lunes, 30 de junio de 2008

Las mascaras que cubren mi otro yo


TUS AUSENCIAS…

Me disfrazo de dolores naturales,
de cuando en cuando algunos inventados,
otras veces de voces inquietas,
de andares confusos y de extraños vicios.

Me disfrazo a diario con los dolores del parto,
con esta vida, que me traga, que me quema,
huyo por lugares jamás imaginados
tal vez por rebeldía, tal vez por soledad,
quizá sea por la ausencia de tus tiempos,
tus ausencias en las mías.

Huyo porque no se hacer otra cosa, y
me desespera el tener que andar
con mis dolores en la bolsa,
en las notas de mi cuaderno,
en mi mano que se niega,
que no desea escribir más de ello.

Tus ausencias son como los recuerdos extraños,
van acompañados de los complejos
inventados, de las sonrisas que veo
en otros rostros, de los labios jamás besados,
tus ausencias me llenan de dolores,
de amores fracasados.

Vago en la soledad constante
me pierdo desde aquellos años,
en mis viajes nombro motivos,
en mis motivos, solo existe tu calendario.

Vago por necesidad de verte
pero en cada sitio, me descubro inerte,
vacío, solo, atrapado, vago por necesidad
diaria, porque tus besos nunca serán míos,
sin embargo quien me observa
se asombra, se asombra porque me cree
único, andante, amante sin destino.

En mi soledad acostumbrada,
me he puesto la mascara de la indiferencia,
nadie sabe porque oculto lo que soy,
nadie sabe que soy ese vacío
auto inventado, soledad amarga
en mañanas distantes,
en suelos que nunca imagine
pisar, con estos motivos callados.

Vago porque a eso me llevan los tiempos,
tus ausencias y mis disfraces inventados,
vago porque mañana estaré sin piernas
sin sueños y sin tus amores que tanto
me han marcado, vago porque los dolores
del alma son intensos
porque de mis ojos salen vientos
y de mis manos un vacío
estrecho, oscuro, muerto
doloroso, ausente, inacabado.

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