sábado, 24 de mayo de 2008

Mudo o loco?


No se porque me he mantenido alejado de mi pasión, de ese mundo que me gusta tanto y que algunas veces digo que es mi refugio, mi espacio ideal, la caverna misma de mis pasiones, donde cualquiera podría interpretar que estoy al borde del llanto, o inmerso en algo llamado melancolía. Puedo argumentar que toda esta ausencia se debe a que las palabras se ausentaron, pero que creen esa es una gran mentira, también puedo argumentar que la demanda del tiempo en el trabajo es tanta que no me queda más opción someterme a sus deseos, pero también es otra gran mentira. Quizá debería refugiarme en otras cosas, pero pocas cosas son las que me atraen. Hace mucho que no leo con la misma fluidez de antes, no se en verdad si se pueda llamar a estos sequía y al hecho de poder escribiendo en demasía llamarle abundancia, pero todo eso no es otra cosa que ir suponiendo.

Seguro que todo esto empezó cuando se me ocurrió salir de viaje a una ciudad que considere la de mis sueños, el lugar donde podrían ser las cosas digamos ideales, allí me pase un buen rato y lo único que logre fue conseguir el boleto de regreso a la gran ciudad, a la cual me he negado durante mucho tiempo, pero que en fondo pudiera ser considerada el gran amor, el lugar que por mucho que se deje no logra salir para siempre de nuestras pasiones, luego ya de vuelta, nos encontramos con escenarios muy diferentes a los que en otros tiempo hubiera deseado, volver a un pasado, para evitar las clases de yoga o tener que ser atendido por un psiquiatra o un psicólogo, para no estar pendiente de no se cuantas dietas, y para no llorar, que extraño, pero a veces lo que me preocupa es no llorar. Las cosas se pusieron pero cuando me di cuenta que estaba de nuevo en el espacio donde respire por cuenta propia por primera vez, de que se trataba todo esto, a donde en realidad estaba encaminado, las tardes allí, el calor excesivo, las noches sin poder dormir, todo un mundo que me complicaba la existencia, todo un mundo que poco a poco me fue desvistiendo hasta transformarme en algo que nombre como el hombre desnudo, mundo de búsquedas sin encuentros y desencuentros cuando no existe búsqueda, un espacio digamos ajeno. Así como todo empiezo, quizá todas estas historias se verán en la necesidad de ir a parar a no se bien donde, pero eso tampoco importa.

Hoy es un día de esos extraños, porque me pongo a pensar en las cosas que e dejado al olvido, porque recuerdo mis sueños de estar en la Babilonia de los otros siglos, porque siempre me sigue un hambre intenso por descubrir lo que este mundo al parecer nos esconde.

Otra vez no he dicho nada, parece que es un mundo de necesidades, de vueltas, de ganas de estar siempre en espacios que me son distantes, pero cuando estoy allí, algo los hace disfuncionales, quizá sean mis tontos caprichos, quizá sea esta habilidad natural de no decir nada, la verdad es que cada vez estoy más confundido.

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