martes, 3 de marzo de 2009

Para Gabriela

EN TUS MANOS


Cuantas veces y cuantos de nosotros nos hemos refugiado de esta soledad patente, de estos intentos diarios por vivir y de estar despiertos incluso antes del alba, tras la magia de nuestra pantalla y en los innumerables sitios que nos ofrecen un pequeño tiempo, un regalo perfecto que sabe entender nuestras emociones y sin tener ese deseo nos regresan a nuestra condición primera que va de la sensibilidad y la pasión, quizá no tenga sentido el ponerse a contar porque quizá se transforme tan solo en un número. Dicen que los números sin fríos, ajenos de sensaciones, así que mejor no averiguarlo, no por miedo, sino porque no vale la pena. Cuanta gente que se nos regala, que nos entrega su vida, no se decir si metido en sus miedos o con un plan muy bien elaborado, dicen que muchos buscan orgasmos de ocasión, orgasmos directos, inquietos, intensos y fulminantes, pues no quieren que se vuelva a repetir. Sea como sea, estos tiempos, estas ganas, son un creador intenso de ilusiones, de sueños, de transformaciones que no se nos hubieran ocurrido ni en el mejor de nuestros momentos, cuantos viajes se han gestado por estos acercamientos, pero como dije antes, si buscamos un número pocas cosas nos va decir. Algunos hemos necesitado de invertir muchas horas en estos espacios, no con el fin de encontrar un punto de equilibrio, sino con ganas de encontrarnos dentro de todo lo que podemos ir viendo a diario, pienso que más de las veces hemos necesitado de esta sociedad un tanto secreta, de las voces de los que están del otro lado, del lado que nosotros y cada uno llamamos pantalla, es la única barrera que nos pone distantes de quien nos acompaña, sin importar en esto las situaciones geográficas.
Me he dejado acompañar de seres extraordinarios, seres que tienen su propia teoría acerca de lo que somos, de la vida, de las noches en vela o en esa duermevela que nos mantiene alertas, quizá porque el dolor o los miedos son mucho más grandes que la necesidad de dormir. Es cierto el que esta del otro lado no te puede exigir, no puede tener un arranque de celos o controlar tu vida, porque basta con olvidar o borrar una dirección para que toda la magia posible desaparezca, aunque parezca carente de valores e incluso frío o desolador, nadie se enoja contigo o le pone trabas a ese camino rumbo a la felicidad y tampoco te espanta esa condición terca que tenemos, cuando creemos que podemos recuperar el tiempo perdido, quizá en ello estaba equivocado Proust, aunque la verdad no se puede lanzar un juicio basado en los sentimientos, así que debes perdonar mi atrevimiento. La memoria, el juego e incluso las emociones son parte de esta vida diaria y moderna, esta vida de circuitos donde muchos negocios se cierran con un clic, donde incluso no tienes necesidad de salir de casa pues todo se soluciona desde allí, memoria oculta que queda atrapada en charlas interminables, en versos que no van a ningún lugar, pues esos versos, no siguen besos, no siguen pesos, sino su propio instinto y esa necesidad de existir por siempre, versos inagotables, versos infinitos, que no cansan y pueden estar hablando siempre de lo mismo.
Cuantos desconocidos, cuantos nombres falsos, o nombres que han cambiado desde la primera vez que se encontraron con estos sitios, el mismo nombre de la cordura quizá sea ajeno cuando la insensatez o el miedo se apoderan de su interlocutor. Sea como sea, no dejamos de escribir, nos multiplicamos, no contamos los versos, ni las palabras y mucho menos las letras, no nos dejamos llevar por los calores de una juventud o por las ganas de tener un orgasmo divertido en otro rincón del mundo, quizá no es así porque nuestra vida esta bañada en el amor, en la pasión inmediata que encontramos al dejar a un lado esta pantalla, pero esta misma pantalla sirve para cuando nuestros miedos o nuestros dolores sin importar si son insoportables están allí, sirve para cuando la vida pareciera tener un matiz diferente al que observamos al alzar la mirada. Memoria duplicada, ceguera conveniente, vida al margen de nuestras orillas, porque estar en medio de sitios de redes y geografías inexistentes, aún es rechazado por una gran mayoría, aunque en la clandestinidad, muchos reconocen los efectos positivos de pasar largas horas sentados, frente a nuestros monitores.
Si fuera el tiempo de las confesiones, de citar cada uno de los días, de hablar de cada una de las pasiones aquí encontradas, si fuera el tiempo de desmarañar lo que solo uno sabe que trae por dentro, quizá en esos tiempos tantas cosas se dejarían fluir con la libertad de saber que no son otra cosa que parte de nuestra historia, de este devenir casi natural entre vida y tecnología, donde el primero que encuentra, es el primero que se atreve y se reconoce en un campo no muy diferente a la realidad cotidiana, pero con la salvedad de que aquí si tienes tiempo, de que aquí puedes decir con toda libertad quien eres, que eres y que buscas, aunque todo ello no tenga porque ser la única verdad de lo que somos e incluso sea la gran mentira, nadie nos juzga por la mirada o por el tono de nuestra voz, entonces solo basta con el deseo de compartir e igual de válido es el deseo de desaparecer. Todo es parte de una incapacidad intensa, que de paso nos regala una nueva cualidad, un desalojo de las incapacidades y es entonces cuando nos atrevemos, cuando nos enamoramos del que esta del otro lado, del que nos lee o nos regala besos o nos cuenta su historia, es pasión pura sin poner condiciones, es la espiritualidad del humano expresada al máximo, sin importar si se trata de un caza orgasmos o un caza sexo o un caza sueños, allí, nos expresamos con el alma desnuda y donde radica una mentira es que es lo único que podemos encontrar y es por tanto imposible pensar en un mundo diferente, se lo es lo que se es, sin mucho preámbulo, es decir la realidad viene aparte.
A veces los amigos de estos espacios me hablan de mil cosas que no si quiera he imaginado como posibles, pero cuando me las dicen, me hacen pensar si en realidad están hablando de mí o es que tratan de decirme, acerca de cómo son ellos.
Lo cierto es que la existencia de estos espacios te asegurar una especie de inmortalidad subjetiva, sea como sea, al estar todo el tiempo allí tu historia se escribe y el mundo se da cuenta de que existes, dejas las estadísticas o la frialdad de los números para otra ocasión, ahora sabes que piensas, que dejas tus huellas para que otras si es que les sirve caminen sobre de ellas o tú sobre la de los otros, sabes que tus actos no juzgaran tu comportamiento, que si en verdad existe un paraíso quizá esto sea lo más parecido que nos podemos encontrar en este momento, que el sentido de la vida una vez que se mezcla con las letras se redimensiona y no existe un segundo de paz o de muerte en el que no este asegurado que por lo menos un ser de todo este mundo te va a leer y esa quizá es la gran tarea que se persigue al escribir todos los días, más allá de las ganancias materiales, más allá del efecto que nos causa el dinero, aunque la mayor parte de las veces sin dinero es como si la vida no tuviera sentido, aunque creo que no lo es todo. Lo único cierto es que las cosas que hacemos al leer o ser leído es sembrar una pequeña duda en los demás y de cuando en cuando sembramos una sonrisa y hasta un sueño, por estas pequeñas recompensas es que se hacen estas tareas, que no son del todo diferentes a nuestras tareas diarias y necesarias.

4 comentarios:

En tus manos O.o°• dijo...

Esto es para mi?
lo leo de inmediato..

En tus manos O.o°• dijo...

QUE LINDAS Y REALES PALABRAS..

ME HAS DEJADO EN TUS MANOS.

UN BESO VUELVO EN UN RATO MAS..

y te comento con calma..

un beso muy fuerte

En tus manos O.o°• dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
En tus manos O.o°• dijo...

volvi...........

Quiero darte las gracias por hacerme soñar y hacer que mi piel se erize con cada letra con cada palabra..
es verdad esto es un regalo perfecto que sabe entender nuestras emociones.

Un nudo en la garganta q impide hablar, no deja gritar...!


Las ráfagas de viento mueven las hojas de los árboles ..cuando camines por la calle quiero que recojas una hoja que tu elijas en ella habra un beso,un recuerdo un suspiro.

mil besos para ti

gracias