miércoles, 12 de diciembre de 2007

Presencia...


Porque todo me recuerda otras cosas. Detrás de mi escenario, me topo con el eco de muchas voces, la puesta en escena ya esta en marcha, los días se siguen unos con otros, yo no se otra forma de vivir que no sea darlo todo, no la se.

La vi durante días seguidos, estaba dentro de mi mundo, mis espacios, mis sábanas, algunas de esas noches no podía dormir porque su presencia me encendía por completo, otras veces despertaba porque la tos me ganaba, entonces sentía necesidad de tomar un poco de agua, también estaba conmigo al despertar, ninguno de los dos tenía necesidad de encender el televisor, quizá sea una suerte no tener uno. Me gusto mucho su presencia en mi espacio diario, en este mundo que de alguna forma fui diseñando para los días que estuvieran por venir en el resto de mi vida, ella estaba allí, al despertar y con una sonrisa decía buenos días mi amor. No tuvimos necesidad de escondernos en la cocina o buscar el refugio del sofá, esas cosas no existen en esta casa, ella es hermosa, sería una tontería decir que no le tome cariño a su presencia en casa, me hubiera gustado quedarme con ella para siempre aquí, pero no siempre las cosas son como nos gustan, se deben atender primero las responsabilidades, las cosas por hacer, luego vienen con ello una serie de situaciones más o menos agradables, pero en verdad que me encariñe, que a mi regreso del aeropuerto venía como meditando tantas cosas, lo que en realidad me sucedía era que estaba inmerso en un gran sentimiento de una ausencia temporal, ya nada sería igual a partir de ese momento. Se que soy muy sentimental, de alguna forma podrían llamarme un tanto ridículo o un tonto, o como sea.
Hoy que me desperté, me preguntaron por ella, no he podido decir que esta en la sala, pues ya he dicho que eso no existe en la casa, pero tampoco ella esta allí, me limite a la realidad a decir que esta en su casa, pero que esta muy bien, después me preguntaron que cuando iremos a visitarla, he dicho que la visita será cuando se quiera, pero que yo iré para estar con ella por siempre. A veces me siento triste, quiero que los recuerdos cobren vida e intento forzar una serie de situaciones que solo son posibles en mi mundo de recuerdos, cosas que nada más habitan en mi loca cabeza, me aferro y sin duda eso podría causarme conflictos, no conflictos con lo que deseo, pues eso esta muy claro, pero si podría hacer llorar hasta le punto de no saber del porque lloro, y es que cuando los recuerdos se aferran es muy simple caer en esas tentaciones. Los recuerdos no pueden brincar o salir corriendo pero muchas de las veces tengo esa sensación, otras veces deseo que llueva, que no deje de llover durante todas las noches, quizá porque me gusta el aroma a mojado de la tierra o porque pienso que puedo dormir más placenteramente cuando llueve, otras veces solo me pongo a llorar, ya se que suena un tanto extraño y ridículo, esa es la palabra ridículo que una persona de mi edad sea tan sentimental, pero ese es mi comportamiento, así que suelo llorar por tantas cosas que termino por confundirme y no saber siquiera el motivo de un llanto. Después de pensarlo un rato, pensé que ya era tiempo de hacer limpieza en la casa, así que tome la escoba y me puse a barrer, algunas pequeñas cosas en la basura me hacían sentir su presencia, pero ella ya no esta físicamente en este espacio, ella me espera en nuestro espacio, donde los dos podemos hacer tantas cosas de ahora en adelante. Tome el recogedor, dude un poco antes de soltar la basura en el bote, después de un rato dije que al parecer me estaba volviendo loco, porque algunas veces todo me recuerda otras cosas, la vida sigue, los sueños no terminan aquí, la vida esta en otro lugar, este tiempo es la transición de lo que deseo.
Fueron muchos días, todos seguidos, ella su sonrisa, sus ganas de vivir, sus ganas por contagiarme de todo lo que tare por dentro, esa mirada que lo dice todo, luego el baile, el sonido que le embriaga, en el fondo todo eso que me seduce con una facilidad que según yo pocas gentes podrían tener, después de todo quien se puede resistir al hecho de que lo quieran, después de todo, es hermoso ser querido, pero igual de hermoso es querer. Cuando me mira, pienso que estoy soñando, pero el mundo, las cosas del mundo, la realidad misma, me dicen todo esto esta sucediendo, aquí y ahora, no existen los sueños, todo es real. La ciudad al recorrerla tomado de sus manos me parece mucho más hermosa.

Conforme pasan los días me siento aún más emocionado, el cambio de piel, el cambio de sueños, de ideas, de dejarse convencer que el mundo en compañía es mucho mejor me motiva como nunca antes, quizá este sea el verdadero cambio que le hace falta a mi vida, aunque debo confesar que este cambio ya se esta dando, lo que se va concretando son fechas, son planes, son situaciones que se dan en todo entorno cuando se tienen planes, para que al final, todo tenga un movimiento como el que se desea. Mientras voy pensando en tantas cosas, en las cosas que se quedan como suspendidas, en los amigos de de un día a otro comenzaron a guardar distancias a dejarse seducir por sus silencios que se fueron extendiendo hasta alcanzar los límites de nuestros ruidos para callar sus voces y que todo lo relacionado con ellos aparezca como un vago recuerdo, pienso que quizá su silencio ante uno sea ruidos ante otros, de ser así entonces que siga este silencio porque seguro estarán dando un poco de esperanzas a los que sufren las penas del alma o las penas del cuerpo, porque seguro están en el camino de hacer y hacerse felices, al menos eso es lo que deseo y quiero. No dejo de soñar que me gusta la existencia de un punto que contiene todos los puntos de esta tierra, por supuesto que hablo del Aleph.

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