viernes, 13 de abril de 2007

Los del banco



Los del banco
No importa la hora, tampoco existen pretextos, las amenazas salen de sus bocas como un cruel veneno que puede llevar a la muerte, que llena de miedos, que traga, que inquieta; solo saben decir o me pagas o envió tu caso al jurídico, me importa que se lleven tus muebles, que te quedes sin casa, que pierdas tu familia, me importa un demonio, sino tienes para pagar, bien que tomaste el dinero del banco. Acaso creíste ese cuento de que todo es con el poder de su firma, tienes que trabajar, luego sino tienes dinero para pagar, pues debes soportar las llamadas de no se que horas del día, después de las llamadas se siguen otros formas, el caso es recuperar los activos del banco, lo único importante es la institución, si no se pueden rescatar, entonces es un caso perdido, perder un caso es quedarse sin empleo. Cada mes existen los trabajadores nuevos, esos tipos que les engañan con contratos eventuales, son una especie de seres que van acomodándose a las circunstancias, no les importa nada, piensa que serán contratados de manera definitiva, pero para el banco ellos no importan, aunque si los oyeres verías como ese grupo defiende los intereses del banco como si se tratara de su familia, son extraños, son complejos, pero mueren por el banco. En ocasiones te llaman a las tres de la mañana, te acusan de sufrir de amnesia, te amenazan sin saber que incurren en delitos más graves, luego te dicen que firmaste no se cuantos documentos, que no debes negarle a la persona, que ellos saben muy bien que allí esta. Incluso te dicen que ayer hablaron con ellos, están perdidos en sus sueños, en las cuentas pendientes, las personales, las que no pueden cubrir con facilidad, sin embargo se debaten, no entienden, amenazan, juegan, se ríen, lo peor es que no duermen pensando que si alguien no les paga perderán el trabajo.
El licenciado Magallon ha citado a reunión a los eventuales de la oficina. Llevan una chamarra con logotipos del banco, usan pantalones de mezclilla, camisas blancas, corbatas, se sienten importantes, son hombres dispuestos a todo, no les importa si para cobrar tienen que matar a alguien, pero a quien no deben matar es al deudor. Están parados frente al licenciado, parecen que se mueren de miedo, parece que no saben que hacer, lo único que en realidad les importa es poder contar con ese empleo de manera definitiva, hoy en día ser eventual no es nada grato, porque deben andar de lugar en lugar sin poder pagar un renta, en ocasiones no tienen ni para comida. Hace apenas, unos meses, alguno de ellos fue molestado constantemente por otros que hacían el trabajo que ahora ellos realizan. La voz del licenciado es fuerte, infunde respeto, siempre habla con una seguridad que cualquiera diría que se trata de una persona muy dura, en el fondo también se muere con sus problemas, es débil pues, pero tiene que guardar las apariencias, sino el también pierde el empleo. Con esa voz que lo caracteriza los invita a sentarse, a dejar de lado sus miedos, ni que se los fuera a comer les dice con tono grave, después de todo depende de él que estos trabajadores del banco obtengan un empleo fijo, pero por alguna razón esto no sucederá. Podrían a suerte del destino tantos trabajadores como para formar combinaciones extrañas. Por ejemplo podrían ser siete por aquello de los números de la suerte o lo cabalístico de dicha cifra, o bien podrían ser cuarenta aludiendo al cuento de Ali Baba con sus ladrones, acá sería el banco con sus secuaces, también se podría de doce sujetos como los apóstoles, en fin existe una serie, como una suerte de posibilidades, que van desde números no pensados hasta el hecho de jugar con la gente contratada, eso también depende del licenciado Magallon, de su estado de ánimo, pero pocas veces de la carga de trabajo, después de todo cada vez son más los expedientes que se incorporan al mes a la oficina de cobros del banco, es un mal tan normal…
Cada uno sabe su función en el banco, también saben que nada es más importante que el banco, si los clientes morosos se ponen a llorar o se inventan triquiñuelas acerca de que el niño s ele enfermo o su mamá a muerto, eso carece de importancia, lo que menos pueden tener es compasión, porque si lo hacen pierden su empleo. Su herramienta es algo tan simple, teléfono, persistencia, amenazas. La misión en el trabajo es obtener el pago a como de lugar, no obtener pagos se considera un fracaso. Los métodos para lograr los pagos poco importan al banco. Así que se arman tácticas, estrategias que dependen de los estados de animo, de la cultura propia de cada empleado, no existe digamos una especie de curso, es decir, se aconseje lo que se aconseje, cada expedientes un caso excepcional. Existe la libertad total para amenazar, para presionar, para insultar o despertar a esos clientes a altas horas de la madrugada, incluso amenazan con intervenir las líneas telefónicas o enviar al jurídico para que se lleve los muebles o expulse de la casa a los clientes morosos, el estilo no importa, lo que importa son los resultados, quien no logra lo que se le pide, es casi seguro que no será recontratado para el próximo mes, mucho menos pensar en abandonar la eventualidad. Algunos hablan con delicadeza como entendiendo los problemas, pero todo es parte de una estrategia, al final lo importante es que puedan recuperar parte de esa cartera vencida.
El licenciado Magallon se divierte cada que observa esas caras espantadas, esos rostros que no entienden el sentido de tantas palabras pero comprenden su situación. Para muchos este empleo es su tabla que les permitirá no ahogarse, es como el hombre que busca desespera algo que le permita salvarse, llamase como se llame el objeto de su salvación. Estos tipos que el departamento de cobranza va contratando, como he dicho antes están dispuesto a todo, incluso no duermen, todo el tiempo están maquinando planes que los lleva a un excesivo desgaste, a esas batallas sin sentido contra el cliente moroso del banco, pelean como si en ello se les fuera la vida. Su aspiración es la de tener un trabajo fijo.
Eliseo es como la enciclopedia del departamento de cobranzas del banco, ha perdido la cuenta de los miles de expedientes que han pasado por sus manos, no existe caso que no hubiera resuelto, no hasta antes de estos nuevos tiempos, donde el banco se puso a dar créditos a todo mundo, ahora cuenta con un fracaso en su carrera que se puede tachar de impecable. Se presento algo tarde a la reunión, esta allí para ser presentado ante el grupo como el entrenador en jefe, es él quien les indicara como realizar la tarea, les dará las indicaciones pertinentes, les mostrara con ejemplos como se le debe hablar al cliente, aprenderán el arte de intimidar, el arte de jugar con los sentimientos, porque lo único importante desde ahora en adelante es el banco. Es presentado por el licenciado Magallon, recibe un breve aplauso, se lleva las manos a los bolsillos, su aspecto es más el de una persona enferma, se le nota en los dientes se dependencia por el cigarro.
II
Eliseo no tiene auto, debe viajar en metro o en el micro, los pasajeros muchas veces podrían los clientes con los que él ha hablado en el transcurso del día. En ocasiones decide que es una buena idea bajarse en el centro histórico, allí se pone a pensar que cuantas de las gentes que andan por allí, comprando todo con el supuesto poder de su firma, serán dentro de poco sus amenazados, piensa también en las tantas veces que algunas voces han sonado en sus oídos, que decir de los llantos o las mentadas de madre que se ha llevado, nada de eso importa en realidad lo importante es le banco. Pienso en el grupo de eventuales que tendrá que entrenar desde mañana. Él quisiera mandarlo todo a la mierda, abandonarse como hacen muchos de los clientes del banco, quisiera irse a la playa, llenarse los pulmones de aire caliente, pero no puede, su situación es mucho más compleja, si deja de trabajar no podrá pagar los 4000 pesos de la renta, otro tanto igual para la comida, la colegiatura, luego su mujer no le ayuda, prefiere estar viendo la televisión, ella corrió con la suerte de abandonarse, por si fuera poco le pide dinero extra para irse de vacaciones una vez al año. Para él es imposible dejar de trabajar. No puede abandonarse. Dentro de todo tiene dolores de cabeza casi constante, los médicos le dicen que es una enfermedad sicosomática, pues los estudios revelan que no existe problema real. Sin contar lo del estrés, tampoco cuentan los ardores estomacales, mucho menos la perdida de la visión, para los médicos todo es inventado.
El discurso del licenciado Magallon esta vez si fue excesivo. Ninguno de los eventuales obtendrá el empleo de manera permanente, ellos saben que es un trato no hablado, pero de alguna forma deben cuidar sus intereses.
Se ha bajado en el centro, esta lleno de gente, a veces parece que son más los extranjeros que los nacionales los que andan por las calles, pero eso sucede cuando uno no quiere ver, porque si te detienes un poco las calles están llenas de gente de acá, de los paisanos pues, luego la pobreza los lleva a tener esos negocios informales, donde muchas de las veces lo que hacen es invertir con un dinero que no es suyo, eso si siempre con su tarjetita en la bolsa, después esa máquina mágica que te da los billetes, con billetes baila el perro pues, sin dinero ya nadie baila, las cosas están más difíciles de lo que se cree. La gente corre de un punto a otro, de un negocio informal a otro. El gobierno sigue pensando como educar a esa gente para que se resigne a vivir en la pobreza, por supuesto que inventa mil programas de ayuda, pero de poco sirven, porque no le enseña a ganarse el dinero, sino a estirar las manos sin producir nada, así no existen las ganancias correspondientes que el sistema indica. De negocios informales a otros negocios informales, eso si con tarjetita en mano, que se le va hacer pues, sino existe de otra.
III
Ese aire contaminado, le irrita la garganta. Los dolores de cabeza son cada vez más intenso, a veces piensa que debería salir de la ciudad, pero a donde, ya no es tiempo de empezar de nuevo, se siente muy cansado. Ha pensado en dejar las pastillas para los dolores, después de todo ya no le hacen efecto, en ocasiones piensa que todo ese dolor tiene que ver con el comportamiento mezquino, con la violencia constante de la gente, eso no es cuestión de ciudades, a veces se dice que es cuestión de la globalización, de los demonios propios de estos tiempos, pero ya poco importa.
Piensa en los nuevos, los que no tendrán, más opción que ser eventuales en el banco. Alguno de ellos le hará perder la paciencia, piensa en tantas cosas al mismo tiempo. Su comportamiento es poco cordial, ya se olvido de saludar a la gente, al menos cuando estaba en su pueblo podía saludar con absoluta sinceridad, ahora se justifica que es por la gran cantidad de gentes. No conoce siquiera a sus vecinos, no tiene un día de descanso, un solo día para él no existe, que se le va hacer, lo importante es el banco. Cuando alguien le pregunta por como hacer tratos para suavizar su deuda, se queda helado, es cuando debe recurrir a la ayuda del licenciado Magallon, por supuesto que pese es el gran triunfo del licenciado, lo que justifica su presencia en dicho departamento, es decir todos son celosos de su trabajo, guardan una especie de secretos profesionales, que en el fondo son simple basura.
En algún momento estuvo a punto de suicidarse. No sabe aún que fue lo que lo detuvo. Muchas veces se acobarda cuando un cliente le suplica que no puede pagarle, pero no puede mostrar flaquezas pues los del banco todo lo graban, se siente entonces debilitado, toma fuerzas de no sabe donde para seguir con la cuota exigida por día. Ahora con los nuevos, a los que debe entrenar debe mostrar sus tácticas, su forma de intimidar, en ello existe un arte aunque no tan refinado como otras artes. A veces quisiera dormir, pero esta tan interesado en los bonos, en no desistir en su tarea, para eso le paga el banco. Ya no recuerda cuando fue la última vez que pudo dormir a pierna suelta, ya no recuerda cuando fue la última vez que nombro un viaje como vacaciones, no recuerda tantas cosas, ahora solo sabe de personas morosas, a veces de tanto llamar hasta se aprende los nombres, nombres que van sonado en sus pensamientos cada que cruza una calle de forma despreocupada, quizá un día sea arrollado por un automovilista que va pensando en forma de pagar sus créditos, hasta eso la vida ofrece extrañas revanchas o raros caprichos.
Fracasó con el expediente de Miguel García Santibáñez. Un día al llamarlo, quedo impresionado porque le respondió una voz femenina. Le dijeron que Miguel ya no estaba. Por primera vez se sintió burlado, así que lanzo una serie de amenazas sin sentido, le dijo a la señorita que no servía de nada esconderlo, que de no pagarle hoy, a medio día estaría parado fuera de su casa con el jurídico para embargarle sus cosas. Se la pasó gritando, maldiciendo, parecía que deseaba llorar de rabia. La señorita le dijo que sería imposible darle el recado, porque Miguel había partido a Europa, que se había marchado el lunes, de alguna forma esta en franca huida, no ha dejado datos de a donde ira, si quiere darle el mensaje, vaya usted a buscarlo, aunque le advierto que ni yo tengo donde localizarlo.
Eliseo tenía ganas de reventar sobre todos, un cliente se había burlado de él, era esa su primera mancha en el expediente de un sin número de manchas que estaban por venir en los siguientes tiempos. Recordó entonces que durante 7 minutos se lanzó con una serie de amenazas sobre Miguel, ese mismo día, el cliente se declaro en banca rota, le gano pánico, dejo la ciudad. Los del banco, no perdonarían ese error. Su trabajo estaba en juego. Tenía ganas de llorar.

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