miércoles, 18 de marzo de 2009

Rutinarias...ocho


Un día puedes decir que ya te aburriste de todo y de todos, palabras que después te dicen que las escuches y en realidad las escuchas antes de que salgan de tu boca y si bien es cierto que salen llenos de ponzoña, nunca denotan lo que el que la escucha quiere entender. Es cierto. Un día te cansas de la misma historia, de la misma pregunta, de esa insistencia con las cosas, de tener que conformarte con lo que no estas de acuerdo y sin embargo así tiene que ser y así se tiene que hacer, y todo porque el dinero es la seguridad de tus actos, porque sin ese dinero no eres lo que piensas y te atemorizas y los planes se vienen abajo, entonces hablas, escupes ponzoña, pero no quieres que esa ponzoña sea mortal solo que tienes necesidad de escupirla porque empieza a cansarte y dentro de ti, te atormenta, pero nadie entiende las cosas como son, porque en todo momento están esperando que hagas algo, que dejes de ser el flojo de siempre y entonces te comparan, lo cual no te gusta y entonces concientes los comentarios, pero cuando eso pasa es que perdiste el control, es en ese momento que te dejaste domesticar y entonces empiezas a dejarte llevar por las aguas de otro río y estoy seguro que desde ese instante ya no existen gigantes que vencer ni molinos de vientos que presenten un obstáculo y saben por qué pasa eso, es simple se carece de voluntad. Así que un día lanzas unas palabras, estas concientes de ellas porque antes de que algo sucediera lo pensaste, después escupiste, más tarde tienes que afrontar las consecuencias y no resulta divertido, porque es ese el momento en que todo se fractura, es una pequeña fisura, es posible que nadie lo vea y se necesite algo más que un microscopio para detectarlo, pero allí esta y conforme se den los diversos movimientos, empieza a volverse más y más perceptible, entonces la vida nos deja atrapados, quizá sea una alerta, pero las alertas son para corregir el rumbo. La verdad es que estoy cansado, no de un acto, de un comportamiento o unas personas, no estoy cansado del amor y no lo que ello implica, solo que cuando te cansas puedes confundirlo todo, puedes mezclarlo y tus actos te llevan a cometer situaciones que carecen de nombre. No se porque me preocupan tantas cosas, no tiene sentido alguno, sobre todo después de ser rescatado, estoy vivo, gracias a que alguien se ha fijado en mí, y no me siento fuerte como para tener estos comportamientos, pero me desespero desde siempre y me traga un dolor agudo que no me deja gritar, que no me deja soñar, que me detiene y cada que deseo dar un paso me vienen a la mente esos miedos recurrentes. Sin importar para nada el rescate, siempre seré igual, de eso no tengo dudas.

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