lunes, 22 de octubre de 2007

La lluvia....


Otro día más con lluvia, el viento que no te permite salir sin abrigo de casa, la culpa la tienen no se cuantos temporales, no se cuantas cosas, eso quiero entender. Decidir, poder decidir, tomar el rumbo que mejor es para nuestra vida, fuera miedos o fuera temores, decidir a cualquier hora del día, estar seguro de lo que se quiere, de lo que se hace, fuera tantas cosas, tomar rumbos, bendita vida que me regalas esa opción, y ya he decidido, me siento pleno, la culpa la tiene, en este caso no hay culpas, solo el tomar una decisión. Soy libre.

Las cosas de mayo se han quedado allí, en mayo, las de agosto fueron complejas pero no han sobrevivido a la nueva temporada, aunque decir que las cosas van por temporadas, es como imponerles un tiempo, en este caso los tiempos solo sirven para ir contando los días que van pasando, los minutos que van al cementerio de minutos, aunque no puedo encontrarme con ese cementerio, pero las cosas de cada uno se miden sin tiempos, entonces surge la duda acerca de las temporadas. Creo que es un día complicado, no porque las respuestas de muchas cosas estén lejanas a mi entendimiento o porque la lluvia no deje de caer, seguro que la lluvia tiene la culpa de todo esto. Quizá el viento.

Los ruidos no cesan, en ocasiones pienso que el silencio debería tocar mi puerta, pero si el silencio llega, este mundo seria imposible de soportar, de vivir, de amar. Luego pensar en la existencia de un tiempo en absoluto silencio debe ser complicado, imposible. No entiendo porque estoy pensando en la idea del tiempo, no se porque se instala en mi mente esa idea, esos espacios que me gustaría que estuvieran en todos mis entornos. Ruidos, siguen los ruidos, quisiera un segundo de tranquilidad, un espacio con muchos rincones donde hurgar. Parece que acá todo ello es imposible, es un día difícil, todo mi irrita, no puedo soportar ver como el agua de lluvia corre por las calles, me vuelve loco, tengo ganas de hablar, de decir, de transformar tantas cosas, me enojan mis silencios prolongados, me duelen las cosas ajenas, no entiendo como alguien es capaz de olvidarse de todo, luego es como si nada estuviera ocurriendo, los cambios, las cosas, las cosas siempre las cosas de este mundo donde todos nos volvemos como un mundo de cosas, saber cuanto o cuando podemos comprar esas cosas porque esa es la regla de esta vida, de la vida donde nada de lo que se hace tiene valor alguno, un mundo donde no soy capaz de detenerme, de escuchar esas voces internas, pienso en el consumismo, siempre el consumismo, el mundo globalizado, pero en realidad que es todo eso, después las mismas palabras, no puedo recordar otras palabras, no tengo ninguna genialidad y me aferro, pero a qué me aferro si de nuevo no soy de nada. No soy capaz de crear mis personajes, no deseo creer en ellos, no soy de los que inventan personajes que puedan salir de noche a platicar con Gregorio Samsa, luego quién es él, las cosas, las ideas que pueden salir de una mente como la de Kafka, yo no tengo esa capacidad, pero la quiero y no existe una escuela y no son cosas que salen de la imaginación. La imaginación es poca cosa, las letras requieren, demandan mucho trabajo, quizá si fueran imaginación poco se podría hacer. Es un día donde muchas cosas se salen de mi control. He pensado en los viajes, pero no en los viajes que se convierten en parte de esos recorridos turísticos y no estoy imposibilitado para abandonar estas fronteras, no como lo ha dicho uno de mis amigos, parece que su voz estuviera cargada de cierta lastima o quizá de ciertas burlas, no son las cosas como él cree, aunque algunas de esas cosas yo se las he hecho creer. Mis demonios; quien desea hablar de demonios, en estos tiempos cada uno quiere hablar de lo que le guste, de lo que sueña, de lo que pretende, quizá no se pretende gran cosa con nuestros actos, pero siempre esta presente la vanidad, de nuevo que es eso, que son tantas cosas, que es lo que manejamos sin saber de que se trata, como imaginar, como crear, como ser disciplinado en las tareas diarias, como pretender que las cosas diarias sean intensas si lo único que hacemos es estar viviendo en una queja constante. Eso de que la vida esta en otra parte, también me genera ciertos conflictos, pero hoy es un día de conflictos, de pretender hablar de las cosas que desconozco, y lo que conozco es poca cosa. Quizá sea el mundo de la próxima vez. No puedo dejar de pensar en las cosas que deje de hacer, mis instantes me han pasado una factura muy costosa, pero eso a quien diablos le importa, e incluso a mi no me importan, solo son las cosas que se fueron quedando por mi falta de valor, por mis miedos, por mi temor a decidir, ahora es diferente, al fin he afrontado, he tomado la decisión, he descubierto que el camino a la felicidad tiene muchas rutas, yo estoy en una de ellas. Lo que se va quedando, no es otra cosa que los cimientos de lo que se construye, no es malo, es necesario.

Es un día complejo, algunas cosas parecen que se escapan del control, pero yo mismo desconozco esas cosas del control, desconozco el mundo de tantas cosas, parece que me encierro en una situación personal, entonces, solo entonces los miedos, los míos, se apoderan de lo que pretendo ser, insisto, la lluvia y el viento frío tienen la culpa, no puede ser otra cosa, imposible que sea algo diferente. Algunas cosas se ha empezado a escapar de los días en los que vamos construyendo esta patente soledad, otras cosas marchan para dejarnos lejos de lo que parece inevitable, después de todo, las mayor parte de las cosas son tan solo las posibles situaciones o en otras palabras nadie se cansa de suponer, yo no lo hago, pero ese sentimiento es lo más complejo que he podido escoger en esta diaria lucha, de quien contra quien, la verdad es que aún no lo se, y eso me espanta aún más, debe ser la lluvia, seguro la lluvia tiene la culpa de todas estas cosas, huele a lluvia, pero también la lluvia trae consigo los olores del recuerdo, los sabores de las cosas que se han quedado como olvidadas en un pasado, quizá el pasado no existe, quizá todo esto no es otra cosa que el invento diario de esta soledad, pero ahora ya no existe esa soledad, solo existe la lluvia, la humedad del ambiente, la luna escondida, el viento, todo eso en conjunto debe tener la culpa, yo tengo la culpa, yo soy otra historia, pero ahora no vivo del pasado, vivo en lo que quiero, la soledad, bueno parece que después de todo ella va por el camino de olvidarme, que así sea….

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