martes, 1 de enero de 2008

Al despertar...


Entonces en el país donde todo es posible, las cosas empezaron a suceder de nuevo, un festejo lleno de luces en la ciudad de los millones de habitantes, la protesta a primera hora en la frontera norte porque el tratado de libre comercio con el norte permite la importación de productos del campo, el desmesurado éxodo de mexicanos en absoluta pobreza hacia el vecino país del norte, alguien me ha preguntado si estoy preparando un brinco para el otro lado, el único brinco que me interesa no es precisamente cruzar la frontera donde el río Bravo cuenta tantas historias de muertes y sueños destrozados, yo deseo cruzar la barrera de todos mis miedos, pero todo ello es tan solo al comienzo del primer minuto de este año, quizá en los próximos días quiera irme al África a buscar lo que nadie crea que se pueda encontrar, aunque mi verdadero deseo es irme a buscar la locura en casa de la luna, anoche note que un lado del cerro de la silla estaba queriendo ser amante del fuego, pero como suelo ver esas cosas, suelo ver otras que a simple contacto de nuestros sentidos se tornan muy agradables, el caso es el ojo con el que se mira… Solo puedo decir que las cosas ya empezaron a suceder.

Ir creando las cosas que solo se nos pueden ocurrir después de un largo tiempo de pasión es como pretender entregarnos a los más locos deseos que puedan venir impresos en los sueños diarios, sin importar las cosas por las que todo el mundo se sorprende, la idea es dejarse atrapar, dejarse llevar al ritmo propio de todo lo que somos, si las sumas o las cuentas no salen quizá sea porque en algún momento se han perdido el control de las fechas. Cuando uno pierde el control de las fechas corre el riesgo de quedar preñado, quizá hace un buen rato que estoy preñado solo que no me atrevía a dejar que ese pasión transcurriera a lo largo de mi piel, solo me había atrevido e vivir y convivir con el dolor, aunque el dolor no es otra cosa de mi raro vicio por verme de otra forma, eso sin perder estas ganas locas de ir de un lado a otra de estos locos sueños hasta transformarme en lo que a veces parece que no soy, dicen que soñar no cuesta nada, pero ser loco y soñador puede costarnos más de la mitad de nuestra vida, la otra mitad se invierte en descubrir lo que al parecer somos, pero nadie sabe de cierto lo que en verdad es, todo parece ser parte del secuestro del que nos hace presa nuestros miedos. Pudiera ponerme a correr por un extraño sitio donde las cosas no parecen tener tiempo, ni razón para existir, pero cuando intento estar en medio de esos lugares, lo único que puedo descubrir es una enorme ignorancia, la ignorancia de no saber si en verdad estoy hecho para todo esto que pretendo, sin en verdad al otro lado de mis locas andanzas se encuentra uno con el verdadero infierno o si todos esos castigos que nos inventamos para auto mutilarnos en verdad tienen una existencia que nos compromete a seguir sin mucho de lo que somos, sin emociones, sin sentimientos, llenos de ese deseo por ser cosas y ponernos un precio.

La soledad podría venir disfrazada de no se cuantos pretextos. En estos días mis pensamientos están ocupados por los amigos en todas las latitudes posibles, esos amigos que una buena mañana te invitan a subirte al auto y te llevan a recorren cientos de kilómetros por lugares insospechados, hablando de lugares bajo sospechas, me he preguntado de donde había surgido ese constante deseo por vivir en el lejano continente(eso para los de este lado), aunque al hablar de lejanías, de lados y no se cuantas cosas pueden surgir dudas, quizá se debería dejar a un lado el paseo por las nubes para llamar a cada cosa por su nombre, así que en ese tono de las cosas, pienso que me resulta casi imposible poder explicar mi deseo por vivir en un sitio lejano al mío, el amor inventado quizá, no el amor existente, sino las ganas de tener un amor, de llenarme de sueños o verme a diario reflejado en los ojos de una mujer nacida y crecida en un mundo aparte, en un país aparte con una cultura aparte y un sentimiento aparte, como si cada espacio fuera un espacio ajeno y cada pensamiento permaneciera como un verdadero mundo donde cada uno pudiera ser único, pero a veces percibo que no solo las cosas se hacen en serie, sino que nosotros mismos nos vamos acoplando aun mundo donde cada parte de lo que somos fue hecho en serie y nos entregamos al consumo de todo lo que nos pongan enfrente, después de todo de alguna forma se debe consumir el tiempo mientras empezamos a morir o bien morimos. Morirnos para qué eso es lo que me pregunto a diario, sobre todo si acá en las cosas diarias, en este mundo de vivos se esta muy bien, quizá no sea otra cosa que la necesidad de consumir esas historia de muerte y veneraciones, es como tratar de negarnos a diario, aunque pienso que la muerte no es otra cosa que el producto más vendido dentro de este mundo de globalizados y cosas baratas, aunque morir suele salir caro para los familiares.

Las primeras ideas del año, al parecer no tienen mucho sentido, pero tampoco la tarea de convertirse en una reflexión profunda, porque después de todo no soy nadie para ponerme en el papel de reflexiones que a veces ni entiendo, las primeras ideas o pensamientos de este año venían en realidad cargado de sonrisas y de un breve golpe al aire diciéndome al fin las cosas tomaran otro rumbo, todo estará mejor, que bueno que ha llegado este día, quizá porque desde hace un buen tiempo ya venía deseando momentos de una alegría cómplice de mis largos días en esto que parecía la más larga pesadilla y que no era otra cosa que los estragos de tantas noches sin dormir, así que golpe al viento y una sonrisa cómplice en medio de mi nube, quizá desde ahora deje de hablar de algunas cosas y empiece por hablar de otras, lo mejor es no dejar de hablar….

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