viernes, 19 de octubre de 2007

Matando el tiempo...


La luna se puede observar en este cielo. No se de menguantes o de crecientes, si esta a un cuarto, plena o llena, si es nueva ajena o vieja, solo se que la puedo ver y es hermosa, quizá sea creciente, ardiente intensa, y me cuente sus cosas o yo le cuente mis andanzas, la luna es así, capaz de ayudarnos a seguir aquí, siempre inquietos, volteando al cielo. También pienso que es de queso, pero si fuera así estaría llena de ratones, aunque los ratones quizá no estén interesados por viajar a la luna. Me dan ganas de hablar de las incapacidades o de los amigos que no suelen ser leales, pero es algo que no esta en mi diario invento de vida, y no se puede hablar de lo desconocido, pero de la luna si se puede hablar aunque es en realidad una autentica no conocida, pero la observo siempre que puedo, quizá porque su marco por lo general resulta ser un cielo hermoso, que cielo el de esta ciudad aunque mucho se dice de ello, sino estas bajo este cielo es imposible hablar de ello. De cuantas cosas estaremos imposibilitados, de cuantas cosas creeremos que somos capaces de conseguir, poco importa, lo importante es que allí esta la luna en todo este cielo….

A veces los días suelen ser más complejos. Cuando deseo hablar de todas la imágenes que transcurren en mi mente, lo único que puede hacer es no hablar precisamente de ello, es más cómodo no tener una especie de fijación, incluso cuando las ideas se van dando me digo que sería muy bueno cierta idea pero en lo que me pongo ante esta posibilidad de atrapar ideas, toda ha cambiado, como si ese pequeño espacio fuera ideal para despojarte de las ideas, esas ideas que me parecieron geniales, pero que se despojaron de mi memoria en cuanto tuvieron la oportunidad, yo mismo no poseo memoria, muchas cosas se me olvidan, se van de mí con mucha facilidad, como si su existencia no fuera necesaria, luego cuando necesito de todas esas voces, de todas esas sensaciones, entiendo que me vendría muy bien ir anotando cosillas, aunque lo hago no siempre atrapo lo que deseo y de lo que deseo pocas cosas son atrapables, así que esa tarea tiene poco sentido, he llegado a pensar en la existencia de una pequeña grabadora para atrapar todo lo que surge en mi cabeza, pero aún así no creo ser capaz de ir atrapando tantas ideas, quizá terminaría por cansarme o inventarme una forma de estar hablando acerca de todo lo que pienso o siento. Si pienso soy un problema para esta sociedad, pero si hablo la cosa esta jodida, luego si sientes existes, y los tipos existenciales son malos para las cosas de este mundo moderno.

Hoy me ha dolido la cabeza como nunca antes, por primera vez, en todo estos años, que llevo con mis dolores, nunca había sentido una especie de punzada, mucho menos un dolor muy agudo, creo que es tiempo de empezar a preocuparse. Es complicado vivir con los dolores propios de un mal innecesario, desconocido y supongo que hasta de laguna forma ignorado por todos los movimientos que suelo hacer. Hace unos días pensé que se trataba de agotamiento, pero el dolor es dolor y sea cual sea la causa de su existencia, uno debería procurar atacarlo, porque de otra forma he llegado a suponer que podría convertirse en crónico, ahora que me lo pregunto, que diablos hago contando estas cosas. Me emociona la idea de la poesía, pienso en tantas poesías que se reproducen debajo de la piel, luego en la piel deben ser otros versos, pero todos somos capaces de ir generando estos poemas, estos ruidos internos, esta patente necesidad de comunicarnos, de decirle al mundo aquí estoy, no he dejado de existir, quizá cualquiera pueda hacer todo eso, pero seguro que nadie lo intentara por mí, así que manos a la obra.

Quizá todo lo que tengo sea cansancio. Silencio, sonidos que se ahogan en las calmadas tardes de esta soledad que me abandono para dar paso a que he llamado la espera del destierro de la soledad. Casualidad, destino, o simplemente esa es la vida que nos toca llevar, y todo porque aquí fue donde nos toco nacer. Vida complicad, susurros, cansancio, la voz de algunos amigos que se olvidaron de la lealtad, los problemas que no dejan de avecinarse, y mis preguntas acerca de lo que puedo desear. Nada como triunfar, pero a veces el derrotado posee más calidad que el que gana. Los problemas son algo serio. Me duele la cabeza mientras ella va manejando de regreso a casa, me duelen tantas cosas, peor el amor me tiene a flote, no deja que se pierda la línea de seguridad, el amor que es remedio de ricos o pobres, el amor que no conoce edad, la edad de la perdición o la edad de la ciruela, o la edad de quien sea, me estoy perdiendo en el dolor, entre el sueño y las apáticas sonrisas de lo que dejamos de ser, para entender que de habernos esforzados tendríamos algo más que un simple recuerdo.(ni yo puedo entender lo que trato de explicar) que me gane el silencio, temprano deseo hacer mucho ruido, deseo salir a caminar un poco a no dejar de soñar a pensar que todas las cosas son posibles, no quiero pensar en los caprichos de otros, no quiero pretender que este mundo tenga otros valores, y que sus principios sea estrictamente ajenos a nuestras voluntades, me pierdo de nuevo, el dolor me cierra los ojos, ya no los puedo mantener atentos, no tengo ganas de muchas cosas, no quiero seguir en esta lucha diario que no te lleva a nada, se debe calmar la idea de tantos gritos, de alguna forma lo importante es la confianza, sino se tiene se puede pensar que las cosas locas pasan por todas las ciudades. Si alguien me pregunta que escribí, la noticias es que no se mucho de letras y tampoco tengo muchas ganas de aprender, quizá porque pienso que en un rato lo podemos arreglar entre los dos…

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