domingo, 2 de diciembre de 2007

El mundo con sus marcas...


De esos instantes en la vida que nos marcan para siempre, de ese despertar abrupto cuando por un segundo nos tenemos que enfrentar al ser que seremos para el resto de nuestros días y nos vemos allí en algo que si bien no es eterno, nos persigue todos los instantes en que tenemos que luchar con nuestra realidad que se ha deformado. Es casi imposible recuperarnos, entonces nos aferramos a las cosas que hacemos o nos inventamos los mil pretextos para ir haciendo algo que nos haga estar de alguna forma ausente de ese espejo que nos refleja a la verdadera condición de lo nos hemos convertido. Retener en la memoria toda esa historia muchas veces se convierte en nuestro más grande dolor, es por eso que algunos nos damos a la tarea de ir escribiendo, aunque casi siempre la líneas escritas parecen decir poco, en el fondo lo único que vamos haciendo es confrontar todos nuestras debilidades, donde casi siempre terminan por triunfar nuestros demonios.

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