martes, 4 de diciembre de 2007

Que importa...


Me dejaste de perseguir, después de tanto tiempo de luchas,
al menos puedo respirar, espero que algún
gachupín, se atreva a cortejarte y porque no, ha dejarse
seguir por todos los rincones que se le ocurra
correr cuando quiera huir de ti, pero por lo pronto
que quiera dejarse amar, aunque amar no se si sea propicio
ante el deseo del amor sexual, quizá no sea tan mala la comparación.

Hace mucho que ya no pienso en ti, mucho menos te quiero.

Deje de pensar que algunas cosas eran posibles,
deje de pedir que vinieras en mi auxilio,
después de todo, lo que yo necesito es un neurocirujano,
no otros motivos para alimentar la demencia,
por supuesto que por algunos minutos me acaloraba
la idea de pasear por Triana, de sentarme en la rivera
del Guadalquivir, de disfrutar de domingos soleados
e incluso de salir a caminar por allí, tomados de la mano,
sabes me alegra que todo eso no sucediera,
porque solo así, conozco la felicidad verdadera,
contigo la vida se me hubiera cagado,
todo seguiría al igual que siempre,
que sentido tendría entonces
seguir soñando.

Así que sigo con mis cosas locas,
no me cuido de nada, ni siquiera
me preocupo por si me encuentro
con los de tu especie,
no organizo un puto reencuentro
por habrá un encuentro, nunca más
un encuentro, ¿acaso esa no es suerte?

No me importa si me dices que te duele
si eres una loca, si es que te entregas
en los brazos del primer gachupín
que se te cruza en el camino, al igual
no es gachupín y se trata de un chiapaneco,
en verdad que nada de eso importa,
es más ya de ti, nada me duele.

Que importa que al destrozar los sueños de vivir a tu lado
se fueran con ellos los de regresar a Europa, la vida es así,
todo tiene un final pactado y al dejar de pensar en ti
gana la dicha más grande que pueda tener el hombre,
el humano, el poeta, y la dicha es que ahora soy amado.

Ante el amor nada importa, igual y el sueño se acabe con el invierno, que importa.

1 comentario:

RosaMaría dijo...

Duro y un poquitín cruel, pero imagino que la destinataria se lo merece pues las heridas sangran a borbotones cuando uno sufre y se ve que tu sufriste.
Felicitaciones por las fotos, un tanto fuertonas, pero muy plásticas.