miércoles, 17 de octubre de 2007

La noche ayuda a bien morir...


La noche cansa. Si acaso la noche es cómplice. Algunas veces a todos nos dan ganas de morir, pero luego cuando las cosas son diferentes, cuando nos atrapan las sonrisas, la vida es otra, nos angustia el morir, nos preocupa que nuestros amigos no se enteren de que hasta un determinado día hemos llegado. Nos espanta entonces la muerte. Los que ya están muertos pero siguen caminando por las calles solo les resta suicidarse, porque el muerto jamás resucita, eso dicen. Cuando estas enamorado la vida es otra, no existe la muerte, la noche no cansa, los ojos no se quejan, los dolores de cabeza son incipientes, no existe necesidad de nada, el suicidio es para otros, la venas no se cortan para derramar la sangre que se nos va pudriendo en el olvido, las venas dejan verter en el tintero su esencia, su color, para escribir, para describir los más bellos versos, todos son cómplices, que importa que se nos encuentre culpable, que importa si el amor lo cura todo, si el tiempo deja de existir, esa es la tierra del no tiempo, de los espacios que muchas veces se nos escapan de nuestras manos, el no tiempo es especial, en él, eres siempre eterno, inmortal.

Recuerdo tantas cosas. La primera es que prometí tomar unas fotos para una amiga muy especial, fotos del sur de la ciudad, el Hospital Ángeles, el ITAM, pero en especifico unos edificios de ladrillos, donde a la entrada de esos edificios se observa una pileta, la escuela Simón Bolívar, en fin esos rumbos para ayudar de alguna forma a que de la memoria no se borren nunca esos recuerdos. Las menciono no en orden de importancia, sino como me vienen a la mente, también voy a viajar en los primero días del año a Monterrey, de allí me iré a Matamoros (seguro de todos mis pendientes es lo único que terminare por hacer), después, bueno el después viene acompañado de una serie de eventos que me quitan más tiempo que el existente, así que mejor no me pongo con la idea de hacer una lista, ni siquiera recuerdo porque me dio por mencionar estas cosas.

He leído en estos días acerca de la existencia de un caníbal en plena ciudad de México, vamos que se que esas cosas no son nada agradables, pero suceden, me pregunto cuantos casos existen en esta ciudad de muchos millones de habitantes, no porque sea una practica adecuada, sino por todos los males que pueden aquejar la mente inquieta de un ser. El probable caníbal, digo probable porque él argumenta no haberse comido a su novia-victima, parece que se dedicaba al periodismo, era poeta, menciona incluso un número determinado de poemas, escritor-novelista y dramaturgo, era tantas cosas y luego no le bastaron esos espacios para escaparse de eso que parece irremediable, pero mi lucha interna no permite aceptar el destino como la única causa de nuestra existencia, quizá el tipo debió escribir los breviarios de podredumbre, pero buenos, esos ya existen y se le atribuyen a E. Cioran. Tampoco se porque hablo de estas cosas, el caso es que un amigo en medio de una platica me hablaba del supuesto caníbal, me decía que sino me había enterado del caso, que este tipo se “dedicaba” a lo mismo que yo, por supuesto que me sorprendió, es decir, por un instante pensé que el hombre era mecánico de autos, ingeniero auto jubilado, no se cuantas cosas más, incluso vago, pero no paso por mi cabeza el que fuera un ser “complicado”; entonces el amigo me aclaro que este sujeto le gustaba escribir, en eso digamos que teníamos los mismos gustos, pero no creo que los escritores se dediquen al canibalismo, es decir la comparación me sonó un tanto agresiva, pero yo tan solo soy aprendiz así que tampoco me preocupa tal comparación, el caso es que movido por ese deseo de saber de quien se trataba, me puse a investigar, por mi cabeza se cruzaron tantos nombres de escritores que muchas veces puedo ver en los estantes de libros en las librerías que suelo visitar, ninguno de ellos coincidía con los de este posible caníbal, saben por qué, creo que se diga lo se diga no deja de ser un perfecto desconocido, ahora y unos cuantos saben de su existencia, gracias a su atrocidades, quizá con ello logre estar donde él hubiera deseado, la fama. Quizá dentro de unos meses nos exhiban una película de sus obras o no se cuantas tonterías que se nos pueda ocurrir. Aclaro que no entiendo algunas cosas, tampoco es importante. Lo de la comparación, considero que es parte de una forma de ir ligando historias, de ir armando ideas de lo que puede ser una persona, alguien puede decir que estoy igual de loco que no se quien, que importa, cada uno sabe sus realidades y las medianas realidades de otros. Incluso nuestros padres o hermanos nunca dejan de ser un enigma, es parte del comportamiento humano, es la diversidad, lo que nos hace interesantes, peligrosos o simples.

Regreso a la noche, a los cómplices de la noche a todos estos ruidos, al encuentro constante con nuestros miedos, aunque me pregunto por qué la noche envuelve un tono mágico, quizá sea por su oscuridad o porque da pauta a múltiples historias, quizá esto de la noche no sea más que un pretexto para dejarnos llevar sin temor a ser vistos, muchas veces el ser vistos representa el más grande de los miedos, la noche hermana del miedo, la muerte hermana de los complejos, la vida hermana de otras cosas, de la noche o el día, de la muerte o de la casualidad. Regreso a la noche porque en ello me voy entregando, porque en ello descubro esto que me da los latidos constantes de una vida con complejos, de una vida que tiene que irse descubriendo a diario, de estas letras que tejen redes, que encuentran cómplices, de noche es cuando mi voz adquiere un tono que me gusta, de día el sonido de mi voz es complejo, me desconozco, me entrego en un letargo que no que entiendo, pero me entrego. De nuevo la noche que me permite el sueño, que me permi8te discutir mis realidades, aunque lo hago en silencio, el silencio y la noche pueden ser hermanos, como pueden ser hermanos la noche y la muerte, la muerte y la ausencia, pero no deseo hablar de otra cosa que no sea la noche, de la espesa noche que no es absoluta porque en algún sitio se escapa un hilo de luz, luego el silencio, pero que tiene que ver el silencio con la noche, quizá que ninguno es absoluto, la muerte en el silencio, el silencio en la noche, de noche llega la muerte, al menos de noche es cuando la descubrimos, será acaso porque es cuando n0os dedicamos a recoger los pasos dados durante el día, o porque es cuando buscamos a los seres que amamos para decirles nuestras aventuras en compañía de la luz del sol. Muerte, noche silencio, que importa todo eso cuando no se esta vivo…

Después de todo no estoy del todo loco, pero seguiré siendo un tonto.

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