martes, 29 de enero de 2008

Una más de ideas sin sentido...

Es la primera vez en muchos años que los ruidos me gustan, pocas cosas me asustan.

Pensé en tantas cosas esta tarde, cine estaba muy bien, pero existen otras cosas por hacer, así que mejor otro día, por acá los aviones se ven muy lejos, por allá cerca de la casa anterior, pasan por arriba antes de aterrizar. Cada que veo un avión me dan ganas de subirme, debí haber sido piloto aviador o por lo menos piloto de algo.

Muchas veces descubro miradas ocultas tras una situación que me parece desconocida, después de un tiempo, solo puedo entender que antes no me atreví a observar la realidad, aunque la realidad misma podría llamarse engaño. Que importa. Quisiera encontrar preguntas para poder escribir un poco, este mes parece que se fue muy rápido o quizá sea que la vida ya se empieza alejar a mayor velocidad, sea como sea no me preocupa en lo más mínimo. La verdad es que he leído muy poco, quizá sean los primeros estragos del amor y después se vuelva a una supuesta realidad.
Por supuesto que un mes sin leer al ritmo que suelo hacerlo me preocupa, aunque debo confesar que ya no se cual es el ritmo, debo confesar que ahora tengo mucho más tiempo que nunca antes, quizá sea eso, el no saber que hacer con tanto tiempo, pienso que debería tener un globo aerostático e irme a dar una vuelta, pero que tal sino me encuentro a Guliver, porque algo así me gustaría que me pase la próxima vez que se me ocurra andar en algún sitio. Me quisiera preguntar que es lo que paso con la llamada disciplina, pero quizá sea mejor que lo haga otro día, dentro de poco me vendrá muy bien.



Podemos escribir cuantas cosas que no son de uno y luego quien coordina, quien lleva el ritmo, quien se atreve, podemos hacer tantas cosas, me imagino un espacio donde un grupo se junta para hacer las cosas que más les gustan y entonces que se logra, por supuesto que no es lo mismo si al grupo de amigo les dices que lo que puedan hacer se puede publicar, allí la cosa cambia, como que algunos le ponen ganas, pero si la idea surge como parte de algo más de lo que todos hacemos nos ponemos en nuestro plan y argumentamos no se cuantos pretextos, que si sobra o hace falta el tiempo, que si la idea no era lo suficientemente sólida o si la locura es un aspecto difícil de integrar, claro que escribir lo que otros quieren escribir debe ser por demás excitante, solo que no todos se atreven. Es extraño, quizá porque la noche sea cálida o porque es quizá la primera noche desde que llegue que el silencio es casi absoluto, a no ser por el ruido de mi teclado y el ventilador de mi portátil y luego el ruido del refrigerador y el ruido de la gente que camina por las calles y el ruido del viento, aunque con ese viento poco de va del calor, así que es la primera noche en casi absoluto silencio, a no ser por el constante sonido de la ambulancia, no se si de la Cruz Roja o vaya uno a saber de que lugar y los carros que son acelerados a fondo y la vecina que se queja de no se que cosas del día, a no ser por eso esta sería una noche en profundo silencio, pero no me crean nada que a mí tan solo se me ocurre que nadie dice nada. ¿Tú?

Tengo mucho calor, no se a que se debe, pues dicen que es invierno, pero así como tengo calor me dan ganas de tantas cosas, pero no son cosas comunes o que se puedan conseguir con el poder de su firma, me dan ganas de estar montado en la luna, de andar por allí haciendo maldades, que se entienda por maldades a las ganas sanas de jugar, si de eso se trata de jugar como cuando fuimos niños y la malicia no tocaba nuestras emociones, jugar durante todo el día y no cansarnos y no recordar que la espalda nos duele que la memoria a veces falla y que siempre nos duele algo, pero eso no sucede con mucha frecuencia, así que mejor a seguir con las cosas que algunos llaman rutina, que aún falta mucho para que termine el lunes. Todos los días son lunes para mí, sin importar lo que digan los demás, los otros o la inquieta vocecita de nuestro interior, al igual de dos por dos son cinco. Qué importa lo demás.

Mi mamá ha vuelto a la normalidad, ahora esta haciendo piñatas, ahora sigue soñando como lo hacía hace algunos años. Me dan ganas de que llueva, no importa que tanto, solo que llueva pues me vendría bien oler un poco de tierra mojada. Cuando se acaba el día, cuando llega la noche y cuando se acaba la noche y llega el día, cuando empieza el verdadero baile en las cosas que deseamos y cuando pensamos que las cosas no son lo que en verdad hemos deseado, cuando la suerte nos hace cómplices y cuando la suerte es ausente y todo se debe al esfuerzo diario. ¿Me abandono la disciplina? Será tiempo de hacer nuevas cosas. Prefiero seguir intentando con las letras, quizá un día de estos pueda hacer lago que valga la pena, lo de hasta ahora no me convence…

Me dan ganas de seguir con mis locas ideas, de ponerme un tanto melancólico y romántico, un tanto seguir el juego del filosofo y establecer el mejor de los marcos para hablar de distancias, no de mudanzas y esos aspectos físicos que todo mundo conoce como distancia y que nos llevan a convertirnos en amantes de ideas que juegan con la entrega de una añoranza sin sentido y de una incapacidad de devolvernos al mundo que nos hace libres. Por supuesto que todos sabemos que existen las distancias a distancias, pero ahora todo lo que digo es una loca idea, quizá para otro día sea un buen pretexto, ya veremos eso después…

Las otras esquinas...

Para Belen y la Santidad Innombrable.




Soñar con los ojos abiertos.

No hace falta hacer tantos aspavientos para que alguien se entregue a lo somos, para entregarnos en la misma medida de lo que podemos llamar deseos, no hace falta invertir horas enteras entre ideas de efectividad y tiempos de recorrido o si un país es mejor que el otro, porque en el fondo nos pasamos añorando las cosas que están del otro lado de lo que tenemos y entonces de que sirve tanta lucha acerca de las emociones si lo que nos gusta se transforma en pasividad de la pasión y un eterno encanto por las cosas, esas mismas cosas que suelen llamar materiales, es como cosificar un poema, un texto, un sentimiento y contra eso no existe un lugar efectivo ni tiempos cortos, solo existe una gran incapacidad, un gran velo, una nota que por más que se quiera sigue estando en medio del vacío más extraordinario que los mismos demonios de Dante, a lo largo de todos sus infiernos terminan por esconderse, para no ser vistos, para pasar desapercibidos. Aunque los demonios son los demonios y el hambre de trascendencia es otro juego, que va de la mano de la efectividad y la contundencia, como si estuviera en disputa nuestra vida, la mía por cierto siempre es lenta, amo la lentitud de un país, porque el realismo esta teñido de magia, de carnaval, de ese sonido propio de la nostalgia y no extraña lo viejo de otros entornos, pero quizá de tenerlo no le vendría muy bien. Todo eso tan solo existe de este lado, aunque suene duro, esa es la magia, no existe más, prefiero las noticias que van a paso de tren lento, tren que hace cien mil paradas antes de llegar a su destino, prefiero el ambiente de estos cielos que se contaminan de nuestra incapacidad para mudarnos de piel ante la necesidad y nos hace soñar, pero soñar casi siempre con los ojos abiertos. Después de todo los Beatles se oyen igual, sin importar que tan rápido se muevan las cosas.

Soñar con los ojos cerrados.

Quizá ya son las dos de la mañana, al parecer ha sonado el telefono, alguna emergencia, de esa que parecen existir a todas horas y llegar a destiempo, el sonido es corto, como que en realidad no fuera parte de la realidad que no quiere uno escuchar, pero no comprendo con facilidad si estoy dormido o despierto, si continuo vivo o es que estoy muerto. Soñar como nunca antes, quizá debería regresar a mi cuaderno de cama y tenerlo para despertar después de cada encuentro extraño con una realidad que nada tiene que ver, imágenes que me persiguen durante todo el recorrido nocturno, eso sí, ojos bien cerrados y sumido en una especie de sueño profundo que me pone alerta en todo momento, como si estuviera por enterarme de lo que pueda venir mañana, pero por desgracia no tengo esa magia que algunos dicen poseer y que les permite entender lo que sucederá el día de mañana, le llaman ellos, los que pueden hacer esas cosas, revelaciones. Lo único que puedo decir es que me he llevado a la cama una serie de emociones que me han despertar con la piel erizada y con los labios secos de tanto correr, de no parar de correr, de descubrir que las cosas no son como uno las imagino o se las fue inventando en los últimos tiempos, hombres sin rostro, perros de dos cabezas, animales agresivos y agredidos, disparos, nada tiene un orden lógico, sobre todo nada es parte de la realidad cuando la gente deja de tener rostro, algunas veces me da por ponerles el nombre de mis mejores amigos, pero quizá sea fácil de entender que en unos cuantos intentos se me terminan los nombres, y no importa porque al no tener rostros en los sueños, los nombres se pueden repetir. Despierto más de cien veces, quizá sea exagerado decirlo, pero en cuanto despierto cierro los ojos de nuevo y ya estoy soñando otra vez, aunque ahora son cosas diferentes. Me hace muy bien soñar, sobre todo porque durante muchos años no podía recordar lo que pasaba en cuanto cerraba los ojos.

Soñar como sea, con los ojos abiertos cerrados o abiertos.

Cuando hablo con ella me siento especial, al menos me regresa a la realidad de la misma irrealidad, es decir no dejo de soñar, pero como algunos dicen con los pies en la tierra. Cuando estoy con ella, se que soy especial, por lo menos no tengo necesidad de cerrar los ojos para pensar que se trata de otras de mis pasiones inventadas, todo allí es parte de las cosas diarias, entonces me llena saber que no he dejado nada en el camino diario hasta esta realidad, que en verdad he amado durante todo este tiempo a mis pies y todo lo que me pertenece y no tengo necesidad de seguir cambiando de casa o de nombre. Yo mismo pienso en donde esta la realidad de todo esto, pero la verdad es que poco importa.

Cuando estuve fuera de casa, no importa el rincón, no importa el espacio, me detuve a soñar en todos los ámbitos posibles. Ahora las cosas son diferentes, quizá pueda soñar que un día de estos pueda viajar con rumbo al norte del sur y al sur del norte sin preocuparme hasta donde pueda llegar, sin tener ni un solo problema para hacerlo.

Soñar como sea y donde sea pero soñar.

Si alguna vez dejo de soñar, las cosas no tendrán ningún sentido, si un día me preocupo porque es lo que sucede primero, si un día me pongo a competir con mis amigos, entonces nada de esto que deseo tendrá sentido, nada habrá válido la pena, si un día me pongo a pensar quien hace las cosas mejor que el otro, quizá me este convirtiendo en un hombre común, quizá sea tan solo excéntrico de la peor calidad, así que mejor es soñar sin importar si estoy dormido o despierto.

La realidad…

Pienso que mi carta llegara muchos días después de esta loca idea, pero de seguro leeré antes que nadie de tus letras, después de todo que importa quien es primero, lo importante es estar en los pensamientos y las acciones de la gente que nos quiere y que amamos.

miércoles, 23 de enero de 2008

El desencanto


Algunas veces creo y otras no, frente a la llamada suerte. Otras veces no se ni que pienso de todo ello. Lo único cierto de todo esto, es que me sorprende mucho la gente que obtiene lo que quiere, mientras otras se quedan inmersas en el sueño de pretender lograr lo que desean, no se aún si logran sus objetivos basados en la idea de que todos los caminos te llevan al lugar deseado o las cosas las consiguen con tal facilidad que ni siquiera pueden entender como es que pasa, pero pasa. Por supuesto que en ocasiones me resulta inevitable sentir cierto recelo o algún sentimiento de incredulidad ante lo que esta sucediendo. Me desconcierta el hecho de que gente que nunca se esfuerza según yo, pueda tener en sus manos lo que quiere, lo que desea, mientras que otros que parecen trabajar arduamente no obtengan nada y hablo en todos los planos, el del amor, el dinero o los viajes, puedo verles la manos llenas de lo que quieren y aún así, me sigo diciendo que todo eso no es posible. La cosa es muy simple, se trata de desear algo, luego el que lo desea, basado en sus técnicas se pone a trabajar en lo que a deseado, de preferencia se trata de conseguir desde el mismo día en que se desea, quizá siendo disciplinado o les baste con desearlo, que importa la técnica, lo importante es el resultado, quizá se pueda agregar que siendo un tanto osado, resulte más efectivo. Luego un día, todo aquello que estaba en la imaginación en los deseos, se transforma en parte de la realidad, en el presente, mismo, en ese instante todas las cosas al ser parte de la realidad se transforma en algo crudo, irrelevante quizá, creando una especie de poca o nula satisfacción y ello nos lleva a nuevas interrogantes, porque quizá el asombro deja de existir o porque algo a fallado en este loco intento. Pienso todo esto que parece no tener sentido, pero que viene de la mano de nuestros comportamientos diarios, quizá en ideas que nadie podrá responder nunca, pero me inquieta el querer saber porque un hombre o una mujer puede traicionar a su pareja y crearse las situaciones más complicadas de vida o porque si un ladrón roba por necesidad una vez que suple sus necesidades sigue con esa extraña manía, o si alguien se avienta en paracaídas lo hace una y otra vez, hasta quizá perder la vida. Quizá todo eso sin respuesta, tenga en el fondo alguna interpretación que nadie procura entender, pero ante la idea de desear algo, llame a ese algo como quiera y después de trabajar en ello y lograrlo, te preguntas si eso era en verdad lo que deseabas y experimentas una especie de decepción o desilusión, allí debe estar el asunto en la desilusión, en la falta de asombro en esa parte de la realidad que pierde su magia y su encuentro con la realidad la convierte en agresiva. Quizá porque en ese trayecto de camino de la imaginación a la realización se debe pasar por la decepción y entonces pocas cosas tienen sentido, pero sigo sin comprender porque sucede con el amor, cuando este se puede transformar en el máximo de los valores de nuestra vida, quizá por ser un situación tangible y a nosotros nos encantan los sueños. Claro que la decepción es parte del presente de las cosas que se pueden lograr, por supuesto que todo ello viene de la mano con la idea de cuanto más se parezca lo soñado con la realidad más decepcionados nos encontramos. Quizá nuestra voluntad este viciada con la idea de poseer lo que jamás se puede tener y nos encontramos con lo que no se puede querer, todo ello claro que nos lleva a una profunda reflexión que terminaría por perdernos en espacios tantas veces estudiados y que siguen sin decirnos mucho, pero que existen como un auxiliar para definir nuestro comportamiento. Realidad-imaginación-decepción, sin importar el orden, pueden ser los artistas de nuestro comportamiento y es la única forma que puedo encontrar hoy en día para explicar cosas que parecen no tener sentido. Sin duda podemos hablar de la conciencia y todos los demonios posibles que se le puedan asociar, igual podemos hablar de la condición realidad del presente con la realidad de la imaginación, creando con esto una compleja desigualdad así como un territorio de espera que al comparar sus efectos nos pueden llevar con prontitud a ese mundo del desencanto. Todo ello convierte nuestras vidas en un complejo círculo vicioso. El tener lo que se sueña, lo que viene de mano de la imaginación, puede un día transformarnos, hasta llevarnos al límite de que un día nos vemos vagando con la cabeza gacha y sin ganas de nada, porque todo lo que hemos deseado o soñamos con tener, ya esta en nuestras manos, ese mismo principio quizá sirva para entender tantos comportamientos que se nos hacen un tanto de animales, donde un hombre o una mujer se mezclan con otros ajenos a sus parejas, para así poder seguir existiendo, quizá cuando lo hacen no sea otra cosa que un signo inequívoco del tedio, donde el aburrimiento puede cobrarnos la factura más costosa de nuestras vidas. Se puede pensar que en verdad se esta loco, cuando se tiene todo y se opta por algo, algo que incluso no podría ser perdonado. Quizá un día no muy bueno, acaso motivado por esos deseos de seguir soñando, de seguir imaginando se hagan ciertas cosas que parecen no ser racionales, pero en el fondo devuelven la vida por un segundo, para después decirnos, que ya entendemos de que se trataba todo, un día quizá podemos entender que el aburriendo o la practica de cotidianidad nos hace enroscarnos en una lucha entre realidad presente, en esa realidad de tener lo que hemos soñado y entonces nuestro deseo nos hace virar hacia otros lados, un día todos tendremos la necesidad de entender como es que se gesta la desilusión de las cosas que hemos imaginado, pero no por no haberlas logrado, sino por estar ya en medio de ellas. Solo espero que ninguno de nosotros sea sorprendido y nos de por sorprendernos a diario con las cosas que nos gusta hacer, solo espero que nadie deje de asombrarse, o que de de soñar y que la imaginación sea lo último que pueda morir.

Para saber en realidad acerca de esta loca teoría del desencanto, quizá sea buena idea leer a Nicolás Grimaldi, en ese hermoso libro que responde al nombre de Breve tratado del desencanto, traducido del francés por Juan Montelongo.

Algo, alguien, cuerpo adentro…




Anoche, hoy, algo,
el silencio o el ruido;
estoy seguro que
era alguien que me hablaba,
no era un sueño,
era esta locura presentida;
alguien que me hacia
vibrar por dentro,
quizá era el sueño presentido
la ansiedad domesticada
la soledad envejecida,
algo;
alguien me llevo
a dentro del cuerpo
para descubrir
lo que en realidad
pienso que soy;
todo
es un vago presentimiento.

Anoche o quizá hoy,
ruidos,
los mismos de siempre,
cuerpo adentro
el calor se debate,
cuerpo afuera
el calor se comparte;
de nuevo los ruidos,
soledad,
cansancio,
vida, sueños,
ilusiones;
después de todo
si alguien sabe
lo que es el amor
que lo calle.

Algo
en esta prontitud de efectos
tiemblo como nunca;
cuerpo adentro
la sangre se esta helando,
cuerpo afuera
el tiempo va pasando.

Alguien me toma por sorpresa,
después de la sorpresa
resulta imposible ser el mismo
todo es un temblor
cómplice de mis ganas de nacer,
de estas terribles palabras presentidas.

miércoles, 16 de enero de 2008

La brevedad de hoy...

¿Por donde empezar?, es casi medio día, desearía que hiciera mucho calor, pero es un día nublado, con un ambiente húmedo después de la lluvia del día de ayer. Han pasado algunos días desde que llegue, no los cuento, pero estoy seguro que han pasado con la mayor calma que pueda ser posible, acá el invierno no pega a todo lo que pueda dar o ser en otras tierras, el sol casi a diario calienta sobre la misma ventana que ahora tengo enfrente, las luchas de todos los días se empiezan a convertir en un recurso inútil de la desocupación y el miedo, sin duda es otra mi vida. Dentro de poco me darán ganas de salir, es tiempo de que me ponga en marcha, no que me marche de la ciudad, es tiempo de atrapar tantas ocasiones tramposos para enamorarse más de este espacio, de estos ruidos, de toda la gente que me puede sorprender con una simple sonrisa, aunque las sonrisas no sean del todo simple y muchas de las veces este contagiada por un ruido extraño, un extraño deseo me domina y me pongo a pensar en tantas cosas, el aire libre es sin duda limpio, me dejo atrapar sin tener necesidad de explicar nada. Mis confusiones, mis locuras, tantas cosas han quedado alejadas, ahora me extravío en espacios que divergen de los antiguos sentimientos. Hace un instante pensaba en tantas posibilidades para haberme perdido, pensaba en todas las cosas locas que pudieron atraparme inútilmente, era muy fácil caer en las garras de mi propio olvido y luego la apatía, estar en ella es una situación que podría ahogarme sin el mayor esfuerzo. Algunas veces me perdí entre tantos papeles que de alguna forma podía obtener, luego mi vida en medio de tantos libros, en medio de tanta historia confusa que me daban ganas de hacerlas propias, pero sin descuidar lo que en realidad soy, y esta extraña sensación que durante mucho tiempo me viene acompañando, por supuesto que hablo de la situación que me da la única explicación para lo que suelo hacer, el ser, el sentirme, extranjero. Siempre he preferido el sur, ahora mismo estoy al sur de lo que algunos nombran el norte del país y no dejo de descubrir espacios únicos y me dan ganas de abrazar en todas esas travesías a mis amigos, dar el mismo abrazo en el que me entrego al amor. Otras veces simplemente tengo miedo. Mi cabeza puede ser un mar confuso de ideas y recuerdos, que importa, sino existe un sitio donde se pueda guardar todo lo que nos pasa, incluso podría abrir mi cuaderno y jugar un poco con todas las cosas que no he hecho, con todo este loco intento por seguir atrapando un mundo de ideas, un mundo de pasiones que quizá ya no existen, y entonces algunas veces me disfrazo de cazador de sueños, pero es imposible seguir los sueños propios, porque no debe ser uno mismo quien atrape lo que durante tantas horas nos mantiene ocupado. Para qué nos sirven los sueños, en este mundo de silencios. Volví a olvidarme de lo que desea expresar, en el fondo esa es la gran interrogante que viene de mano del pasado y que no me deja ver en forma clara lo que en verdad deseo. Por donde ir, por donde salir, por donde empezar, y entonces el ciclo de estas preguntas que parecen no tener respuestas empieza de nuevo y me pongo a temblar, me espanta el simple intento por tener que esconderme de nuevo, pero para qué escondernos, de qué escondernos, donde hacerlo, esas son todas las cosas que en verdad no puedo saber.



Tenía ganas de comprar el periódico, es la tercera vez que nos cambian a un secretario de gobierno, pero es algo que poco me importa. Lo malo de comprar los periódicos es que te bombardean con las noticias trágicas y un parte de muertos al por mayor de las diversas regiones del país, quizá no existe un verdadero gobierno, pero pienso que no estamos en medio de la anarquía, quizá todo sea parte de un mundo sin sentido. Después de tanto pensar en lo puedo hacer, termino como siempre, sentado frente a la ventana que todos los días recibe los rayos del sol, aunque el día de hoy se ha tenido que conformar con las imágenes que van dibujando esas nubes grises en ese andar furioso que llevan, sin pensarlo mucho, me pregunto porque a las nubes nadie les exige un visado para poder entrar a su país, quizá porque en el reino de las nubes, no existe ese placer por amar todo lo que tenga que ver con el dinero y porque quizá allí todos son iguales, pero sigue sin importarme nada.

Los espacios sin ser espaciosos, la figura de nuestra triste historia y no la triste figura, todo es parte de mis locas cosas, las cosas diarias. Por un segundo creo que tengo la fórmula para empezar de nuevo con todo este cuento que ni cuento es y que con sus pretensiones de relato termina por dejarme un sabor insatisfecho de boca, luego vienen las preguntas, como si las letras dejaran un sabor de boca, quizá así sea, pero a que saben, eso me inquieta, el no saber muchas cosas. Por donde empezar, no existe principio en nada, tampoco existe un destino predeterminado y las cosas por hacer son en base a lo que podemos decidir y cuando tomamos una decisión, la simple idea de equivocarnos, nos hace más débiles, entonces empezamos sin más espera, al diablo el diablo y que los demonios se encarguen de cruzar hasta la orilla que les corresponde o se lancen al mundo de atrás o al mundo que se les antoje, al diablo con tantas cosas, sin llegar al enojo, sin llegar a nada. Esta mañana pensé que muchas cosas eran diferentes, lo que sucedía es que no terminaba de despertar y continuaba en medio de un sueño extraño. Tengo ganas, como siempre, de tantas cosas, pero sobre todo de no dejar de vivir. Soy el mismo de todos los días, es imposible cambiar, además de que me gusta lo que soy, pero por donde empezar...

No deseo encontrarme con un cuento corto que reúna los hechos diarios para intentar explicar lo que me sucede. Aunque mi mente después de unos días del cambio, comienza habituarse y eso me da mucho miedo porque se que en el fondo, empezare a buscar las cosas habituales y entonces el factor sorpresa se ira escondiendo conforme pasen los días, no deseo darle ninguna tregua, no quiere que predominen los recuerdos y que unos cuantos instantes basten para definir lo que vamos haciendo, no deseo tantas cosas, pero no se como explicar cada una, siento un poco de frío, me ha dado mucho sueño, quizá es hora de seguir soñando, inmerso en las geografías de otro sur que en suma es el otro norte, pero siento que existe un sur más al sur que es el único sur y que igual pasa con el norte, quizá un día pueda pisar tales sitios, ojalá que muchas cosas no queden en locos sueños, espero sin tener necesidad de esperar, tan solo lo hago por gusto.

martes, 15 de enero de 2008

Para Rosita...

Mi linda amiga, más que linda, querida. Siempre he pensado en el ir y venir de la vida, pero sobre todo en esos viajes que hacemos de un lugar a otro sin medir tiempos, consecuencias, o distancias, sin medir nada y seguros que la vida nos dejara un poco más de lo que alguna vez le hemos pedido. Si estos fueran los tiempos de antes donde viajar den barco no solo era parte de la necesidad, sino también parte de las travesías de todo viajero, me daría por pensar en navegaciones y otros regresos. Salir de una patria, ya sea con todo el amor que se le pueda tener o por las mil circunstancias de la vida es de alguna forma un tanto dolorosa, existe el dolor de parir, aunque los hombres no podemos sentir tal dolor, también experimentamos ese arte en otras actividades diarias de nuestras vidas, aunque nada se compara con nada en realidad, cada cosa tiene su unicidad y se respeta, pero el salir del suelo que se ama y pensar que un día se puede llegar a tener que soportar una especie de desprendimiento del otro suelo, eso quizá duela por partida doble. A veces creo que las personas que no sufren de una incapacidad para volver a la tierra que aman son de alguna forma mucho más libres de lo que ellas mismas pudieran creer, los que no sufren de añoranza, de incapacidades por suerte no somos nosotros e imagino que debe ser una tarea muy compleja.


Me sorprende la idea del acoso inmobiliario, no se que decir y de alguna forma me quedo estrecho en la mudez, me quedo en las letras, aunque se que de he hecho son otras tantas cosas que a veces me espantan y me tragan. La vuelta al mundo de atrás, la vuelta con una evolución a cuestas, me dan ganas de estar allí, de ser la gente que pudiera recibirte en tu tierra, me gustarían tantas cosas y solo soy dueño de los buenos deseos. Existe un buen libro para los retornos, uno de Milan Kundera, llamado La Ignorancia, en verdad te lo recomiendo, será una aventura divertida y si lo puedes leer camino a casa te divertirás de lo lindo. Sino hemos de vernos de nuevo en la España, seguro nos veremos en tu Argentina, seguro que si. Y estoy dentro de la mirada de compenetrarnos, de darnos la alegría de la vida y no termino de asombrarme de aquel tiempo que nos hiciste el favor de vernos a los ojos. No dejo de quererte, y en mi corazón siempre navegas.

Los petates son buenos para el alma, sobre todo cuando se viaja a gusto cuando aún existen sueños por conquistar y otros mundos debajo de la mirada de nuestros ojos amantes de los sueños que nos transforman. El caso es que la historia y el tiempo que aunque siempre digo lo contrario respecto al tiempo, que no te sorprendan y por nada del mundo mutiles todo lo vivido. Las frustraciones, deja que se queden en medio de los trámites burocráticos, que vivan las cosas que nos sorprenden. Desde siempre existen dificultades en lo que hacemos, esa es parte de esta historia que parece que en ocasiones nos aburren.

No tan solo deseo que seas feliz, sino que sean en la complicidad de la inmensidad muy feliz, y los besos, los que nos hemos podido dar, los que nos podemos dar en las siguientes veces, las otras veces que nos veremos reflejados en nuestros ojos, esos me hago el favor de reservarlos, no tengo complicaciones en esa espera, en nuestras esperas. Me han dicho que Argentina es un lugar hermoso.

Te quiero hacer una invitación pública(por esto de la red) a que participes en un Blog de locos, Catarsis de siete vidas, hasta el momento somos cuatro los que la integramos, nos faltan tres y he pensado desde hace días en ti, lo único que se tiene que hacer es escribir, describir, de vez en cuando lo que nos gusta o no de las cosas diarias, lo demás es vanidad o un gusto un tanto más exagerado por las letras, qué dices te vienes con todo y lo que representa de nuevo el cambio, me gustaría tanto…

jueves, 10 de enero de 2008

BREVEDADES DEL PENSAMIENTO O LO QUE ES LO MISMO: DESVARIOS

Encontré dentro de las cosas que se esconden en las bolsas de mi pantalón, tan solo pelusas, buscaba algunos granos dorados para poder tomarnos un café, pero pienso que será mucho mejor el irnos a un sitio donde alguien se encargue de prepararlo, la idea después de todo no suena tan mal, a menos de que tengas otras ideas. En ocasiones me pongo a pensar en los abandonos, en los momentos en los que nos dejamos en brazos de otras circunstancias o por alguna razón no somos capaces de entender que nos sucede y las cosas suceden sin que se pueda entender del todo el porque, y definitivamente entenderse no es algo que sea de lo más común, así que el tenerse, o el abandonarse porque otros proyectos surgen en nuestras vidas no es del todo contradictorio, es parte de ese proceso que algunos suelen llamar evolutivos, aunque la evolución después de todo es parte que viene implícita en cada una de las generaciones y de eso pocas veces nos preocupamos, pero en verdad vamos evolucionando y eso que llamamos, abandono o soledad es como el cambio de pagina, ese cambio que sucede cuando estas tan adentrado en alguna lectura y al hacerlo tu mente se distrae imaginando ciertas cosas o cientos de cosas que te hacen por ese breve espacio de tiempo olvidarte de las imágenes que te regala un texto, en pocas palabras las distracciones son algo de lo más común. Muchas veces lo que hacemos nos parece tan repetitivo, que juramos que ya lo hemos hecho antes, algunos con un poco más de elegancia le nombran de una manera tan especial que parece que hasta nos estuvieran hablando de situaciones ajenas a todo esto, “Deja Vù”. Lo cierto es que lo único incierto son los sentidos de pertenencia, y las estancias mismas de lo que somos, es una condición natural el andar ausente hasta de uno mismo, quien piense que es diferente, sus razones debe tener y de seguro son muy válidas. Quizá nos deberíamos de regalar más tiempos, más espacios, más vida sin prejuicios, quizá todo eso sea tan solo un sueño, después de dormir durante horas sin llegar al exceso, dormir muchas veces me gusta pero me roba el respiro de unas letras que no tienen más sentido que recordarme, recordarte, recordarnos que seguimos vivos.



Moverse, ir de un sitio a otro, descubrir lo mismo en un rincón de la tierra, que aún existen coyotes que persiguen a los correcaminos o descubrir en otro rincón que un río puede contener toda la historia de un lugar, un río, la mar, el desierto, los espacios que te puedes regalar con solo quererlo, buscar sin estar interesado en detenernos, buscar, porque en el fondo nuestra vida esta ligada a la búsqueda y no a la brusquedad de quedarnos inmóviles, entonces, de eso se trata el moverse, de eso se trata la vertiginosa inmovilidad, el sacar los demonios y andar con ellos de paseo. Me he movido es cierto, de un sitio a otro sin importar que alguna ciudad le llamen la ciudad luz o si la luz en esa ciudad tan solo existe cuando los rayos del sol le favorecen, me he movido sin considerar distancias, en plena libertad, aunque algunas veces mis movimientos son motivados porque ya me he metido en problemas, después de todo me gusta estar dentro de ese vértigo de andar de un lugar a otro, quizá sean tan solo taquicardias.

Mis límites a veces son una línea que llaman fronteriza, pero entonces imagino que estoy del lado que no puedo pisar y que el lado que en ese instante piso, se llama al revés, es como si el norte fuera el sur y el imperialismo la mejor forma de vida.

De la nostalgia y del cansancio en los tiempos del consumismo o la globalización, eso tiene una fácil forma de curarse, aunque eso no diga que tan efectiva sea, pero dicen que se cura comprando, comprando, comprando, comprando, para eso, ofrecen a la gente de escasos recursos económicos tarjetas de créditos con cuentas que nunca podrá pagar y que quizá le sometan a una enfermedad mucho peor llamada depresión, pero hablar de más y más enfermedades solo nos puede llevar a sitios sin sentido, sitios que quizá son inexistentes, algunas cosas tienen cura, otras cosas uno debe de hacer lo necesario para curarse, sabiendo de antemano que es imposible hacerlo. Te diré el secreto para la nostalgia y el cansancio, un secreto que va mucho más allá que el consumismo. En ayunas debes tomar una infusión de optimismo, preparada con agua de piedras, serenadas durante todo el tiempo que dure la noche y absorberla mediante el vapor que se desprende recién hecha la bebida, es lo más efectivo que conozco. Aunque quizá el verdadero sufrir, sea en el sentido de querer tener más tiempo para ir descubriendo más y más cosas y tu posible nostalgia este infectada de la alegría, entonces ese remedio nada puede hacer por incrementar ese placer, allí procede a tomar el manual de los días de 26 horas, te vendría muy bien…

Mi cabeza, bueno hablar de ella es hablar del dolor y de la cosa esa que llaman demencia, inclemencia y otros placeres ocultos que se tranquilizan una vez que tomas el Topamax de 25mg, tampoco es la gran cosa decir todas esas cosas cuando ya son rutinarias. De mis manos puedo agregar que son inquietas, pero a veces se duermen en una mudez desconocida, es quizá porque desean tener un nuevo dedito, como si fueran parte de su irremediable destino, aunque el destino es algo así como la justificación de todos los posibles errores, así que mejor no sigo con todos estos sentires del cuerpo y su composición.

Mi lugar, mi casa, el mundo, todo es parte de una larga lista de sinónimos, a veces me muevo tanto que parece que he llegado muy lejos, a veces ni me muevo y sigue pareciendo lo mismo, otras veces me quedo a la espera de que algo pueda suceder y nada pasa, y cuando quiero que nada pase, descubro que estoy donde menos me habría imaginado, quizá porque me niego la posibilidad de andar buscando, de dejarme sorprender por todo lo que me rodea, a veces creo que el río de los Remedios no es menos hermoso que el Sena, solo que tienen otros olores y en uno pueden viajar pequeñas embarcaciones, mientras que en el otro viajan los despojados de sus sueños, los que ya no viven, sutiles diferencias, pero con un poco de imaginación, ni siquiera es posible notarlo…


 

miércoles, 9 de enero de 2008

Al salir de casa...

De los paseos en medio de lugares desconocidos...



Mutilado por tu silencio,
entre las distancias precisas del olvido,
distancias que casi siempre van más
y que menos vienen,
entre las formas de tu caprichoso espacio
que nos encierra sin razones en el olvido,
mutilado por esas ganas de que nada
de lo que dices sea cierto;
ausencia de todas estas locuras
que nos inventamos a diario,
en ese mismo cansancio
en que la soledad a deprimido
la crecida de mis cabellos.

Paseos forzados entre los árboles de tu universalidad,
paseos a ciegas entre la ausencia de los niños
que no crecerán en tu regazo,
ausencia de mi rostro en tu vientre,
y la ausencia misma de mi presencia
en tu útero ocupado por un trozo de metal,
como si este fuera el único huevo
que pudiera existir allí;
paseos que no son parte de lo fortuito,
sino de la necesidad de irnos mutilando
en esta inexistencia colectiva,
en esta entrega de olvidos necesarios.

Mutilados, asesinados, o simples despojados de lo que somos.

Distanciados entre las primeras horas del día
y las últimas de la noche,
soledad que se puede predecir
por esos tiempos en adelanto o atraso,
sed de ti entre las cosas mías,
pies secos porque no son capaces de cruzar un charco,
soledad que nos transforma en mudos
y dedos ahogados en el silencio diario,
mariposa que no vuelas decidida,
porque entiendes que tu vida
terminaría a la mitad del océano.

Mutilados por la necesidad de hacerlo,
rostros desencajados que se tropiezan a diario,
mientras que el cielo se va transformando.

Y sin embargo te hablo de la soledad del pasado.

martes, 8 de enero de 2008

DE ESOS SUEÑOS EN EL SILENCIO....

Tendrá algún sentido todo este parloteo, donde cada instante invertido parece ser lanzado al interior de un abismo que carece de dimensiones, tendrá algún sentido perderse en un monologo diario, dejando que la voz se apague en ese desencuentro un tanto amañado de la vida y los sueños, para decirse un día, después de tantos dolores, que ha válido la pena vivir, tendrá algún sentido esa reflexión constante que no lleva nada.



Fue necesario abandonar la idea de la felicidad a manos de una loca aventura. Fue necesario despertarse en medio de toda esta locura inventada para entender que no todo lo que se puede desear nos lleva al camino que muchas veces hemos pensado como cierto y único. Mientras cada uno iba pensando en las cosas inmediatas para su vida, las cosas se fueron transformando, hasta el punto de llegar a ignorarnos, sí, así como suena, llego el momento en cada uno vencido por esas cosas que llamamos orgullos nos dejamos vencer para entregarnos a las pasiones más desmedidas, pero que ni siquiera por asomo de la casualidad pudiéramos esperar, al menos yo no las esperaba y entonces sucedieron. Por supuesto que para poder llegar hasta ellas, he tenido que cerrar todas las posibilidades de volvernos a encontrar, no es que me hagas daño o que tus cosas sean tan fuertes como para sacarme del mundo que ahora me gusta, en realidad nada de eso ocurre, sino que me preocupa verte inmersa en un llanto que logre hacerme sentir culpable de tus desdichas, aunque las probables desdichas de las que hoy hable solo sean dichas y favores de otros cuerpos, otros escenarios y las circunstancias posibles que te da tu nueva estancia o no se como llamarles, es decir cada día se me ocurría un nombre nuevo para tus cosas, pero ahora no tengo tiempo para ello. La lluvia durante mucho tiempo se encargo de humedecer mis pasiones, claro esta que son cosas que yo me permitía, pienso que todas estas cosas jamás fueron parte de tus quejas diarias, pienso que nuca tuviste necesidad de meter las manos al fuego o de cerrar las ventanas de tus sentimientos pues nada de lo que tú pudieras experimentar con mi presencia se veía que pudiera correr riesgo alguno, luego tu debilidad emocional, pero esa debilidad causada por un orgullo dolido me dio muchas cosas en que pensar, por supuesto que para ese tiempo todo ya estaba perdido. Otras veces llegue a pensar que te gustaba regalar el tiempo, porque no encontrabas que hacer con el. Conjeturas, no se trata si quiera de un gran descubrimiento. Mientras todas estas cosas parecían salirse de orden, me gustaba escuchar a Bach, hasta en eso somos diferentes, tú preferías el parloteo de una música que no lo es y que me aturdía con esa cacofonía destructiva, claro que todo eso ahora ya no importa.

Quizá el gran error que he cometido era el pensar que muchas cosas se pueden lograr con solo desearlo, pero sin duda mis sueños no eran otra cosa que la necesidad de inventarme, de inventarte, de vernos dentro de un mundo ajeno al que vivimos a diario, por supuesto que en todos esos intentos nos daba por ponerle nombre a la pasión, ahora mismo no se porque te incluyo en las cosas que yo venía haciendo, no es justo querer pensar por ti y tomar decisiones carentes de sentido. Llegue a imaginarte tocando algún instrumento que diera rienda suelta a mi imaginación un tanto proclive a llevarte a lugares inalcanzables, por supuesto que mi loca idea por hacerte parte de todos mis sueños estaban en decadencia, todo porque así lo disponías con todos tus celos y tu forma inapropiada de regalarme tu ausencia. Lo único que tuve de ti con toda certeza fue tu ausencia, no se aún el motivo que me llevo aferrarme durante años a una situación inexistente, ni siquiera se aún porque un día decidí dejar de lado mi decisión de no buscarte más, pero bueno todo eso ya no importa, porque al pasar el tiempo, la razón de las cosas, han logrado caer por su propio peso y es que no había otra forma posible para poder entender lo que nos hicimos, por supuesto que al final cada uno saco las uñas de la indeferencia y las fue encajando hasta hacernos daño, aunque pienso que para esas alturas el único daño que podías hacerme, ya estaba hecho desde antes, fue digamos como una confirmación de daños. Que loco puede parecer todo esto.

Empecé a negarte mientras tú de cuando en cuando me regalabas un segundo de tu tiempo, quizá no me lo regalabas, quizá lo que pasaba es que no tenías nada que hacer y en tu aburrimiento pleno intentabas saber que estaba haciendo, de alguna forma siempre te intriga saber las cosas que hago, o quizá tan solo deseabas jugar al tiempo de escribirme, porque ese juego era de alguna forma tu venganza para las cosas que te había hecho antes de tu partidas, por supuesto que las cosas que te hice, no pueden ser otras que el ignorarte, y después al descubrir tu lejanía, decidí que era tiempo de levantar ese cerco de silencio y continuar el dialogo, porque tu presencia, solo me hace bien cuando esta lejana, porque había decidido, verte como amigos, porque toda relación que pudiera existir entre los dos, lo único que podría traernos serían dolencias del alma, aunque hablar de las dolencias del alma requiere de grandes espacios de tiempo, no es algo simple, eso sin considerar que para eso debemos armar la explicación basado en las pequeñas cosas, esas cosas que parecen desapercibidas pero que en conjunto conforman el todo.

Tú no pudiste callar.

Durante mucho tiempo reclamaste airadamente mi comportamiento, le dijiste a mis amigos que no era posible que yo tuviera ese comportamiento ante ti, que tú lo eras todo, que terminaría por arrepentirme, lo único que lograste fue ponerme en alerta.

Por supuesto que me ha dolido el no seguir con este juego de aventuras sin sentido, pero no me duele porque ello con lleve a tu ausencia, si observas un poco nunca nos hemos tenido, el dolor viene de la idea de perder cierta malicia hacia contigo y que las cosas que hagas ya no me sorprendan, el dolor no es otra cosa que un desprendimiento del ese diario invento, de ese diario sabor que nos recorre mientras nos bajos acoplando a nuestras ideas. En el fondo ambos hemos ganado, claro que cada uno en un escenario diferente al que hemos pensado o planeado, así mientras tú te encargas de tener en tus manos ese espacio con el que tanto he venido soñando, yo estoy en las proximidades de un norte a lo más extremo de los sueños, de esas cosas que no pasan por nuestras cabezas, pero que son parte de la realidad diaria, esa realidad que no tiene necesidad de ser inventada. Aunque debo decir que muchas de las cosas terminan por invertirse, lo mejor es que cada uno esta ahora donde quiere, en mi caso la sonrisa me acompaña en mis cosas diarias, peor para llegar a ella fueron necesarias algunas tardes en silencio y otras tantas inmersas en el llanto, después de todo nadie dijo que vivir fuera fácil y mucho menos nos dijeron que los sueños se deben cumplir al pie de la letra.

Yo he podido callar hasta hoy.

No te he reclamado nada, te he pedido que no dejemos de ser amigos, pero claramente veo que tus intenciones de esa amistad no te vienen muy bien, por supuesto que el hecho de ser amigos, no nos da el derecho de acostarnos en la misma cama y sentir nuestra piel en ese ardiente deseo, al menos ese no es mi concepto de amistad.

martes, 1 de enero de 2008

Al despertar...


Entonces en el país donde todo es posible, las cosas empezaron a suceder de nuevo, un festejo lleno de luces en la ciudad de los millones de habitantes, la protesta a primera hora en la frontera norte porque el tratado de libre comercio con el norte permite la importación de productos del campo, el desmesurado éxodo de mexicanos en absoluta pobreza hacia el vecino país del norte, alguien me ha preguntado si estoy preparando un brinco para el otro lado, el único brinco que me interesa no es precisamente cruzar la frontera donde el río Bravo cuenta tantas historias de muertes y sueños destrozados, yo deseo cruzar la barrera de todos mis miedos, pero todo ello es tan solo al comienzo del primer minuto de este año, quizá en los próximos días quiera irme al África a buscar lo que nadie crea que se pueda encontrar, aunque mi verdadero deseo es irme a buscar la locura en casa de la luna, anoche note que un lado del cerro de la silla estaba queriendo ser amante del fuego, pero como suelo ver esas cosas, suelo ver otras que a simple contacto de nuestros sentidos se tornan muy agradables, el caso es el ojo con el que se mira… Solo puedo decir que las cosas ya empezaron a suceder.

Ir creando las cosas que solo se nos pueden ocurrir después de un largo tiempo de pasión es como pretender entregarnos a los más locos deseos que puedan venir impresos en los sueños diarios, sin importar las cosas por las que todo el mundo se sorprende, la idea es dejarse atrapar, dejarse llevar al ritmo propio de todo lo que somos, si las sumas o las cuentas no salen quizá sea porque en algún momento se han perdido el control de las fechas. Cuando uno pierde el control de las fechas corre el riesgo de quedar preñado, quizá hace un buen rato que estoy preñado solo que no me atrevía a dejar que ese pasión transcurriera a lo largo de mi piel, solo me había atrevido e vivir y convivir con el dolor, aunque el dolor no es otra cosa de mi raro vicio por verme de otra forma, eso sin perder estas ganas locas de ir de un lado a otra de estos locos sueños hasta transformarme en lo que a veces parece que no soy, dicen que soñar no cuesta nada, pero ser loco y soñador puede costarnos más de la mitad de nuestra vida, la otra mitad se invierte en descubrir lo que al parecer somos, pero nadie sabe de cierto lo que en verdad es, todo parece ser parte del secuestro del que nos hace presa nuestros miedos. Pudiera ponerme a correr por un extraño sitio donde las cosas no parecen tener tiempo, ni razón para existir, pero cuando intento estar en medio de esos lugares, lo único que puedo descubrir es una enorme ignorancia, la ignorancia de no saber si en verdad estoy hecho para todo esto que pretendo, sin en verdad al otro lado de mis locas andanzas se encuentra uno con el verdadero infierno o si todos esos castigos que nos inventamos para auto mutilarnos en verdad tienen una existencia que nos compromete a seguir sin mucho de lo que somos, sin emociones, sin sentimientos, llenos de ese deseo por ser cosas y ponernos un precio.

La soledad podría venir disfrazada de no se cuantos pretextos. En estos días mis pensamientos están ocupados por los amigos en todas las latitudes posibles, esos amigos que una buena mañana te invitan a subirte al auto y te llevan a recorren cientos de kilómetros por lugares insospechados, hablando de lugares bajo sospechas, me he preguntado de donde había surgido ese constante deseo por vivir en el lejano continente(eso para los de este lado), aunque al hablar de lejanías, de lados y no se cuantas cosas pueden surgir dudas, quizá se debería dejar a un lado el paseo por las nubes para llamar a cada cosa por su nombre, así que en ese tono de las cosas, pienso que me resulta casi imposible poder explicar mi deseo por vivir en un sitio lejano al mío, el amor inventado quizá, no el amor existente, sino las ganas de tener un amor, de llenarme de sueños o verme a diario reflejado en los ojos de una mujer nacida y crecida en un mundo aparte, en un país aparte con una cultura aparte y un sentimiento aparte, como si cada espacio fuera un espacio ajeno y cada pensamiento permaneciera como un verdadero mundo donde cada uno pudiera ser único, pero a veces percibo que no solo las cosas se hacen en serie, sino que nosotros mismos nos vamos acoplando aun mundo donde cada parte de lo que somos fue hecho en serie y nos entregamos al consumo de todo lo que nos pongan enfrente, después de todo de alguna forma se debe consumir el tiempo mientras empezamos a morir o bien morimos. Morirnos para qué eso es lo que me pregunto a diario, sobre todo si acá en las cosas diarias, en este mundo de vivos se esta muy bien, quizá no sea otra cosa que la necesidad de consumir esas historia de muerte y veneraciones, es como tratar de negarnos a diario, aunque pienso que la muerte no es otra cosa que el producto más vendido dentro de este mundo de globalizados y cosas baratas, aunque morir suele salir caro para los familiares.

Las primeras ideas del año, al parecer no tienen mucho sentido, pero tampoco la tarea de convertirse en una reflexión profunda, porque después de todo no soy nadie para ponerme en el papel de reflexiones que a veces ni entiendo, las primeras ideas o pensamientos de este año venían en realidad cargado de sonrisas y de un breve golpe al aire diciéndome al fin las cosas tomaran otro rumbo, todo estará mejor, que bueno que ha llegado este día, quizá porque desde hace un buen tiempo ya venía deseando momentos de una alegría cómplice de mis largos días en esto que parecía la más larga pesadilla y que no era otra cosa que los estragos de tantas noches sin dormir, así que golpe al viento y una sonrisa cómplice en medio de mi nube, quizá desde ahora deje de hablar de algunas cosas y empiece por hablar de otras, lo mejor es no dejar de hablar….