lunes, 27 de octubre de 2008

Recuerdos....


Algunos sonidos, espacios tiempos, e imágenes me llevan de forma un tanto traicionera hasta otros espacios que sin duda me pueden extraviar, entre lo existente y lo inexistente de todos estos días. Los retos, los tragos sin sentido y esta supuesta perdida de mi identidad. La concordancia de unas fechas con otras y los largos procesos que nos inventamos, desde un duelo fingido, hasta las mil sin razones que seguramente nos llevan de forma traicionera a la nada. Quien nos entiende, quien nos juzga, que esta bien o que esta mal hecho, que esperamos, en donde transformamos el camino y todo se convierte en una serie de recuerdos sin sentido, donde todo es parte de lo que deseamos recordar sin que esto sea por necesidad la verdad o la realidad de lo que existe o dejo de existir en esta historia sin sentido de nuestras vidas.

Que te puedo decir que desconozcas. En cualquier ciudad del mundo las cosas suceden sin importar, su condición o si son las más poderosa, las más torpes o pobres, la gente siente, se apasiona, extraña y se diversifica en todo lo que quizá debería ser o no, pero ello no es un elemento de juicio, es más bien una opción que nos permite contar, que nos permite soñar y nos transforma. Que te puedo ofrecer, que imagen te puedo dar que tenga una segunda o tercera interpretación. Es decir te puedo dar la imagen de una ciudad conflictiva, la imagen de un país que se a puesto un tiempo limite para combatir la delincuencia, como si esa situación fuera un factor que se puede encontrar al despejar de una ecuación, la única variable que nos hace falta, como dicen los que saben un simple regla de tres. Así que empiezo con una mujer que en Barcelona peleaba porque pensaba que su futuro artístico estaba allí, no importa lo que se tenga que hacer, si la vida esta en bailar, en montar espectáculos del llamado cabaret y si un chico le pide que le entregue sus encantos, no importa porque ella fue a triunfar y entonces se nos pueden pasar en la cabeza mil imágenes, incluso podemos imaginar a la actriz de cine que por muchos años desaparece de los escenarios y un día en medio de tanto ruido allí esta de nuevo, pero de todo esto no existe una segunda imagen, todo queda allí como algo extrañamente extraviado. Luego me voy hasta el Ecuador, la imagen de un hombre que es asaltado, pero a esa sensación le ponemos todo lo que pueda ocurrir después de frustrarse esa situación, es decir un balazo en la cabeza, le arrancas la vida y tienes tantas imágenes que ni siquiera es difícil de imaginar, así puedes recorrer todos los rincones del mundo, donde quizá una mujer o un hombre estén prostituyendose para ser y hacer de sus sueños una realidad, pero que tienen de extraordinarios todos ellos, si nos regalan la misma imagen, la misma sensación, si besar los labios de alguien por primera vez es algo mágico, pero en cuanto descubrimos sus verdaderos olores y sabores la cosa cambia, de que se trata todo este argumento donde todo lo que pueda decir, lo imaginas a la perfección y pocas cosas te sorprenden. Entonces porque debe ser algo especial si una canción o un rostro o una historia nos recuerda a alguien, porque las historias que según nosotros consideramos como trágicas le vienen ocurriendo a todos, y no existe gente que pueda decir que esta seguro, nadie puede decir que lograra terminar el próximo día sin que a su vida le pasen cosas, pero donde todo lo que vemos es tan rutinario que mejor nos olvidamos y andamos por allí, como ajenos.

Qué es lo que intenta un artista cuando deja que su pincel plasme todas esas pasiones, acaso esa imagen atrapada en el lienzo contenga más vida que una fotografía, es que quizá nadie puede retratar lo que pasa por nuestra imaginación o nuestros sueños, pero será cada una de estas expresiones, capaz de impedir esa vulgarización, y entonces dejarnos un retrato diferente donde se pueda decir que existen mil imágenes más que la inicial, esa imagen un tanto cruda que nos lleva a conocer a las cosas por un nombre. Qué es lo que retrata el escrito con sus historias, en realidad a donde intenta llevarnos, o es que su imaginación solo es capaz de inundarnos con las imágenes de siempre y entonces todo se vuelve tedioso, que leer, que escribir, que soñar, quizá todo ese se conserve como el más grande de los misterios. Cuantas cosas hacemos en nombre de la creatividad y del miedo, sobre todo del miedo.
Gentes que se entregan a diversos cuerpos y que justificamos de mil formas porque según nosotros es un mal necesario que nos ayuda a tener un mundo más real, un mundo en balance y lleno de energía, todo eso solo puede ser un factor común en las diversas formas de expresión, ese factor llamado miedo.

Así que un día te puedes levantar y decir que cierras un ciclo para abrir otro. Entonces existen los días que parte de las historias de esos ciclos pasados te empiezan afectar porque te ligaste a ellos como lo hace un feto durante todo ese proceso de gestación, nos aferramos por cordones inexistentes y ese nudo eterno de nuestra vida, se convierte en la herida que no sangra pero que es la que más duele. Como quedarnos satisfechos porque la persona que más hemos querido nos dio la espalda y a la primera oportunidad se fue con alguien más, defendiendo su derecho a la violación de las promesas y de la fidelidad. Aunque se diga que no es soportable toda una vida de fidelidad. Nos llenamos de símbolos, de pasiones sin limites y entonces las nombramos amor, y de eso también existe un retrato, una serie de imágenes que desfilan por nuestra mente, sin que esto apele a la imaginación, sino más bien están dentro de un proceso cosificado de la realidad, realidad deformada, un mundo sin más remedio que la soledad de lo que durante muchos años pudimos desear.

Así que puedo escribir mil historias, puedo atrapar mil lamentos, me puedo debatir en una serie de circunstancias que no me llevaran a nada y que en el fondo solo es lo que te puedo ofrecer, que otra sino el lamento, sino la vida atrapada en algo que no tiene sentido, sino una misma representación y nos podemos poner a jugar a escribir mil historias o incluso a pintar la obra más interesante según nuestra perspectiva, porque por extraño que parezca, una vez que nos domesticamos, esos parámetros son los que nos hacen juzgar si algo vale la pena o no y a esa propiedad de juzgar le llamamos critica. Es así como la vida me juega sus bromas de mal gusto y me veo obligado cuando al mismo tiempo estoy motivado a cerrar ciclos y todo porque te descubrí totalmente ajena a la imagen que he guardado en mi mente durante todos estos días y que no es otra cosa que la imagen de una mujer que quedo atrapada en las diversas tomas de un director de cine que entendía a la perfección mis sueños, quizá porque el estaba soñando lo mismo.

2 comentarios:

Otoniel dijo...

Me gusto mucho.

saludos.

En tus manos O.o°• dijo...

no sabes como me gusta leerte
te dejo un abrazo.
vuelvo