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Mientras te escribo acerca del amor, mientras te envío mensajes de texto acerca de todo lo que siento por ti, el país se vuelve de locos. Aunque la verdad, ya estaba así, no es nuestra culpa.

No es casualidad que las cosas estén fuera de control, que paguemos impuestos, para que el gobierno compre balas y estas sean disparadas por policías o militares, en contra de nosotros, y nos digan que no tenemos derecho a presenciar sus actos, actos que muchas veces nos parecen fuera de orden, es decir, tenemos derechos, como sino hubiéramos pagado ya lo suficiente, desde sus sueldos, sus autos e incluso sus vidas, igual y hasta pagamos a sus esposas y con un poco de suerte a sus putas; por eso pienso que no es una inversión conveniente. Después de todo, ellos, los policías o los militares, no son otra cosa que servidores públicos, se supone que trabajan para nosotros, pero quien nos pregunto si deseamos que anden por las calles matando a nuestros vecinos o se la pasen descolgando mantas de los puentes, debo imaginar que esas mantas no dicen otra cosa que barbaridades o es que ellos al estar pagados por nuestros impuestos se preocupan por la limpieza de todo tipo. La cosa es simple, nos gusta invertir en artículos de poca utilidad y nula necesidad. Mejor nos ponemos pistolas todos en la cintura, al cabo que ya pagamos las balas. Quizá por todo esto un día me digan que soy de lo peor y me gane unos cuantos tiros.

Ahora bien, la cosa no esta en si la gente vive de cosas extrañas y hace negocios turbios o como se dice, trafica, con lo que sea, si la cosa no esta en agarrar chivos expiatorios y ponerles balas en el cuerpo o desaparecerlos porque se les antoja, cierto es que los problemas existen, pero no es obra de la casualidad. No fumo marihuana, pero me pregunto si es tan malo legalizarla por qué en Holanda la gente la consume como un tabaco normal, es que acaso a la cigarreras no les conviene la competencia, o son los impuestos que no solo sirven para las cosas buenas sino para otros excesos, de otras drogas tampoco se mucho, pero supongo que se deben usar en algunos laboratorios para producir medicamentos que nos son útiles, entonces porque tanto desorden, porque tanta ambigüedad y tanta inseguridad, a veces creo que las paredes de la casa pueden protegerte mucho más que nada, porque a veces llevan los balazos a domicilio. No hablo de un país de impunidad, sino de un mundo diferente. En donde no todo sea efecto económico y los gobiernos compren la banca una vez, y la vendan otra vez y repitan ese ciclo hasta el cansancio, la cosa no creo que se solucione por allí, pero algo debemos hacer para vivir, digamos tranquilos.

Ahora bien, nada mejor que hablar del amor, mira que puedes hacer con el cosas que ni siquiera imaginas, eso si, va contigo a todos lados, no impone condiciones, ni derechos reservados, es público y de todos los niveles sociales o políticos, no distingue raza o colores, es más, no le importan esas recesiones mundiales en economía, o si la gente anda haciendo cosas sucias por allí. Es cierto, prefiero hablar del amor y de la poesía que al parecer a nadie le gusta más, la gente prende su televisor y esta bien enterada de los rumbos sociales o económicos del país, en verdad me alucino cuando escucho hablar de esas cosas a todo mundo, como si fuera el tema más sencillo de este mundo, pensaba yo, que la poesía era lo más fácil de entender y que la gente tenía ese gen instalado para entender y disfrutar, al igual que la música o todo lo que sea arte, pero cuando les pregunto por el arte me dicen que si acaso entiendo que es lo que trataba de pintar Salvador Dalí o si en realidad puedo comprender a esos impresionistas o la música de Wagner. Y la verdad, es que la gente tiene razón, aunque la poesía por ejemplo tenga voces entendibles, no es tan sencillo de entender como los mensajes en la televisión de lo que esta pasando, pues si todo mundo sabe lo que sigue en los próximos días, como si esto fuera una telenovela y hasta aplauden cuando cae en manos de la ley un narco o como se llame la gente mala, pues si es puro teatro, teatro económico porque no conviene invertir en algo más caro, en la televisión te presentan el caso de Paquito de los Palotes, que se fue a la ciudad y fue muy feliz, tonterías, eso es lo que creo en realidad. Si el amor no duele porque negarlo entonces, porque esta necesidad de llenarnos de ruidos, de carros que llegan derrapando llantas, de autos blindados y vidrios polarizados, de verdaderas batallas campales, donde mueren todo tipo de inocentes y culpables de sus diferentes desgracias, a poco no el dinero es lo que orilla a todo esto, el militar que por no tener más opción se volvió militar, que es lo mismo que le pasa al policía, claro que la diferencia es que los policías en el mejor de los casos es estudiado, tiene preparatoria pues e incluso algunos semestres de licenciatura o hasta trunco de alguna carrera como ellos dicen, pero el militar, qué, ese es gacho, salido de lo más pobre y que no teme agarrar un arma y ya esta, si les carga la chingada pues bien cargados, pero eso mientras vivan sus hijos no se mueren de hambre y hasta putas pueden tener, pero lo que corresponde a una buena educación para sus hijos, pues nada, sino quienes combatirán al crímenes desde sus bases en el futuro, si ser de ese bando ya es tarea de héroes, solo que nosotros, los que pagamos no entendemos, quizá nos deberían decir más para saber. Por cierto. Alguien les enseño a esa gente lo que es el respeto, esa gente tiene educación o solo son productos de tantas y tantas devaluaciones de nuestro mundo económico. Quizá nos haga falta crecer en lo emocional. Para entender todo esto que esta muy claro. Si tuviera un arma le pondría versos de balas y le daría a la gente en sus corazones y en sus entendimientos, quizá es la peor de las opciones, pero sería diferente para todos, eso es lo que creo. Los impuestos los pondría a trabajar para generar mejores oportunidades de empleo, no para condenar a los hijos pobres de la patria a cargar un fusil, y pelearse contra sus hermanos que portan otro fusil, pero que no son del mismo bando, pensándolo bien a eso jugamos de niños, porque ahora me espanta.