jueves, 18 de octubre de 2007

Los sonidos de esta noche...


De estrellas, de esporas de poesías breves, de mentiras, del amor en los tiempos que parecen no tener amo, de calenturas, de cuerpos calientes, de la lluvia que cae, de alguien que hace la tarea, de mis dolores de espalda, de otras dolencias, de mis momentos de extravío, de mis noches de música dolida, de todas las mentiras que me pueda inventar y de la poesía que habla de la realidad, de esta noche, que no es como todas las coches sino que me sienta mucho mejor, de ella que esta del otro lado de esta pantalla y que espera, mientras yo trato de escribir, pero no se mucho de que pueda escribir, si las estrellas que son calentadas por esporas están en la poesía breve de un compadre vasco y las olas del mar también hacen de la suya, es mentira que deseo escribir acerca de las esporas que calientan las estrellas de mar, yo tan solo quiero hablar de ella, con ella, todo el tiempo. Todo lo demás puede ser una mentira más…
Afuera llueve, huele a humedad, a despedidas, quizá me este despidiendo de esta ciudad o me este desprendiendo de algunos sueños, esos sueños que no son otra cosa que el intento por permanecer en otros tantos lugares que no fueron creados para uno, porque existen cosas que son llamadas leyes y que se cumplen de manera irremediable, por ejemplo la suma de los ángulos internos de un triángulo suman un dos ángulos rectos, esas cosas que no se pueden discutir, así otras ciudades solo fueron creados para dejarnos llevar por una breve estancia porque requiere ser vividas por su gente, esa gente que tiene una pasión secreta por su tierra, porque pienso que un ser cuando ama su ciudad la defiende incluso poniendo su sangre de por medio, así hoy pienso que es necesario decidir, empezar a despojarme de esos sentimientos de estar en otro lugar que no sean los míos, que es tiempo de empezarme a mirarme, seguir por los caminos que con todo este andar me ido trazando, las otras ciudades ajenas de este país, no me llevan de regreso al sitio que amo, no me acercan a la entrada de un mundo que puedo ir trazando con estas mis manos. Empecé a renunciar a la idea de ser habitante de otros tierras, que no soy extranjero, eso no quiere decir que dejo los sueños, que me desprendo de la vida, es de alguna forma entender que mi juego de vida esta en otros espacios, en estos espacios, me dan ganas de reír, mientras la lluvia lo sigue mojando todo y no me despido de la vida sino que encuentro en esta oportunidad la verdadera razón de vivir, de seguir aquí, feliz de todos los recorridos porque pude ir descubriendo amigos, porque un día llegare de nuevo a ellos para vernos en los ojos de cada uno, para darnos un abrazo y decirnos en un murmullo lo mucho que nos gusta esta amistad, para decirnos en silencio todo lo que durante estos años hemos sentido, para confesarnos todos los secretos. Afuera sigue la lluvia, la tarea esta por llegar a su final, el dialogo no tarda en ser retomado, la poesía breve no deja de debatirse en cual será la mejor palabra, ola, espera, metáforas, imágenes, despedidas. En toda la ciudad la noche a caído, en todos los rincones de esta patente vida, los ruidos son intenso, quizá sea porque estoy seguro de mi capacidad de amar. podría hablar de otros lados, de los sueños, de las cosas que me causan mucha emoción, sin embargo solo deseo hablar de ella, ella que espera del otro lado de este monitor, pero que esta viva, que me hace vibrar, que me habla de las taquicardias y yo me digo que tal vez mi vida sea como un motor que no esta correctamente puesto a punto, que me da por inventarme un mundo, ese mundo donde podemos estar y ella allí del otro lado en espera y yo sigo con este vicio de letras, de entornos, de esta vicio por las ganas de vivir, pero sin dejar de soñar, y no renuncio a nada de lo que soy, y sueño y me ganan tantas cosas, pero en el fondo sin tener que escarbar tanto se lo que quiero, la quiero a ella, hablar con ella, ella saludable, recién nacida en el amor, ella que cubre sus sueños sin mucho cuidado y en su vientre los sueños se conjuran una felicidad sin limite y en sus sueños un río que va fluyendo para dejar habitar su útero con este amor que nos va transformando, vivimos y yo solo quiero hablar de ella, soñamos y yo no quiero dormir porque quiero estar con ella, me duelen los ojos por no dormir tanto, me duelen tantas partes, me empiezo a preguntar que hago detrás de esta pantalla si puedo estar a su lado, esperamos, ambos esperamos, pero quizá solo esperamos por un tiempo que carece de tiempos, por una temporalidad que nos confirme lo que con certeza ya sentimos, que nos diga que es lo que queremos cuando ambos estamos ciertos de ello. Solo deseo hablar de ella, no se hacer otra cosa, quizá con eso solo aburro a mis amigos…

De estrellas, de sueño que no llegan porque si duermes antes de las horas acostumbradas, suele entonces el cuerpo traicionarnos y se anda mal durante todo el día y se desconoce cuando es el día o cuando es la noche, de estrellas que son atraídas por esporas espumosas, de las olas que no se calman y la lluvia que sigue y la tarea que no logra ver el fin y nosotros, ambos, ella de aquel lado, yo de este lado que vamos pensando en la posibilidad de oírnos cuando la noche sea un poco más adulta, ella en mis brazos, yo en sus labios, ella en mis sueños y las estrellas de mar que no saben si las esporas desean seducirlas o si las olas del mar terminaran por hacerles crecer el deseo, y su útero de ella en el sueño donde fue ocupado, ella y sus sensaciones, taquicardia, descontrol temblores, tambaleo, noche de lluvias, tiempos de humedades, lejanía de la soledad, encuentro con otro mundo, encuentro con lo que vamos dejando de ser, la vida ya no esta en otra parte, la vida esta acá, ya soy más un extranjero, pero tampoco dejo de ser soñador, el mismo de siempre, solo que ahora no hago otra cosa que no sea hablar de ella, ella lo es todo, y yo soy parte de ese todo….

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