un gato ese hombre de anoche. A quién diablos les importan los gatos, aunque decir eso puede ser una tontería, quizá en el mundo existen más gatos que humanos, al menos en casa no es así, acá tienen tres gatos. Nosotros somos ocho, pero en otros tiempos solo fuimos cinco, los gato más de treinta. En el sueño de la otra noche estaba ella, estaba parada, me llamaba, se sonreía, le veía contenta, pero al mismo tiempo en ella se estaba gestando todo este amor, cuando digo amor me refiero a ella, solo a ella y nadie más, se que no es complejo ni extraño, pero en esta vida todo cambia y pocos pueden explicar porque algunas cosas cambian o donde es que han cambiado (como si eso fuera importante), yo nunca me preocupo por explicar lo que es imposible de entender, solo se, que las cosas suceden; ella estaba allí, en medio de mi sueño. La noche se fue, esta es otra noche, las historias se gestan aparte, es un mundo donde cada uno sabe poco de lo que quiere, pero la vida no se detiene, cuando podemos observarnos detenidamente, los años han pasado, que sentido tiene seguir con vida, cuando ya se esta muerto, en otras palabras es como decir que es tiempo de morir, pero nada de eso importa. No se que importa, en fin esta es otra noche, yo deseaba hablar de mis sueños, pero como siempre me he desviado y no se porque, quizá sea una rara enfermedad, después de todo, quien no ha experimentado nunca alguna enfermedad. Lo único que se de cierto es que cuando el amor llega el mundo tiene otros matices, en nuestro interior se gestan tantas emociones, en ello no existen dudas, no existen las cuentas de las noches y los sueños suelen los más hermosos, la vida va, nos va, nos transforma, nos hace, nos libera. Viva el amor. Que viva ella y que yo viva con ella.

Nosotros juntos

No soy un tipo como Pablo Neruda, pero igual siento
se que eres intensa de noche o de de día,
que tu pecho se abre sin importar las posibles heridas,
que tus besos son el mejor alimento,
que te gustan los árboles, que planeas domingos
en bicicletas, que el otro lado, es también este lado,
que tu mundo no es de tontos ni extranjeros,
pero si de locos, de esos locos aventureros.
Que llenas mis manos de motivos para seguir
con esta escritura, que si ríes, te sale del alma,
que nada en ti es fugaz, que te entregas, que me extrañas.

Se que el sol te coquetea durante el día, que las llamadas no cesan
que tu amor no se confunde, que solo deseas un poco de tiempo
para hacer de esta locura el mejor de nuestros momentos,
que en secreto me murmuras tus pasiones
que me confiesas tus constantes encuentros,
encuentros con una fiera que no desea ser domesticada,
con un amante de fuertes celos, sin embargo
todo eso es historia ya pasada, así que la luna
nos guía al reencuentro.
Luna que cuando brilla en tus ojos
pierde su belleza nocturna. Luna que en su noctambulario
nos toma de la mano, nos hace cómplices,
pero ese es un encuentro que juntos
vamos comprendiendo, encuentro de seres
que desean amarse, amar, vivir sin importar
el instante de nuestra próxima muerte o la única
que pudiera existir, en este mar de sentimientos,
aunque el amor es algo que nadie aún comprende.

Que pura tu sonrisa que contagia el ritmo de unos besos,
sueños que se despiertan con tu mirada,
gritos intensos, momentos que nos llevan de un mundo a otro,
de un labio al otro, pero esos labios solo son los nuestros,
y tu cuerpo simétrico que me espera, piernas gemelas que me abrazan,
donde suben hasta tus senos la humedad que serpentea
desde el interno deseo de tus tiempos. Besos, besos intensos
que nos desbaratan, muerden mis dientes tu carne con sabor a uva,
mientras en la piel me vas tatuando tu presencia
de instantes vividos, de instantes que no saben fingir
la felicidad cómplice que nos desborda en humedades de estrellas.
Mi cara bronceada hecha por el sol, mis manos cicatrizadas
hechas por el pulso de la vida, mi pelo ausente
mis ganas de estrecharte. Tu cara bronce sin sol, tus manos
que atrapan las imágenes internas de un cuerpo, de todos los cuerpos,
tus manos que me describen el amor, tu pelo ensortijado
que me recuerda todo el pelo que deje de tenerle,
que importa el pelo si tengo tu amor. Mi piel de matrimonio
rápido, mis manos en entrega express, mi cuerpo acaso
lleno de su precocidad habitual, tus labios que me atrapan
en un beso no planeado. El mundo es de los dos.

Tú que estas en mis huesos, en mis pies que poseen mucha riqueza,
7el mundo de los dos, de donde estamos, de donde queremos ir
de los viajes aún no planeados, de tu mundo en conjunto con el mío,
de la mirada inocente de un niño, que sin saberlo ya habla de mí
de lo que aún no soy, pero que ambos somos, de la mirada insospechada
de esta entrega sin limites, de este mundo que no se parte por la mitad,
porque es le mundo de los dos, de una noche que será todas las noches
de este otoño que es particularmente amoroso, de mis huesos que te hablan,
de mis pies que salen loco a tu encuentro,
en ese sur, que para mí suele ser el norte
la ubicación que importa, lo que importa
es el sitio, donde estemos los dos.

Y tú que eres un beso que se va moviendo, que se va acercando
que no cuentas los días, pero que entiendes de lo hermoso
de lo bueno de esta vida, tú como este mes de luna,
mes de la luna más hermosa en palabras del poeta, como mes
de estrellas en un lugar fantasioso
un lugar que muchos conocen y pocos nombras
en ese Real de Catorce.

He dicho antes que no soy Pablo Neruda
pero con todo eso, lo que siento
quizá sea igual o más intenso,
al más simple de sus versos.

Mi amorosa, mis ojos intensos, mi sonrisa constante,
mi nido de amor, mi voz con su sonido diario, mi nido
de amor simétrico, mi alma gemela de los desvelos,
nosotros juntos, donde solo tú acudes a mi encuentro,
donde solo tú sabes lo importante de rescatarme,
ante un amor así, un hombre no puede
resistirse, no puede olvidar,
no puede dejar de vivir,
estar juntos,
nosotros juntos,
es recordar lo hermoso de estar aquí,
lo hermoso de vivir.

Escucho tu voz, escucho tu estomago, eres el beso más largo.

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