sábado, 31 de mayo de 2008

re-en-cuentro...


Recuento de otras batallas.

Me llamaba por las madrugadas para decirme que estaba triste, no entendía ese comportamiento, muchas veces recién nos habíamos visto, pero invariable su comportamiento, le caso es que nunca lo entendí. Otras costumbres me dejaban con la sangre helada, pues parecía que la noche estuviera esperando para que ella hiciera de las suyas, aunque la suya, o las que fueran poco me importaban, en fin que el tiempo pasa y todo aquello quedo grabado en alguna parte de la historia y yo cuento lo que recuerdo, lo que he olvido es imposible de contar, quizá otras versiones digan que todo esto es una alucinación mía, pero confieso sin-vergüenza alguna que no me importa mucho, lo mejor de todo este cuento es experimentar la libertad. Otras veces me enojaba porque no me llamaba y se ausentaba por largas jornadas, era simple, en esos tiempos estaba con el otro, pero cuando la relación con el otro se terminaba entonces me buscaba, aunque debo decir que en la realidad yo era el otro, muchas veces fui el otro, el consuelo cómodo, el instante necesario para salir de la depresión, digamos la distracción que hacia falta, después, quedaba inmerso en los recuerdos, en un pasado que no era necesario recordar, esa era la vida.

Puede que pueda



Puede que pueda

Puede ser que ande por allí,
excitado,
que tenga ganas de beber coca cola
mientras tú vas al baño,
puede que quiera,
sin saberlo de forma exacta,
pero puede que quiera
desnudarte mientras
bebes tu vodka.

Puede sin tener la necesidad
de descubrirlo,
el salir de esta rutina,
de hacer tantas cosas
o no hacer nada
y no hacer nada
no significa dejarse morir,
ni dejar de preocuparse,
mucho menos preocuparse
por las cosas de la rutina,
puede que quiera
beber en tus labios
los recuerdos de otras noches,
tal vez quiera y no pueda
hacer desaparecer
las historias que nos congelan,
pero en esto de querer
y poder, es algo sin sentido,
porque uno no conoce
los límites,
así que puede que quiera,
pero no me detengo
a investigar
lo que puede ser.

Mis gustos


Mis gustos….

Unos ruidos que no entiendo, el constante siseo de la nevera, el constante zumbido del ventilador, los sonidos de otros, las locuras de los demás, el ritmo y las notas sin medida. Me gusta más cuando estoy solo, cuando restrinjo los vasos comunicantes de la energía eléctrica y cuando los aparatos no vomitan sus quejas, me gusta más mi parte humana.

REALIDAD


Realidad

Acá no existe el glamour,
sino una visión deformada
de lo que se puede llamar la moda,
así como sus consumismos,
no existen palabras para describir
lo que se observa, tampoco
tenemos espacios para los locos o
los aventureros, ni sitios para viajeros,
más bien la imagen corresponde, a
un loco día de la vida, en medio de la nada,
tampoco tenemos bares parisinos para poetas,
es más lo que tenemos es un río
que divide un sitio de otro,
como si esa fuera la gran barrera
que detiene a los locos, y luego
los sueños de fugas o de los que vienen
desde lejos para cruzar
esa frontera húmeda e internarse
con verdadera fuerza en sus sueños.

Acá lo que existe son camionetas blindadas,
“trocas” como dicen,
pero con vidrios polarizados y
la ronda de los militares que cuidan el orden,
existen lenguas venenosas,
comentarios sin sentido,
poco apego a la honestidad.

Acá por no decir otras cosa,
existen puestos de tacos inventados,
tacos sin identidad, y alguna que otra
rosticería o puestos que venden
todo aquello que ya han usado
los del norte inmediato.

Acá no es la entrada del paraíso,
ni el universo del purgatorio,
exactamente es un lugar sin nombre.

No se porque, pero me parece
que todo esto lo escuche
en otra parte
vaya uno a saber.

Cosas sin sentido...


Sin sentido…

Cuando salgo a la calle pienso que todo el ambiente huele a muerto. Entonces recuerdo las cosas de la Universidad. Llegaba el profesor, que dicho sea de paso fue un buen amigo ( un 29 de febrero decidió arrebatarse la vida, lo peor es que lo hizo con lo que yo había planeado para la mía, que se joda el cabrón) y nos decía acerca del agradable aroma de los cuerpos, pero sobre todo que olía a muerto, que el esperaba que como regalo de clases el olor a cuerpo de un grupo de adolescentes fuera el propio de ellos y no ese olor tan pestilentes de cuerpos que se van deteriorando, muchas veces nos hacía reír, pero cuando nos dimos tiempo para observarnos, descubrimos que nos gustaba caminar con la mirada agachada y el cuerpo encorvado, que raras cosas. Ahora cuando salgo por estas calles descubro gente que va cansada, no importan las edades, ya van cansados, quizá de los mismos chistes, del calor, de la patente soledad que se respira o de sus ganas de vivir del “otro lado” y no poder. En fin todo esto carece de sentido, solo que cuando recuerdo esas cosas me da por pensar que la gente anda por las calles oliendo a muerto y quizá muchos puedan enojarse con tal concepto y se preste a la discusión, hoy no importa.

Otros demonios


Otros demonios

Existen días en los que no quiero despertar o por lo menos levantarme, en esos días donde el animo decae hasta los suelos, qué inventarse, si a uno se le ocurre el discurso menstrual seguramente que me tachan de agresivo, de grosero y no se cuantas cosas más, las gripas no funcionan conmigo y tampoco me puedo levantar en actitud despreocupada, todo despeinado y argumentar una noche fatal, en general no duermo o lo hago muy poco y miren que no me estoy quejando, siempre ha funcionado mi vida así. Por lo menos he regresado a las lecturas, pero confieso que mis ojos no resisten mucho, los médicos especialistas son muy buenos para cobrar pero nunca me dan un diagnostico efectivo, que decir de los tratamientos, existen días en los que deseo culpar a mis ojos de estos constantes dolores de cabeza, lo que sea con tal de que no me duela, pero la verdad es que por más que intento engañarme las cosas no son tan simples, otras veces me digo que me lleve la fregada(por no decir la chingada), claro que todo eso es una franca decadencia ante las responsabilidades diarias. Ayer vendí un viaje, se que suena extraño, pero bueno eso hago, vendí sin poder concretar la venta porque el tipo que lo necesitaba, deseba pagar con la tarjeta de crédito y la mayorista que me vende deseaba que le pagara en efectivo, lo cual dificulto todo, el punto para poder hacer los cobros aún no me llega y eso que no he solicitado las máquinas gratuitas, es decir pago por ella alguna cuota al mes, el caso no es si la venta se realizo o no, sino que eso me sume en apatías, de por si no me gustan tantas cosas y tener que estar en ellas, y no saber por cuanto, pero no me resigno a morir en ese ambiente, lo siento mi condición siempre se impone, que hacer cuando se tiene ese sentimiento de cazador y no de cazado. Por lo pronto me levante, de mal humor, pero he fingido durante largo rato con sonrisas que cubren mi rostro, después me quede solo y me sumí en un dialogo sin sentido. “cuida de no estar despeinado me dijo mi otro yo, eso es fatal”, me reí, descubrí de nuevo y no sin asombro que he caído de nuevo a mi estado emocional más precario, pero ahora ya no me espanta, soy así, lo comprendo.

jueves, 29 de mayo de 2008

Paseos


Paseos

Hace un rato pensaba que la s cosas no pueden simple ocurrir porque estén destinadas a existir. Mi loca condición de viajero me ha llevado a conocer diversos parajes de estas tierras, siempre que lo he hecho me dejo sorprender por el cielo, parece que en todos los lugares fuera diferente, no importa que en las calles de Tánger uno nunca deje de subir, esas calles son raras, pues siempre estas subiendo, por ende bajando en otro punto, son calles raras como pequeñas ondulaciones que siguen una de otras, cuando est6as en esas calles y te dejas atrapar por los sonidos o por arquitectura del lugar, grandes cubos por todas lados y la ciudad misma metida en un rectángulo, no logras descifrar ciertos misterios de la ciudad. Un recorrido as pie te hace comprender las cosas con una visión no acertada de lo que allí pasa pero al menos te hace parecer que así es. Los olores nada tienen que ver con la visión del cielo, allí te encuentras con un cielo extraño entre azul y grisáceo, un color desafiante para la alegría diaria, más bien te invita a la desolación o la depresión casi necesaria para comprender porque mucha gente tiene esa cara de agotamiento, los cantos, las disciplinadas horas de los rezos, la gente misma que se confunde entre idiomas que podrían llamarse oficiales, pero que usan porque de otra forma no podrían comunicarse y el no hacerlo los arroja al mundo con mucho más carencias, el espectáculo consiste en dejarse ver, en mostrar sus rostros y sus cuerpos que van metidos en medio del albornoz, la vida allí no es una tragedia diferente a muchas de las vidas que podemos encontrar de este lado, pero muchas veces nos gusta exagerar lo que vemos, lo que sentimos, lo que olemos. Tánger huele a la antesala del infierno, si es que se puede decir eso de manera conceptual, sin que para ello uno estuviera en dicho lugar. Pero hablaba del cielo, de ese monto protector, que muchas veces me parece desnudo y lo veo como un profundo abismo, donde más allá del cielo solo se podría encontrar la absoluta seriedad de lo oscuro, hablar así del cielo es como intentar convencerme de que el ombligo es tan solo un punto de referencia, que no tiene verdadera importancia, que su razón de ser después de abandonar el transito uterino, es nula y que fundo su función como una cicatriz de la herida más grande, de la herida que nos condeno a esta búsqueda constante de lo que deseamos amar, a la búsqueda de la felicidad experimentado mientras estuvimos adentro, es el destete con la vida, es la forma agresiva de arrojarnos al mundo y el ombligo se encarga de recordarnos esa trágica historia, así pienso que nos pasa con el cielo y sus matices dependen mucho del estado emocional de la materia gris que habita al otro lado, allá donde nuestros ojos no pueden ver lo que sucede. Después de todo tan solo soy un viajero que va de paso y en esos paso observo de manera sorprendida al cielo, también me gustaría observar ombligo, no cualquier ombligo, solo los ombligos de ellas, la mujeres que han venido en nuestros sueños.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Propiedades


Propiedades

Lo que tengo es menor a un dolor de cabeza,
diferente a una estabilidad del estomago,
es mayor a cualquier fracaso e inestable
como la bolsa de valores,
lo que tengo, no se compara
con una campaña política,
ni con un domingo en la playa,
es mucho menos que una noche en vela
o una loca fracasada.

Mientras pienso en todo esto me debato en la inquietud.

Lo que tengo no sabe de valores absolutos o raíces cuadradas,
no entiende de suma de complejos,
ni de complejos del alma, es más,
lo que tengo aún carece de nombre,
pero va conmigo en todos los pasos que doy,
lo que tengo pisa al mismo ritmo esta tierra necesaria.


Dicen que lo que tengo se autonombra alegría....

Quererse así, al ritmo de ambos


Quererse así, al ritmo de ambos…

Entre los dos no existe historia,
ni distancias insalvables,
ni retoques de lo que nunca fuimos,
el amor se invento,
los sueños se inventaron,
la necesidad de estar uno con el otro,
fue uno más de nuestros inventos,
entre los dos no existe otra cosa
que la necesidad diaria
de conseguirnos un sueño
que roce con la realidad,
aunque en el fondo ambos estemos vacíos.

Entre los dos, las distancias
son un pretexto para querernos,
para jurarnos amor, mientras, en corto,
en donde esta nuestra realidad diaria,
nos vamos entregando al verdadero amor;
entre ambos, los pretextos sobran,
los ruidos matan,
las noches en vela son como el respirar demandante,
tus labios o tu cuerpo son ausencia constante,
tú o yo, somos extraños amantes,
que dicen quererse, sin importar otros desastres.

Entre los dos vamos sepultando los besos
que nos hemos procurado en todos estos años,
entre los dos no existe otra necesidad
que el show casi estático de lo que nombramos vida,
pero ayer viniste arrebatarme la vida,
porque te hacia falta un loco pretexto
para confesarte enamorada,
viciosa y dulcemente enamorada,
pero no existe en los dos esa necesidad
de irnos negando en amores de otros brazos,
pues entre los dos, todo es inventado.

Llegar tarde...


Llegar tarde

El tiempo para llegar,
las esperas, los que desesperan,
los espacios, las circunstancias,
la vida, los tiempos de sobra,
espacios en rebeldía,
historias que se ahogan
mientras estas dormida,
tu cuerpo, el mío, el de todos,
las noches en las que retumba
tu nombre en mi inocencia inconsciente,
me nombras mientras intento dormir,
no me dejas existir, estas ausente,
me llamas, me desvelas,
mi cuerpo se agota,
tus manos son recuerdos
de una caricia, me excitas,
me derrotas, me nombras,
no me dejas reír,
sin embargo llegamos tarde a la cita,
ahora la vida es otra.

Mi lengua se resiste a la compañía
del sonido de tu nombre,
tu voz me toca,
soy presa de tu abandono,
me resigno, guardo silencio,
el tiempo no deja de pasar,
el tiempo nos provoca,
pero ambos sabemos
que ya es tarde.

Manías



La línea que pone menos distancias entre los dos,
esa que llaman recta,
parece que va desconociendo los caminos trazados,
desconoce todo,
se va hasta llegar a vericuetos nunca antes pensados,
las manías de mis pies me invitan a atravesar mares,
me llevan de ida o de vuelta a donde mis sueños
se van perdiendo entre esa consistencia calcárea.

La piedras siguen rodando,
nuestro encuentro sigue en sueños,
nuestros labios en desnudos nos nombran,
nos distancian, nos cambian los sabores,
mientras nuestros pies cambian de rumbo,
esos pies que no se rinden a las manías,
estos sueños que no se rinden ante nada
y evitamos domesticarnos,
porque la vida en mayor o menor medida, es libertad.

Las aguas de los mares me siguen,
mis manos descubren las heridas de otras batallas,
la mar me regala sus ruidos
y tú me dejas con tus ausencias,
todo quizá sea parte de la rutina,
todo es parte de estas manías.

sábado, 24 de mayo de 2008

otras locuras


De los posibles viajes a la España de ahora…

A propósito de los amigos que viajen a España y con eso de las leyes del Ministerio de interior, deben de tener cuidado de cumplir con todos los requisitos que la ley les pide, en letras chiquitas dice el propio documento de dicho ministerio en su apartado de documentos para viajar a España, que es necesario contar con la documentación que diga acerca del tour turístico contratado o las reservas de hotel o la carta de invitación de algún amigo, cosas que en el fondo se convierten en una artimaña grotesca si es que ellos, los de migración deciden no dejarte pasar. En mi último viaje me paso, cuando viajaba por tierra de una ciudad francesa al norte de España, la policía de migración en el punto fronterizo de Irán, decidió que no podía pasar porque ellos así lo decidían, sin más explicaciones, por lo menos no me detuvieron y encerraron unos días. Así que más vale andar con precauciones, que si no les caes bien, te regresan a casa y por si fuera poco te dan un trato digamos racistas, al parecer no les gusta nuestra presencia, pero no es nuestra culpa poder hacer un viaje y llevar a la España algo así como 3684 millones de euros para el primer trimestre del año. Quizá deberían de tener un poco más de respeto por elegirlos como destino turístico, es lo menos que merecemos o no creen eso…Podemos citar números, frías estadísticas y demás información que nos den una idea de lo que ocurre en realidad, quizá nos digan que son casos aislados

Mudo o loco?


No se porque me he mantenido alejado de mi pasión, de ese mundo que me gusta tanto y que algunas veces digo que es mi refugio, mi espacio ideal, la caverna misma de mis pasiones, donde cualquiera podría interpretar que estoy al borde del llanto, o inmerso en algo llamado melancolía. Puedo argumentar que toda esta ausencia se debe a que las palabras se ausentaron, pero que creen esa es una gran mentira, también puedo argumentar que la demanda del tiempo en el trabajo es tanta que no me queda más opción someterme a sus deseos, pero también es otra gran mentira. Quizá debería refugiarme en otras cosas, pero pocas cosas son las que me atraen. Hace mucho que no leo con la misma fluidez de antes, no se en verdad si se pueda llamar a estos sequía y al hecho de poder escribiendo en demasía llamarle abundancia, pero todo eso no es otra cosa que ir suponiendo.

Seguro que todo esto empezó cuando se me ocurrió salir de viaje a una ciudad que considere la de mis sueños, el lugar donde podrían ser las cosas digamos ideales, allí me pase un buen rato y lo único que logre fue conseguir el boleto de regreso a la gran ciudad, a la cual me he negado durante mucho tiempo, pero que en fondo pudiera ser considerada el gran amor, el lugar que por mucho que se deje no logra salir para siempre de nuestras pasiones, luego ya de vuelta, nos encontramos con escenarios muy diferentes a los que en otros tiempo hubiera deseado, volver a un pasado, para evitar las clases de yoga o tener que ser atendido por un psiquiatra o un psicólogo, para no estar pendiente de no se cuantas dietas, y para no llorar, que extraño, pero a veces lo que me preocupa es no llorar. Las cosas se pusieron pero cuando me di cuenta que estaba de nuevo en el espacio donde respire por cuenta propia por primera vez, de que se trataba todo esto, a donde en realidad estaba encaminado, las tardes allí, el calor excesivo, las noches sin poder dormir, todo un mundo que me complicaba la existencia, todo un mundo que poco a poco me fue desvistiendo hasta transformarme en algo que nombre como el hombre desnudo, mundo de búsquedas sin encuentros y desencuentros cuando no existe búsqueda, un espacio digamos ajeno. Así como todo empiezo, quizá todas estas historias se verán en la necesidad de ir a parar a no se bien donde, pero eso tampoco importa.

Hoy es un día de esos extraños, porque me pongo a pensar en las cosas que e dejado al olvido, porque recuerdo mis sueños de estar en la Babilonia de los otros siglos, porque siempre me sigue un hambre intenso por descubrir lo que este mundo al parecer nos esconde.

Otra vez no he dicho nada, parece que es un mundo de necesidades, de vueltas, de ganas de estar siempre en espacios que me son distantes, pero cuando estoy allí, algo los hace disfuncionales, quizá sean mis tontos caprichos, quizá sea esta habilidad natural de no decir nada, la verdad es que cada vez estoy más confundido.

jueves, 22 de mayo de 2008

Locuras....


Locuras…

Me dijeron que a la abuela la mataron, que quizá fue violada antes de caer muerta, pero que nadie tuvo tiempo de comprobarlo, porque a las escasas horas de su muerte ya la habían quedado, incluso me dijeron que la quemaron viva, que su cuerpo aún estaba caliente. Me han hecha tantas descripciones de su muerte que he llegado a pensar en el talento que debe de tener el posible asesino, para ser exacto debería decir la tía asesina, pero eso de estar nombrando a la familia en estas locas historias no tiene mucho sentido. Lo que es cierto es que se trata de atentados imaginarios y de violaciones del mismo rubro, al menos es que lo que creo, eso sin contar que nadie sabe las causas de la muerte y se duda de la reputación del doctor que extendió el certificado médico. Yo pensaba que las abuelitas eran intocables e inviolables, pero eso también es una situación imaginaria por lo que puedo percibir.

No estoy en condiciones de ir a una fiesta. No se cuantas historias sin sentido he escuchado en los últimos tiempos, quizá todo esto que les cuento sea algo sin sentido. La última vez que me encontré con la abuela, me mentó la madre, ella deseaba que le mantuviera después de que murió el abuelo, pero ni por donde cumplir sus caprichos. Seguro le violaron antes de morir o después de hacerlo, aunque ella no era una mujer que digamos muy “interesante”, se que muchos me van a juzgar después de leer esto, pero son las cosas que me cuent6an, si fuera a una cantina, quizá escucharía a sujetos contando como hicieron sus tonterías, debí decir pendejadas, te describen con tal virtud sus ataques imaginarios a victimas salidas de películas “X”, que llega el momento que les crees todo, también no falta, el borracho y el más borracho que te cuenta sus fantasías pornográficas, sacadas de no se donde. Para la fiesta tengo que ir vestido de gente “bien”, aunque no se lo que es vestirse de gente bien, yo prefiero mis sandalias, una playerita y unos jeans(vaqueros o como les llamen). Tendré que ir a comprar, medírmelos y no se cuantas cosas más. La formalidad es mi informalidad más grande.

Dicen que en las fiestas la gente te cuenta cosas, pero imagino que cuando ya están tomados te dicen cosas que te aburren, la otra es que no bailo, no canto, y no tomo, quizá deba de ponerme borracho y así hacer pasadero el tiempo, dicen que en esa fiesta solo pondrán esa música llamada salsa, que yo por preferir, pues quizá no preferiría nada.

La gente te mira cuando bailas, no me imagino haciendo, además como dije antes es una más de mis limitaciones. Lo de la abuela, allí quedo, en comentarios que a nadie le importo, ninguno de mis primos se puso de rodillas para rezar por su alma, alguna tía dice que porque ella era mala, yo creo que no sucedió eso porque en realidad solo tenía dos nietos o quizá tres, el resto de nosotros no tenía abuela desde mucho antes de nacer…

Quizá si bailo me llene de pudor, quizá el andar bien vestido no sea mi estilo, a veces pienso en la comodidad de inventar eso que llaman espacios personales, pero hace mucho rato que deje la isla, así que ver a los demás bailar y escuchar complejas historias.

De lo ajeno que somos...


A Pilar, desde este pequeño espacio…

Mundo de ajenos, lejanos, incongruentes,
mundo de locos, y esta habitación
que nos acerca, que nos devuelve
la animalidad, que nos extravía,
que nos confunde y nos regresa a casa
después de pasar la tarde, entre eso
de las seis o un poco antes de la llegada de la noche.

El problema de ambos, no reside en la orfandad,
es una locura pensar que nuestro problema
esta allí, o que quizá esta
en la demencia, nuestro problema,
es que nacimos al sur, y siempre buscamos el sur
como parte de nuestra referencia diaria;
el problema no es si llegamos antes del anochecer
sino que volvemos a diario, que nos entregamos
con medidas injustas, que racionamos la pasión
y racionalizamos el amor, el problema, es que no
existe un segundo en que no estemos pensado,
pensar no es lo mismo que soñar
pero siempre lo combinamos.

Luego los gemidos en la presencia más ausente
en la pasión jamás nombre
y en los nombres que nos repiten nuestras
locas historias, recordar que se esta loco
para poder justificar cada una de las ramas
que traemos prendidas al cuerpo,
como si esas ramas fueran hijos, como
si esos hijos, se llevaran todo la inocencia;
locos, amantes, sospechosos, innombrables,
que importa el título, lo que importa
es que a diario, alguien nos nombra.

Y todo es tan ajeno, la cúpula de la iglesia,
los pastores con su rebaño, las noches
en soledad inventada, las horas en que cada uno
se la pasa pensando, incluso la locura es ajena,
pertenece a un globalizador insospechado,
todo, todo es ajeno, incluso nuestros sueños,
y a veces creo que hasta nuestras vidas,
en fin que por creer nada cambia…

atrapado de nuevo por los silencios....


Muchos días con los silencios, las notas que se escapan, los instantes que parecen perdernos de esta pasión, de las letras, de los instantes, de todo lo que nos involucra en este andar diario.

No se cuantas cosas pueda descubrir el día, no se aún si algún sabor, si alguna sensación me llevara de nuevo a los recuerdos o la infancia que parece estar olvidada por allí. En realidad la infancia suele asomarse con tanta frecuencia que en muchos de los casos es lo que me hace escribir, la tarea va de la mano de poder descubrir y reconstruir todo lo que allí ha quedado como suspendido a la esperar de ser descifrado, que importa todo eso, cuando no se busca un espejo que nos recuerdo lo que un tiempo fuimos y nos haga saber lo que ahora pretendemos ser. Sabores, ruidos, música o silencio, en el fondo es parte de lo que nos constituye, este encuentro, estas ganas, ese andar sin rumbo que un día nos pone en camino al descubrimiento más grande.

Otras veces. Ni siquiera se algunas cosas de mi niñez, no puedo tener claro si me gustaba o no la poesía, es decir, uno no se preocupa por esas cosas, ni por otras tantas. En tono de broma siempre digo que el día en que he nacido, las enfermeras en vez de tratarme como ajeno se estaban enamorando de mí y que fue una mujer la que me desprendió del útero y en vez de una nalgada para de alguna forma despertarme a la vida, me dio un beso, lo único cierto de todo eso, es que fue una mujer la que me arranco de los brazos uterinos, pero bueno, ella era una partera y nací en el suelo de la casa del abuelo, que dicho sea de paso nunca se tentó el corazón en la toma de sus decisiones, en fin que esas cosas son así y no tienen ningún otro sonido. Hablaba del gusto por la poesía. Confieso que no se cuando, ni como, mucho menos el porque, pero un día estaba allí, en mis cosas de mayor interés, nunca he pretendido ser poeta, me gusta la idea de escribir, en realidad todos los días sueño con eso, con ser escritor y pienso y repienso no se cuantas obras, no se cuantas historias y nada me detiene, bueno eso en los sueños, la vida real, las cosas diarias o las supuestas responsabilidades dicen otra cosa, en resumen he sido un vago, siempre de un lugar a otro, siempre interesado en la idea de ser sorprendido, siempre con otras intenciones; también he hablado de la importancia de los espejos y de esa necesidad de tener siempre a la mano a alguien o algo que nos recuerde lo que fuimos, otras veces pretendemos la inmortalidad, lo único que he ido ganando al paso de los días, es menos espacio para tal inmortalidad y no se cuantos achaques, eso pasa sin duda a los 36 como a los 20 o quizá los 80, no existe edad en ello.

El viento juega un poco con mis estados de animo. Acá las noches son cálidas, el día no menos, la humedad esta en todo instante y los ardores de estomago por sumarle algo a las dolencias diarias pues están a la orden, eso es estar vivo, sin lugar a dudas.

A veces te beso, porque es la única forma de callarte y deseo callarte porque no entiendo todo lo que me dices, después de besarte tu mano y tu boca se vuelven una sola y cómplices de todas las rutas de mi cuerpo, a veces te silencio porque no se entender el murmullo del mar y no entender las demandas de tus pasiones, deseo, por un instante tan solo deseo que tu cuerpo sea mano, pie, piel, incendio, que tu cuerpo sea brisa marina que provoca. Por supuesto que tal confusión no ocurre y siempre estas hablando.