lunes, 17 de diciembre de 2007

Por un segundo...


Por un segundo…

Por un segundo descubro que mis manos
no andan al mismo ritmo que mis pensamientos,
que lo que cuido no es una planta de belleza extraña,
que ni si quiera es una planta,
que no busco refugio para la soledad,
que no estoy triste,
que la sombra dejo de ser un refugio
donde la luz no podía dejar en evidencia
todos mis dolores, todas mis penas, todas mis quejas,
por un segundo pienso que mis espacios son angostos,
que no puedo huir por la ventana,
que la noche es tan fresca pero ausente de perfumes,
que la belleza frondosa de la flor de enfrente
se marchita, pero antes disfruta el rayo del sol
que besa sus pétalos mientras yo me aferro a su nombre.

Por un segundo pienso que para cada uno
existe un elemento, un premio, una estancia,
que los mares fueron hechos para las algas o los peces,
mayo para el canto de las aves o si como octubre
para la luna más bella, por un segundo pienso
que todo tiene su natural entorno,
que los labios compatibles a los míos,
fueron diseñados para tal fin,
pero luego comprendo que no todo es parte
de lo que uno sueño, que mi cuerpo
puede entregarse a la mar,
que las aves pueden cantar durante todo el año
y la luna puede ser tan hermosa
como nuestros ojos quieran verla,
y los labios de ella no tienen porque ser eternamente míos,
por un segundo creo que me estoy volviendo viejo,
cuando lo único que estoy experimentando
se llama evolución, aunque ahora en sentido contrario.

Por un segundo la vida se puede perder entre caminos
que nadie comprende, las hojas de los árboles
pueden caer antes de tiempo, el frío puede instalarse
durante todos los días del año,
el sol olvidarse de la tarea diaria de darnos calor
y la flor de alegrarnos con su belleza;
pero si ese segundo no existiera,
ninguno de nosotros seria capaz
de entender todas las cosas buenas
que suceden a nuestro alrededor,
después de todo, nadie las comprende,
pero jugar a que existe esa posibilidad
tan solo por un segundo, nos hace eternos,
aunque esa eternidad no sea otra cosa
que andar con dolor de ojos y cegados
por todos los caminos existentes
donde el mayor secreto existente
jamás será revelado,
pero que importa,
sí por un segundo somos eternos.

(ya quiero que acabe el día o por lo menos tener una tumbona)

No hay comentarios: