miércoles, 28 de noviembre de 2007

MUndo imaginario...


Existen días tan complejos que llegamos a creer que podemos ocultarnos tras de una salchicha, lo peor es cuando creemos que detrás de una salchicha podemos ocultar una gestación de ocho meses y como embrión tenemos un ratón, todo es parte de los sueños de otros.

Un amigo a perdido a la abuela hace unos días, alguien más parece que descubrió los efectos del Prozac, otros parecen que tendrán un pronto recital en los días que se avecinan, en mi caso he guardado silencio por algunas horas, un tanto por la necesidad de hacerlo sin estar condicionado y otro tanto porque a veces me quedo a la expectativa, notando como los ruidos son parte de todos y esos mismos ruidos me devuelven a una realidad inmediata que me hace entender tantas cosas, por supuesto que las cosas que no se entienden pues ni siquiera hago el esfuerzo por entenderlas, también tengo amigos que solo te regalan simples saludos y no dicen más como si algo en ellos anduviera fuera de lugar, quizá es mi loca fantasía de entender las cosas, pero bueno siempre tengo esa forma de entender, así que no debo sorprenderme del todo.

Me he venido preguntando acerca de las experiencias por las que debe pasar una persona después de experimentar una mutilación física, a lo que se llama de forma bien, como amputación, me pregunto cosas simples, el de cómo se vencen los miedos y se dan los siguientes pasos para poder llevar una nueva vida y como hacer que la parte que ya no se tiene deje de tener memoria, y si esa memoria existente sirve de algo, es decir si guardamos un registro de todo lo que hacemos y nos volvemos tan mecánicos que solo notamos las ausencias una vez que nos hace falta algo, en fin esa idea no tiene algún sentido práctico, solo es una pregunta que se me ocurre como se me habría podido ocurrir cualquier otra pregunta.

Se que estas cosas ni siquiera se deberían estar poniendo en medio de la red, pero son parte de las cosas diarias, es decir no todo es parte de la vida de un color o de la vida en trabajo o de la vida tratando de cazar letras, a veces la idea de estar cazando letras puede ser la idea más tonta que se pueda tener porque no existe un atrapa letras como dicen que existe un atrapa sueño, o un atrapa mariposas, de hecho si existe un atrapa mariposas y las mariposas son algo tangible, pero los sueños al igual que las letras digamos que no son algo que se vean con facilidad como para decir ahora atraparé determinada cantidad. Lo cierto de la tarea es que para poder hacerla se tiene que invertir mucho en ello, no me refiero al tiempo ni las cosas que medio se van escribiendo, las cosas que se comparten son parte de los espacios muertos, para poder escribir se requiere de un trabajo extra un trabajo más o menos serio donde a diario se invierte en investigar en ir puliendo un trabajo, formar una teoría, escribir acerca de hechos, deformar realidades, conformar la historia que se desea contar sin apasionarse tanta y llegar a creer que esa es la única verdad de estos entornos, tampoco se trata de que con ello uno pueda pensar que con eso ya se tiene capacidad de no se cuantas cosas sin sentido, como por ejemplo el de criticar, esa es quizá la tarea más compleja, tonta y hasta cierto grado estupida. Claro que muchas veces parece que las cosas llamadas técnicas son más importantes que le trabajo mismo, aunque a los que ya tienen cierto prestigio nadie les dice nada, quizá nos deberíamos preguntar porque es que sucede eso.

Existen días que todo se mira tal cual, no existe nada que nos permite ver con cierto agrado o desagrado las cosas, todo se presenta como es en realidad, incluso la cerveza podría tener en verdad ese sabor amargo mucho más amargo, la playa estar mucho más caliente y el agua del mar mucho más salada, la compañía podría resultar insoportable, esos días son los que dicen que no se deben recordar porque no suelen construir. Lo pero de esos días es enterarte de que no vives para lo que te vienes preparando para lo que según tú fuiste hecho, el poeta no resulta ser poeta, el ingeniero no es ingeniero, se transforma en todo, en poeta o escritor de medio tiempo y de medio todo sin ser nada, en esos días todos los sabores tienen esa característica al amargo, y se puede convertir en adictivo, tanto como pueden ser los besos, esos días algunos dicen que son para olvidar, pero una vez que se instalan suelen no irse de lo que somos, son unos vecinos aferrados a sus cometidos y para que les digas adiós se necesitan de razones más que poderosas, esos días podrían ser de los llamados innombrables, pero sin esos días como podríamos hacer un balance de las otras cosas que nos pasan. El mundo de lo imaginario, es el que habitamos a diario aunque algunos amigos me digan que estoy mal, que sigo siendo uno de los que adolecen, eso no importa, tampoco la vida puede ser como un cortometraje donde puedes cortar y pegar los días que no te gusten como si fueran escenas de alguna película, claro tu propia película, lo importante después de todo esta en uno mismo decidir que es lo importante. Pero eso se da con el paso de los días.

Los sueños son el consuelo de los tontos, quizá sí lo vemos así, la realidad sea el consuelo de los que para nada son tontos y entonces cuando descubres que estas en ese mundo en el cual ahora no vives para lo que estas hecho, los sueños sean el único escape, por suerte vivimos en varios mundos, incontables mundos, así que para que preocuparnos, pero en el mundo en el que mejor se esta es en el imaginario…

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