martes, 23 de diciembre de 2008

Poeta contemporáneo…



Poeta contemporáneo…

Intento ser poeta contemporáneo,
de esos poetas
que forman arte con lo reciclado,
con los versos libres
que al parecer no deberían tener métrica,
pero si algo de estilo,
intento describir la muerte y mis miedos,
hablo de la soledad,
de las veces que fui o
de las veces que regrese,
de mi experiencia no intencionada,
de estas agresiones del consumismo
y los recortes de personal
porque el mundo esta en crisis y
porque la crisis tiene hambre
y ya no bastan los héroes
ni los superhéroes,
ni el control de las emociones,
ni las largas jornadas en ayuno;
soy incapaz de hacer un poema,
soy incapaz de concéntrame
en todo lo que deseo y
me dejo desbordar por la pasión,
luego, bajo la mirada
ante todos,
me preño de mi desnudez y
salgo a las calles a parir
pancartas, a leerle a los demás
lo que considero
un poema contemporáneo,
lo que según yo les puede interesar,
pero nadie escucha mis versos,
ni se asoma a mis miserias,
tan solo se ríen, se dicen,
se comentan para ellos mismos,
que otro loco se ha escapado
de la casa de la risa,
que las autoridades
deberían tener más cuidado.

No soy capaz de terminar mis versos,
quizá porque no encuentro uno
con la dosis adecuada de la no métrica,
quizá por los miedos a la critica
de la constructividad contemporánea,
pero la verdad es que no tengo
la más minima idea
de que es lo que hablan
los poetas de ahora,
tampoco los de antes y con seguridad
tampoco pueda saber
de lo que hablaran
los poetas del después.

Ojos de agua


Ojos de agua

Ojos de agua y canto,
presencia que caes del cielo,
no porque necesite que me protejas,
ni porque tu risa me despierte
de este largo letargo o
porque tus aguas llenen mis andanzas o
tu mirada me aleje de la muerte inmediata,
de esa muerte que aunque
no tengo idea de cuando llegue,
a veces siento el rondar de su esencia.

Convoco a los muertos a cada rato,
como si ese fuera ese mi oficio,
como si la muerte fuera la música
que suena muy dentro,
como si desde dentro
el llanto no fuera otra historia
que la ya vida dormida.

Ojos de agua, de espacios,
de atrevimientos intensos,
manos de poeta,
cuerpo de arte,
arte en todos tus arrebatos,
dolor que me intrigas,
historias que me estas negando,
río revuelto de un verde intenso,
que en los claros oscuros te transformas
y parece que todo es diferente
que ahora, tienes ojos de tierra

Ideas que se escapan del lenguaje


Ideas que se escapan del lenguaje

Qué es un mundo imaginado, acaso este encuentro con las letras, con estas palabras que por un segundo pienso que fueron ingeniosamente concebidas, o son los inventos diarios, esos que nos hacen aparecer un día en medio de la nieve, y decir que la hemos tocado, que la hemos olfateado, cuando quizá lo más cerca que hemos estado de ella es en nuestra imaginación. Un mundo de adeveras, pero con cuentos, con inventos, con noticias y uno que otro sentimiento encontrado y las horas muertas. Pero no hago otra cosa a diario que mudarme de sueño en sueño, de imaginar que el mundo es otro y que es perverso y creo que con toda esa perversidad y todos esos imaginarios se puede escribir un libro, no importa el tema o si es que el libro habla de algo, sino escribir, porque al hacerlo estaré pariendo y tendré esos hijos que todo mundo añora, un hijo que no consuma toneladas de pañales y no tenga que limpiarle sus desechos instantáneos, acaso no es eso más perverso y duradero que la misma idea de tener un hijo, en el fondo cada uno se debate en sus locos sueños, incluso lo imaginario en ocasiones nos llena de melancolía. Escribir una historia separada de lo que soy, de lo que pretendo, es como creer que la navidad es la nieve o que se pueden inventar las cosas, puede uno incluso estar contagiado del realismo mágico de un gran número de hombres, pero ese mismo realismo viene contagiado por una dosis de verdad, de la historia misma de cada uno, de lo que nos toca vivir, pues sin vivencias no existen historias y apelar al recuerdo es intentar contar las cosas como una las recuerda y no como fueron y después de todo esas cosas terminan llenas de mentiras aunque a nuestro favor podamos decir que nunca es así, que somos lo más íntegros y sinceros de de este mundo, en el fondo siempre gana la vanidad, así que una historia contada al pie sin margen de otros acontecimientos y digo al pie de lo que nos pueda suceder, de lo que experimentamos, de las voces de un orgasmo, no de los recuerdos de un posible orgasmo o las pasiones de aquellos años donde nuestra inseguridad más bien nos hacía débiles. Por supuesto que hoy en día todos son ingeniosos y son Quijotes, que todos tienen bajo la manga a su maga y sus hechizos son los más profundos e inexistentes, pero que se combinan a la perfección con lo que se desea, si la navidad se pudiera traducir como la presencia de la nieve y si todo aquello que desconozco tuviera una estación, es probable que estaría mucho más perdido, pero como todo ese desatino, y todo esa serie de sensaciones no son otra cosa que mi mundo inventado, entonces no importa lo que se pueda o no conocer, lo mejor es seguir en lo que se desea.
Me he mudado de sueño en sueño, en el proceso he perdido una serie de amigos y me he encontrado con libros que ni siquiera imaginaba su existencia, me he mudado tantas veces como he podido, he conocido el rincón de una tierra insospechada, saboreado el beso más amoroso y me he enamorado donde al parecer no existía alguna esperanza, pero quien no se ha enamorado incluso de la muerte y resulto al final de todo ganador y con ello se gano una inmortalidad que pareciera compleja, después de todo la mejor de las inmortalidades es cuando te mueres, porque eso de vivir miles o cientos de años seguro que es de lo más cansado y nunca nos logramos satisfacer del todo.
Aún me puedo encontrar por las calles con las hojas caídas en el otoño pasado, puedo encontrarme con miradas perdidas y suelo perderme entre la ropa más extraña para arroparme de un frío mentiroso pues no hay nieve y la navidad esta encima. El frío me recuerda un rincón de Chile, y de aquella tarde cuando llego José a las cercanías de la Chimenea y me rescato, no se aún si del aburrimiento o de mis ganas de no morirme de frío o de que aquel viaje se transformara en un encuentro más con la soledad, pero ese movimiento estratégico, esa pieza bien llevada por unas manos virtuosas para el piano le dieron otra dimensión a la vida, dieron el verdadero pulso de un viaje, entonces el corazón empezó a bombear notas alegres, no dejo un segundo de descanso y me enamore, me llene de la tierra, de los ojos, del agua, de las historias y la magia que encierra cada lugar, ese era el mejor de los momentos para escribir una historia, pero no me quise arriesgar, pero todo estaba allí, si fuera un pintor, equivaldría a tener el caballete listo y entonces el lienzo se empezaría a poblarse de todos los colores posibles, esa fue el mejor despertar, pero por supuesto que esas cosas si las dejas escapar, corres el peligro de olvidarlas para siempre. Entre tantas vivencias, recuerdo que olvide los calcetines, medias o como se llamen a la interfase que va entre el pie y el zapato, y luego el frío, quizá recuerdo todo esto porque en esos días el frío se dejaba sentir. La primera noche lave los calcetines y los puse a secar sobre el radiador, pero no me fue muy bien porque al otro día me los tuve que poner húmedos pero la cosa fue peor, dure muchos días con ellos y la situación no fue nada cómoda, hasta que me decidí a tirarlos y ponerme de forma prestada unos que no eran míos, cualquiera puede decir que debía salir a comprarme unos y dejarme de tonterías, pero saben no es como comprarse una maquina de afeitar, además en la mayor parte del viaje andaba sin dinero en los bolsillos, algo que no era fuera de lo común en mí. Pero hablaba del olvido.
Lo cierto es que en gran medida cada uno genera su dosis de incredulidad y eso a larga resulta ser el callejón que nos lleva a los eventos más formidables y milagrosos, pero en el fondo ese mismo callejón nos puede llevar a los abandonos. Un día abandone a uno de mis amigos, aunque antes él ya me había abandonado, pero no importa si ellos me abandonan, sino que yo decidí abandonarlo para abonarme a la cuenta de amigos a uno, que ante el primer comentario negativo decidió que su silencio era lo mejor y que si quería ganarme más de su amistad tendría que hacer mucho más de lo que hasta ahora había hecho, y la verdad es que hasta ahora yo no había hecho nada, solo que en el momento más complejo, en el momento en que tenía que estar sin que me lo pidieran, allí estuve y cuando era mi turno me tope con pared, y no estaba huyendo, solo que estaba lleno de miedo. Al amigo que me sirvió para el cambio, nunca más volví a escuchar de él, quizá viva y de ser así ahora estoy territorialmente mucho más cerca de él, pero buscarle es como querer encontrar el santo Grial y empezar a llenarme de historias fantásticas que nada tienen que ver con el verdadero significado de lo que deseo y persigo.
He abandonado tantas veces como me han abandonado y pocas ausencias me duelen. En todo este camino, me he encontrado con otros cómplices, la mayoría tiene forma cuadrada y en su interior guardan grandes tesoros. En parte, fueron quedando en mí gracias a los vicios de unos ojos, esos ojos de lluvia, ojos de ríos, donde el agua nunca se revolvía e invitaba a nadar en ellas, por esos ojos empecé atreverme, a jugar que soy lo que aún no logro ser, aunque para ser sincero no se que esperaba ser. Quizá deba seguir buscando dentro de mí, quizá sea posible encontrar un lugar imperfecto donde salgan a flote todas las cosas que no soy y pueda reconocerme en todo este continuo proceso de lo imaginado y de lo que ingeniosamente me ha ayudado a vivir. Pero los libros no se hacen solos, uno debe empeñar su palabra, su vida, debe llenarse de historias, debe permitir que los demás les cuenten que es lo que pasa en su mundo, debe dejarse seducir por sus imperfecciones, por sus ritmos, no creerse del todo aquello que no tienen nada que contar o que no les alcanza el tiempo, muchos menos creerse que ciertos tipos de errores les han llevado al fracaso constante, la verdad es que no, la idea es atreverse, mirar a los ojos, no dejar de enamorarse y seducir a la vida y a los dueños de historias, no con el afán de robarlas, sino con la idea que desde ellas se puede construir, aunque sea un poco de esta locura, de imaginarios, de héroes, de victimas, de sueños, del mundo inmortalizador, de esos hijos que se desean tener sin necesidad de cambiarle los pañales o de gastar en cesáreas y heridas que quizá con el tiempo vuelvan insensibles a ese pedazo de piel…mi necesidad viene de la mano de estas ganas de parir, de hacerlo yo, pero para eso necesito contar como son las cosas y no como las recuerdo, y esa es una tarea muy complicada, más no imposible, quizá con un poco de suerte descubra las imperfecciones y empiece a describir mientras escribo en paginas transparentes.

lunes, 22 de diciembre de 2008

FRONTERAS

LAS IMAGENES SON DE OTROS




Fronteras…

En nuestra pequeña ciudad,
la muerte se aparece todos los lunes,
aquí todo es fronterizo,
los autos, las aves, el río,
existe un río para los de este lado,
como otro río para los del otro lado,
aunque no sé para quien son las muertes,
sí para ellos o para nosotros.

De aquel lado la muerte,
se aparece los días de compra
cuando te encuentras
mucha gente en las calles,
así puede escoger a gusto,
aunque si pones atención
todos los días son iguales,
que bien se podrían llamar
lunes sin problema alguno,
lo cierto es que todo es fronterizo,
el auto del vecino,
el perro de la esquina,
la ropa interior, los sueños,
las dudas, todo al borde,
al limite y para pasar
siempre se debe pedir permiso.

Aunque la muerte no precisa de permisos y
no le importan los limites;
en ocasiones me pregunto
por sus territorios; o
por qué arrebata las vidas a mitad del río,
sin saber sí es la muerte del otro lado, o
la de este lado la que esta haciendo su trabajo,
qué es el otro río, qué es de ellos,
qué es de nosotros, qué es de todos.

Recorridos...


Recorridos…

Cuantas distancias recorridas
sin más cobijo que el cielo,
ese cielo protector y amigo;
recorridos que me han llevado
de un extremo al otro,
extremos que ahora extraño,
pero que nunca añoro.

Transitar obligado
que me permitía
desmarañar mi interior,
escudriñar mis pasiones,
despertar mis demonios;
recorridos que me hacían
repetir siempre la misma pregunta,
esa de quien termino con quien y
el por qué ahora estaba en el fin del mundo.

Estos recorridos que me han llevado
hasta donde ahora me encuentro,
no arrojado, sino con pasión repentina y cierta.

Recorridos que me hacen desmarañar
mi verdadera esencia,
mi pasión inmediata y la de largo plazo,
para tener crédito de mis historias,
de mis locuras, de mis andanzas.

No soy inocente en los abandonos,
desde que empecé a escribir
soy culpable de casi todo,
no se contra quien estoy,
pero en todos las esquinas
siempre me encuentro
con un posible enemigo,
que es el monstruo de mis espejos.

Cuando me cuentan las historias de quien corta con quien,
cuando alguien me llena la vida de sus miedos,
me dan ganas de seguir vagando,
como huyendo,
tratando de encontrarme con mi esencia,
escarbar donde nadie lo ha hecho,
beber con tranquilidad
la refrescante historia de lo que fuimos,
sin embargo no se contra quien o
con quien debo disculparme
por los errores de ese pasado;
mientras tanto el monstruo me acecha
y tengo que seguir con mis recorridos.

Principios...

Por qué uno se encuentra ante situaciones que nunca esperaba. No puede ser motivo del azar y mucho menos de la suerte, o es que acaso existen las segundas oportunidades y estas vienen por si solas, sin que nadie las pida. No lo sé. No puedo decir con precisión que es lo que nos incita a tomar o dejar en nuestro andar una serie de eventos, no se hasta donde nos puede llevar la vida sin vernos amenazados por la presencia de la muerte y si todo lo que nos pasa es porque así tuviera que ser, lo cierto es que no creo en aquello de que las cosas ya están determinadas. Pienso en la existencia de nuestra vida como consecuencia inmediata de lo que hacemos, pero en ello uno debe preguntarse de cómo es que nos afecta el principio de incertidumbre. Tampoco lo sé. Por qué nuestra mirada salta de un lugar a otro y pensamos siempre en lo alegre, en lo incontenible que puede ser la vida si estamos en medio de esos eventos, por qué un día creemos aburrirnos y olvidarnos de todo aquello que nos ha llenado de pasión a lo largo de nuestras vidas, y entonces dejamos que la pasión despertada por la vista sea aún más poderosa que todas nuestras emociones juntas y en ese momento pareciera que nuestros latidos son más fuertes, sin explicación alguna. Por qué es que todo se nos presenta de forma intencionada pero sin intenciones y vemos lo que los demás no logran observar, sin ese necesidad de andar anunciándose, más bien, desnudos.

Me entere que ya nació Isidora. Un regalo de la Diosa Isis. Un Don de vida, eso espero que sea para mi amiga Pilar, que mientras ella esta en medio de sus batallas, yo libro las mías, en esta lucha por no saber que hacer, en esta pasión que desborda, pero uno debe entender donde termina la pasión y entra la obligación, uno debe dejarse vencer por el sentido de la responsabilidad y abandonar todo lo que ama para ser dueño de mil efectos materiales. Me he debatido mucho en los últimos años por sacar adelante mi proyecto, es cierto que si hago un balance no he logrado mucho, al menos no como yo pudiera querer, en cierto modo este año deje de escribir, empecé en algunos momentos historias pero todas inconclusas y eso y no hacerlas es lo mismo. Conforme pasan los días cierto encanto de agresividad se ha ido apoderando de mí, en ocasiones me asusto y entonces duermo menos, y duermo menos porque me preocupa que al despertar me encuentre con un monstruo, pero lo que más me da miedo es ya no despertar, no quiere decir que le tenga miedo a la muerte, sino ya no despertar queriendo ser lo que por tantos años he deseado, me da miedo tener que madrugar todos los días por tener que cumplir con un ritmo de vida, con un temblor por todas las noticias diarias de este mundo y por el desencuentro. Si ya no viviera más creo que no tendría complejo alguno, es decir de un tajo se termina todo, el sueño, la locura, la pasión y por ende la vida. Pero despertarte y saber que dejas todo lo amado a un lado por tus miedos, por no ser capaz de hacer las cosas que te llevaran a lo que amas eso si que espanta. No duermo porque me da miedo perderme en el sueño y regresar a un mundo que nunca me a gustado, el miedo no es que me lleve a donde no deseo, pero cada vez aprieta más y me obliga a tomar decisiones. Este es un año seco, no he logrado prácticamente nada, a veces pienso si es que necesito de la tristeza o es que en realidad no se escribir de nada. Eso me espanta.

El otoño termino por irse. Muy cierto es que dejo a su paso muchas horas de frío e inquietudes, vino a revolverme las noches, no perdió tiempo para arrebatarme de mi idilio tantas veces pudo, me trajo noticias sorprendentes, algunas dolorosas como las que llegaron desde Chile, al igual desde ese país una tarde, la tarde de la presencia del otoño en esta parte del continente, me trajo noticias llenas de esperanzas. Debería decir que los días grises me llenan de melancolía y aunque no soy amante del frío, los prefiero si por allí, sin hacer mucho escándalo se asome el sol, me gusta el aire fresco, pero no en exceso. Extraño las charlas con mis amigos, a veces de tanto extrañar tomo el teléfono y llamo a quien sea, no a quien quisiera, pero esas platicas mediante el aparato es fría, porque siempre hace falta el apretón de manos, el buen abrazo, incluso hace falta un café aunque yo no sea buen bebedor de café. Hace falta pues lo cálido, lo humano y no dejar que esta época nos enfríe el alma. Cualquiera puede decir que todo esto suena a lamento o soledad, incluso a amabas cosas, la suerte es que no es así. La suerte si es que existe es que estoy más cercano que nunca a la compañía, al abrazo y al amor, la realidad es que no estaba acostumbrado a ello, que en ocasiones todo me parece complicado, más no imposible.

Empecé con la idea de escribir un libro, un día me di tanto vuelo que avance a grandes pasos con las ideas, no se acabaron estas ni el aire para hacerlo, pero algo en mí no esta funcionando de manera habitual o lo que hasta antes era habitual, algo en mí se ve transformado, algo me mantiene en alerta, pero confieso que no sé que es. Los amigos. No se con que precisión extraño a alguno de ellos. No quiero comprometerme con ideas locas y con todo ese cuento de los propósitos de las nuevas épocas, lo único que deseo es poder seguir haciendo esto que me gusta, seguir trabajando con las letras y tomar todas las opciones posibles de estudio para convertirme en realidad en lo que tanto he deseado, y no perder nunca más los sueños, al menos el otoño ha hecho favor ya de marcharse, no se si el invierno sea aún más duro, pero al menos tengo la esperanza que al irse lo que continua es todo más colorido y las aves cantan con mucho más fuerza al llegar la primavera, al menos se que si me esfuerzo y si por alguna suerte de esta vida logro ser disciplinado llegare hasta done quiero.

Todo lo dicho puede ser un loco sueño, podría estar dormido y no recordar estas líneas o quizá nunca las olvide de tanto que han estado en mí. Amo a mis amigos, amo mi mundo y amo a Claudia.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Regresos...

Las dependencias en todos los sentidos, las entregas emocionales, las disputas internas y estas voces diarias que no dejan de seducirme, de lanzarme a donde se les da su gana. Si en realidad deseo dormir la única forma de parar los pensamientos es acudiendo a la dependencia del Rivotril (clonazepam 2.5 mg/ml)aunque no se explicar mucho de eso, debo decir que sus efectos son mínimos, más bien, existe una especie de letargo cuando estoy del todo cansado y creo que en vez de dormir me pongo en un estado de no actividad, quizá porque para esos momentos mis ojos ya demandan la ausencia de luz y mi cabeza, bueno he hablado tanto de ella que ahora no merece la pena seguir con el mismo juego. Ahora bien soy enemigo de la dependencia o codependencia para poder vivir, es decir desde siempre me niego a todo lo que se inserte en mi como una costumbre necesaria o una necesidad costumbrista, incluso para el amor o en el amor mismo, no me gusta depender, y al intentar moverme no poderlo hacer porque algo me absorbe, pero eso no se puede explicar, lo que si es explicable son los sueños, las ganas de hacer muchas cosas, de lanzarse a la aventura y descubrir todo lo que en el pasado no muy lejano hemos dejado pendiente, aunque eso no necesita de explicación sino más bien de convencimiento.
Por si fuera poco en ocasiones dejo de comer, al menos durante las mañanas que es cuando nadie me dice nada, pero después ni como evitarlo, las miradas, las palabras de que uno no debe de hacerlo te orillan a no negarte más y mira que no es un problema de sobre peso, sino que a en ocasiones el sistema digestivo no funciona igual y no se te antoja comer absolutamente nada. La melancolía quizá o estos días con frío, los días así no me preocupan, lo que no me agrada es que estén grises, es un motivo suficiente para dejarme llevar por mi gran tristeza y me pongo a cantar porque no quiero que nadie me vea llorar. Soy ateo es cierto, pero en mis recuerdos muchos de ellos vienen ligados con alabanzas cristianas o lo que es lo mismo con coros, a mi abuelo es la única forma de poder recordarlo de manera total sin desvíos, desde su plena sonrisa hasta el timbre de su voz, pasando por su olor y saber de piel, pero los días fríos me propician tristeza porque siempre el marco que les antecede es un sombrío espacio, y luego si el viento se le ocurre meterse hasta entre los huesos uno parece no tener voluntada y se abandona a a sus pensamientos, a sus deseos y a esas ganas de salir huyendo. Mejor ni hablar de todas las veces que he tenido que salir huyendo, que de solo pensar en ello me da mucha más tristeza, pero deben entender que la culpa la tiene el clima y estas épocas de fiestas, quizá por eso no me gustan las fiestas, porque entonces descubro en mi rostro un aspecto diferente.
Y donde encuentras en estas calles a los poetas, lo cierto es que si quieres cruzar el puente a pie te encuentras con un mundo lleno de diversidades es decir una reunión de múltiples culturas que la universalidad del mundo se ve allí en ese instante bien plasmado, pero cuantos de ellos van para quedarse al otro lado porque según de aquel lado todo es seguro y puedes andar por la calle de manera segura y si tienes algún problema basta con que llames y acuden a tu rescate de forma inmediata. Cuantos más de los que logran pasar ya no regresaran nunca. El caso es que todas esas circunstancias son una forma de vida, algo que me he negado a prender e lo largo de todo este año y pretendí encontrarme con poetas por debajo de las piedras y levantando el polvo y encerrándome en este mi mundo particular. Por supuesto que en las calles puedes ver caras largas y caras de todo tipo, quizá me he topado con cien o con mil poetas que van preocupados de sus cosas o si el cierre de las fabricas es evidente y entonces ya no tendrán lo necesario para poder pagar sus gastos de soñar a que escriben a exteriorizar todo lo que les ahoga y entonces en que se convertirán, serán en un futuro no muy lejano y en el mejor de los casos asaltantes o se agregaran a la nomina de los malos y se atenderán en un buen hospital y al fin tendrán un auto, vaya uno a saber pero las cosas están así de dispares y uno que se empeña en no querer enterarse, aunque la necesidad tarde o temprano me llevara hasta ellos, hasta descubrir lo que en verdad los mueve. Seguro no es el hilo negro de la imaginación. Cuanta gente muere en estos tiempos, en esta temporada que la verdad ya no se sabe si es tiempo de dar y recibir si es temporada de amor y amistad o tan solo es temporada de cacería, cuantas gentes salen de sus casas portando armas sin saber siquiera manejarlas pero que el hecho de traerlas les da poder, que hacer ante tanto alboroto de una sociedad que agoniza ante los embates de una crisis mundial que no nos dice nada en cuanto a números pero que en nuestros bolsillos se refleja a diaria y sobre todo en nuestro estomago causa el más grande de los estragos. Problemas financieros destructores de la fábrica de los sueños. Hoy he sentido la necesidad de encontrarme con los poetas, no importan que estos tengan caras largas o estén cansados de tantos estudios, separaciones, suicidios o de la vida misma, es necesario reorganizarse y seguir con esta vida secreta de voces, de versos y de presencias en un mundo que se quiera o no nos pertenece a todos.

Ruidos en todo mi interior, asusta.