viernes, 28 de septiembre de 2007

Urgencias...


Urgencia de nombrarte, de decirte amor, no la urgencia de las palabras o de entrar en ellas, sino la urgencia de tu amor, de ese amor que me arranque de esta soledad sin sentido, urgencia de ti, para amarte, para nombrarte, para juntos generar la historia diaria de nuestra vida. Estar dentro de ti, no tan solo en cuerpo, sino en alma, tocar tu alma, desnudarla, jugar a que somos únicos, nombrarte todos los días hasta ya no verte, hasta descubrir que uno de los dos esta muerto e incluso muerto seguir rozando tus labios con estas ganas de estar allí, en tu piel, en tu historia, en nuestro encuentro. Urgencias. De mí, de ti, de la vida, de las ganas de no habitar en esta soledad. Urgencia de llamar a tu puerta y que corras abrirla, para hacernos felices todos los días en que podamos ir juntos por las calles, siempre tomados de la mano. Mundo complicado, soledad de todas las horas, sin embargo con nuestro encuentro voy descubriendo esta necesidad de estar sin ella.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Olvidos...


Se me olvida el sentido de todo, de las calles, de la vida o si algo va de norte a sur, de nuevo el desdichado norte que muchos dicen que es mejor que el sur, aunque algunos prefieren el sur, pero son pocos, para mí esos sentidos se olvidan, entonces me lanzo a caminar sin dar importancia hacia donde voy o si un día el sol me queda a mi izquierda o a las espaldas, si un día me queda a las espaldas, al otro día, muy temprano lo tendré de frente, pero se puede cambiar de sentido, pues para eso se han inventado las vueltas. No solo olvido los sentidos de orientación, también olvido las fechas, los nombres de las cosas e incluso me olvido de las únicas tres palabras que aprendí en francés, de las horas mejor ni hablo porque cuando me doy cuenta ya no son lo que yo pensaba, me olvido de las citas, de mis locos sueños, me olvido que tengo que estar a la espera de que alguien quiera convivir conmigo, me olvido por olvidar sin darle importancia a casi nada, pero olvidarme de los nombres eso si que me parece trágico, pero lo hago. Unas veces me olvido de las canciones, me olvido que en el trayecto de un viaje tengo que pasar por una ciudad, entonces cuando los recuerdos llegan, todo es como una inmensa ola, un inmenso grito. Llega entonces el otoño, me doy cuenta de ello porque suelo olvidar con mayor facilidad, es como una constante en mis días, es como no dejar de hacer, pero el invierno me sume muchas veces en una soledad aún peor, es como estar encerrado, luego dentro de ese encierro vivir una pesadilla, un pozo, donde puede escuchar constantemente el tic tac del tiempo, pero un tiempo que se mide a través del movimiento de un péndulo. Parece que todo es siempre igual. No se le puede hacer trampa al tiempo, pero tampoco se puede pensar en la trampa, muchas veces decimos que todo sigue igual, que las cosas van como las empezamos, muchas veces decimos que no pasa el tiempo, afortunados todos los que creen eso, incluso yo lo creo, pero la realidad qué es lo nos dice, tal vez mi forma despreocupada de ver este mundo me haga pensar que ese tiempo no transcurre, pero mis manos, mi piel, mi entorno me van diciendo otra cosa, ante eso no existe un punto en el cual yo me ponga a discutir tales sentimientos. Ahora mismo estoy perdido, olvide el sentido de todo esto, me deje atrapar por mis ritmos, como si los segundos que gobiernan mis actos fueran diferentes alo segundos que me dan la libertad de vida, después de todo puros sueños, luego olvido el sentido de los sueños, así que no importa.
Me he dicho en estos días que lo importante son las cosas prácticas, hacer las cuentas para que todo me alcance, no juego a la lotería porque desajusto mi presupuesto, vivir de presupuesto esta del carajo, quizá debería irme a un casino y olvidarme de todas estas raras tonterías. Pero igual regreso siendo un apostador fracasado, mejor no, mejor continuo con esta vida un poco fuera de sentido, continuo pensando que la felicidad es tener un trabajo y trabajar por más de ocho horas al día para tener un peso en la bolsa, el otro peso traducirlo en el bienestar de tu pareja, pues dicen que en pareja se llega mucho más rápido a la felicidad. También me he pensado mucho la idea de salir del país, si lo hago, estaré otro tiempo sin trabajar, me gusta viajar, pero ya empiezo a odiar esta sensación incierta de no tener nada, de andar al favor del viento y de los amigos, por primera vez parece que tengo un ataque de sensatez, el caso es que se me olvido el sentido de todo, más tarde me preguntaré por el sentido de este comportamiento, eso será cuando ya no lo recuerdo, pero igual lo olvido y sigo siendo el mismo de siempre. Quizá debería hacer trampa o buscar mi suerte. Cuando los bolsos están vacíos, uno recurre a todo tipo de artimañas. Por lo pronto me inquieta la idea de viajar, que carajos importa todo este sentir. Eso creo.
Hace un tiempo regrese de Europa, siempre he dicho que regrese con lo que llegué, por un segundo me sentí feliz, pero no tan solo se me fue el tiempo. Llegué hasta esas tierras cargado de una fuerte ilusión, pensé en el amor es cierto, soñé con la realización del amor, incluso fui creando un personaje, una vida, un sueño, pensé en el pequeño Charles, (el pequeño no era otra cosa que mi retoño, que no tuvo la suerte de existir) pensé que de no funcionar las cosas tendría un perro, tal vez pensé en la clase de perro como en el nombre, lo pensé todo, pero nada es como piensa o quiere, así que un día me deje llevar por otros sentimientos, después de todo para los que no creemos en el tiempo nada se pierde si este pasa o no, aunque la realidad sea otro. Que afortunado fui, por un segundo soñé con el amor, me ilusione como nunca antes, después regrese a los antiguos vicios, la verdad me he sentido patético, he llegado a pensar que una vida así vale muy poco, pero nunca he pensado en no vivirla más, es decir tengo mucho por hacer, me sobra el tiempo. Regresarme de Europa, fue como si dos negros de esos que vigilan en los casinos me obligaran a salir de tal sitio, aunque nadie me tomo de los brazos para arrojarme de Europa, lo que yo entendí fue que no era mi lugar, que no era ni mi tiempo ni mi espacio, aunque ahora me he vuelto aferrar, estoy con más ganas que antes de estar allí, pero no se por cuanto tiempo, se me olvida todo, creo que antes dije que no vale la pena, ahora cualquiera puede decir que me contra digo, así soy en realidad, complejo, contradictorio, olvidadizo, no existe mucho para adivinar, es algo sin sentido. Suspiro con ganas de hacer mis viejos recorridos, quizá solo me quede eso, solo suspirar. ¿El amor será así, como un fuerte suspiro?, no creo, pero si veces el amor como la posibilidad de no perder nada, entonces somos afortunados, pero siempre se pierde algo, por supuesto que también se gana, quienes no lo ven así, que afortunados.

Lo inolvidable son las cosas que repito como en automático, las rutas por donde suelo pasear, el sabor del platillo que suelo comer con mayor frecuencia, el silencio constante de esos amigos que prefieren su mundo diario porque el tiempo no les alcanza para nada o porque lo que esperan no tiene nada que ver con uno o porque uno no despierta esa capacidad de asombro, recuerdo muy bien los silencios, eso me desespera, me traga. También recuerdo con toda facilidad el olor del aceite quemado cuando un motor se des-biela o cuando la lluvia suelta las primeras gotas y la tierra desprende ese aroma de humedad, el aroma del café es imposible que se me olvide, los desprecios, las miradas que matan o que las tonterías de los amigos que te recalcan que ya tus oportunidades han pasado, como si las oportunidades o la suerte fueran esclavas del tiempo, también existen cosas que nos negamos a entender. En estos días me he desvelado, pensando soñando en el amor, pero me pregunto, cuando llegara ese famoso día nada esperado en que tenga que despertar para olvidar una vez más, olvidar como todo o casi todo. Luego sin darme cuenta, sentir que puedo pretender una vez más enamorarme para recordar ese dolor tan especial. El amor duele, pero duele más tener que olvidar tantas cosas.

Quisiera recordar el sentido de todo esto o por lo menos saber que estoy haciendo a estas horas, sentado frente a un monitor, quisiera dejar de pensar en algunas cosas del pasado que parece que se repiten en mi loca cabeza como si se tratara de forjar lo que uno es. Ese constante martilleo que me dice, que me dicta que me atrapa, pero no todo es un querer, muchas veces se requiere de un esfuerzo sin importar el tamaño de este. Se me olvida el sabor de mis locas aventuras, tengo ganas de seguir en este andar, se me olvida el sentido de una ruta, no se como descubrir si existe un norte, pero sin norte no puedo hablar del sur, dicen que sin pareja no se puede hablar del amor, yo creo que eso es un error, lo que si creo es que sin pareja es imposible olvidar algunas cosas que solo suceden con ella, quizá sea algo que para mí hoy no tiene nombre, lo único es cierto es que se me olvido que día es hoy, me duele. Otra vez en el mismo rincón, que suerte o es que tengo que desfalcar al destino (aunque no creo en el destino, pienso que todo se va construyendo). Hacer trampa. ¿Será esa la solución?

martes, 25 de septiembre de 2007

que será?


acaso me estare volviendo loco. o es que recupero la cordura?

lunes, 24 de septiembre de 2007

no lo se......


Aquí de nuevo. Espacio en silencio, me gusta el silencio, es curioso descubrir que el silencio no es absoluto, que es uno, el que guarda silencio, que es uno, el que se calla, pero es uno, el que imagina que los demás están callados. Se pueden escuchar grillos, parece que existen cientos de ellos, luego el tema de la luna, hoy se ve preciosa, eso me gusta tanto. Por un segundo pienso que voy a caer rendido, mis ojos se cierran, pero aún no es tiempo de dormir, ahora es tiempo de soñar, de querer compartir. De nuevo en este mismo espacio, sin nombrarte, pero con ese juego constante de que todo puede ocurrir, con la idea de que la vida sigue, que tarde o temprano uno de los dos o uno de todos tendrá que variar su camino, es decir en algún punto de este espacio se tiene que tomar otra dirección, otro rumbo.
Quiero pensar, pero me parece algo complicado, quiero decir tantas cosas, pero mis silencios son siempre más poderosos, este es mi mundo, el mundo diario, ese lugar donde parece imposible descubrir el instante mismo en que una mariposa levante su vuelo, pero sucede, luego viene el asombro, la mirada perdida, los instantes donde cada sensación nos arrebata de la realidad, donde la única realidad se ha vestido en todas estas noches de desvelos, te imaginas vestido de desvelos, parece algo menos complejo. Quiero entender algunas ausencias, sobre todo aquella que me dice que no estás, que te ausentas como si todo lo que yo hago poca importancia tuviera, hoy es así, ayer fue así, mañana de seguro será lo mismo, a veces creo que de no ser por mis reclamos ese silencio sería eterno, aunque debo aclarar que no seria de todo eterno porque algunas veces rompes tus silencios para dar muestras de que todo esta bien. De donde se sacan fuerzas para estar siempre callados, siempre sin decir nada, quizá debería ponerme en tus zapatos para entenderte, pero estar en tus zapatos implica responsabilidades, para las cuales me declaro incompetente. Sigo aquí, aún no me marcho, he pensado dejar que mis pies recorran las calles de otra ciudad, por pensar no paro, tampoco a todo lo que tiene que ver con planes, pero no llevo un control tan exacto como aquel tipo que detalla con claridad los eventos que van sucediendo a cada instante. Yo soy, digamos, extraño.
Sonidos, luces, cielo inquieto, me tomo las mano, pretendo rozar la piel del cielo, peor es más que poco probable esta noche, pero estoy seguro que llegara el día en que todos podamos hacer lo que se nos venga en gana. Estoy cansado, se me hace imposible mantener los ojos abiertos, quizá deba decir buenas noches, decir que nada de lo que trato de hacer tiene sentido. Por cierto, el hecho de que siga aquí, no tiene que ver con mi forma de vida. Ya no se ni lo que digo, mejor me duermo. Hasta mañana.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Un tanto lo que soy...


Después de muchos días de lluvia, por fin puedo ver la luna. Anoche dormí acompañado, fue una larga noche, una larga plática, regocijo, alegría, risas como hace mucho no tenía, por lo menos desde nuestro anterior encuentro a este, las cosas cambiaron, me quede con un buen sabor de boca, con un mundo completamente diferente, me quede en manos de la felicidad. Pero todo esto no es posible si uno se empeña en negar las realidades. Además le confesé mis nuevos secretos, ese es el problema conmigo, que se me ocurre ir cambiando de secretos hasta quedar desnudos de ellos, pero cuando eso pasa, esos secretos que se han desnudado carecen de importancia porque otros nuevos secretos han llegado. Mis planes para el próximo fin de semana, es estar en Monterrey, después la risa, la vida, el encuentro, después la felicidad de forma integral, que otra cosa se puede pedir. Lo de anoche es único, ya no recuerdo cuando fue la última vez que dormimos juntos, quizá tendríamos la edad más corta jamás imaginada, porque ese es otro defecto con mi memoria, la cual cree que todo es cosa de ayer, no dimensiona, el jardín de la casa le sigue pareciendo hermoso aunque casi todas las flores se hubieran mudado para dar paso a otros habitantes, pero lo genial esta en el patio, ese patio que no lograba dominar con la mirada, que me decía que no existía un sitio, un solo sitio donde todo pudiera terminar, una distancia que se pudiera medir, todo era simple, no rutinario, sino sencillo, el patio era, es, será por siempre ese lugar que no deja de parecerme inmenso, de esos son los tiempos que recuerdo como si fuera ayer, ayer es mucho tiempo, como si hace una horas hubiera pasado. El calor de una cama, los pies que te coquetean, que juegan, el juego de palabras, el mole a la hora de la comida, la risa en el juego de pelota, hace mucho que no me divertía en un juego de pelota, quizá porque no me gusta perder, pero tampoco tengo obsesión con ganar siempre, solo que ahora fue diferente, sobre todo las risas el juego, el ambiente a fiesta, parece que eso no existe todos los días, pero te hablo de anoche, de esta noche, de la luna, de las pláticas nocturnas, de mi viaje, de mi vida, de mis juegos, de mi soledad, que extraño, no he hablado de la soledad, pero estoy tan acostumbrado a ella que la menciono, es la única que siempre me es fiel, la que no abandona, porque dejarla entonces en un olvido momentáneo, si allí continua, solo que es inteligente, se hace a un lado para que yo disfrute, la realidad es que estos días he vibrado, me voy afinando, la vida es desde entonces otra, pero no en otro lugar. Los secretos. ¿Alguien desea saber mis secretos?, supongo que no, después de todo son aburridos. Esta noche hace calor, pero no importa, porque puedo ver la luna, porque estoy lleno de energías, porque ese juego de vida me da de cuando en cuando sonrisas, nada puede estar tan mal, es uno el que se complica. Septiembre va, se va, dicen que de la lunas la de octubre es más preciosa, yo solo puedo decir que su brillo me tiene enamorado, yo solo puedo decir que sino en los próximos días sigue lloviendo, me iré a donde no llueva para seguir mi romance con luna. Ya es otoño. El tiempo sigue, pero a nadie le importa el tiempo, ni las marchas, ni las oportunidades, la vida es única, se vive donde uno juzga que es mejor, algunos deciden detenerse para saber que hicieron mal, otros de todo lo mal ya ni se detienen, porque el que se duerme termina en otras camas, perdón quise decir otras aguas, que importa. Rumor de lluvia esta noche, las otras noches rumor de luna. La de anoche, una de las mejores en los últimos tiempos de mi vida, rumor de sueños, sueños sin rumores, día redondo, felicidad si límite, por la tarde una siesta, hace mucho que no tomaba una siesta, la verdad es que resulta extraordinario hacerlo, que otra cosa se le puede pedir a la vida. Septiembre, me gusta, es el tiempo más hermoso, es el tiempo para platicar con las aves que no se cansan de sus vuelos, es tiempo de encontrarnos de nuevo. El viaje a Chile quedara en los proyectos de este año, no por falta de ganas, tengo muchas ganas de encontrarme con mis amigos, pero lo que no tengo es dinero, el viaje a Europa, creo que se convertirá en un proyecto más largo, quizá unos dos años e incluso tres, antes me serpa imposible hacerlo, solo me queda moverme en un pequeño espacio, de una ciudad determinada, pero el viaje a la felicidad apenas empieza, cuando hablo de viajes me da por suspirar, parece que tuviera una incapacidad para no poder volver a esos sitios que aprendí amar, pero no es otra cosa que incapacidad económica, en otras palabras, sufro de ausencias, sí ausencias pero esas de las que todo mundo conoce como económicas, pero por suerte aún me queda mucha vida, poco más de cincuenta años, aclaro que la vida no es comprada, pero son los deseos que tengo, así que hasta allí llegare. Después de todo, que importa mi mundo de loco, lo importante es que estoy vivo, que el día de hoy me he sentido muy feliz, que anoche dormí acompañado, que más se puede pedir. Ya se, quiero unas cucharadas de luna para no dejar de ser feliz. Deje de pensar, deje de sentirme presionado, ahora como lo hacía antes, vivirla, gozarla y que cada uno llegue a donde quiere, acaso no es lo que siempre andamos peleando, solo que le damos el nombre de libertad. Esta noche es especialmente hermosa, no ha llovido, no hace falta que llueva, la luna esta divina, mis ojos se cierran no de cansancio, sino de alegría, esta noche puedo mudar de piel sin tener miedo.
Olvide decir, que amo la poesía.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Otros...


Otros ruidos. Otros mundos, otros sueños, el mundo de otros, de nosotros, de todos. Que diablos hago en esta orilla cuando la vida esta en la otra orilla, quizá a tu lado o del lado mismo donde tus emociones crecen. Otros. A veces creo que me da miedo, que cuando es el instante de afrontar las cosas tal como son, me escondo, otras veces creo que tengo el síndrome del vencido, es entonces que puedo entender que sea de alguna forma pasivo, que no diga nada, que muchos de mis pensamientos me los trague, me los guarde, según yo para el mejor momento, pero el momento es el de ahora, el que se vive a diario. Síndromes, acaso esas cosas te hacen tener el cuello ancho, las manos gordas, la mirada perdida, los sueños locos, creo que no existen tales cosas, es decir nadie identifica los susurros físicos, que según nos dicen lo que somos. Soledad, ahogo de soledad, juegos, intentos de amar, amor de otras orillas, amores que implican mudanzas, pero no existe una forma intensa, interna, practica de mudarse, no son los efectos materiales que se puedan llevar encima, ni siquiera es necesario llevar nada, las mudanzas del alma son menos complejas que las mudanzas de los muebles, pero siempre son más cansadas, mudar de costumbres, de sueños, de comidas, todo en el nombre del gran amor, solo que nadie sabe si ese amor esta dispuesto a lo mismo o si uno mismo esta en verdad dispuesto a todo lo que pueda venir, ese es el mundo de acá, el de este lado, el mundo de los otros, del otro, el mundo que no es tuyo, pero que intento que lo descubras, que lo entiendas, que quieras estar en el, no importa en la orilla en que cada uno tenga que estar, tu orilla o la mía, tus sueños o los míos, el sentido de esto es la vida, la vida es el camino que puede llevar a la felicidad, tu orilla, mi orilla, otros instantes, otros sueños, otros amigos, todo es otro, nosotros somos los otros. Complejo. Quizá no, tan solo se trata de otra óptica. Nosotros. Los otros. Soñar.

jueves, 20 de septiembre de 2007

silencios


De nuevo el silencio. Ahora tiene cuerpo, nombre de mujer, esta vez será el amor....

martes, 18 de septiembre de 2007

Todo va...


Cuantos colores tienen los sueños de los ciegos. Cuanta oscuridad existen en mis pensamientos. De la soledad quizá pueda hablar, pero ahora no es tiempo. Me dicen el triste, pero yo digo que nada de eso es verdad. Quizá sea el malo de algún cuento. Estas noches, me repito tantas veces en estas noches, la idea más tonta, pero hasta no verte dulce amor, no dejare de repetirme las mismas palabras. Me duele todo, lo cual significa que he regresado a ese estado normal de mis sensaciones, acaso pretendo huir, acaso pretendo negarme la posibilidad del amor, la verdad es que no lo creo, estoy más decidido que nunca, me importa muy poco si tengo que pasar por situaciones complicadas o por desengaños que orillen a la soledad, me importa que el silencio me alcance antes de tocar unos labios, pero hasta no verte amor mío, no dejare de repetirme tantas cosas, no es una obsesión, es el compás de espera.
Tengo tantas cosas por contar, pero estoy aferrado a mis ideas de hacerlo de alguna forma poco común, bueno no debo hablar de las cosas llamadas comunes, más bien se trata que no las cuento por mi estado de fortaleza, es decir el equilibrio entre el cansancio y las ganas de hacer tantas cosas se ve un poco afectado, cargado hacia el lado menos positivo, es cierto que nadie me obliga a todo esto, que lo hago porque me gusta, porque es parte de mis deseos, pero a veces estos deseos se ven tocados por mis fuertes y ocurrentes dolores, en estos días los que más se quejan son mis ojos, con ello me vienen dolores intensos. Es entonces que me pregunto si los sueños de los ciegos son a colores, pero al mismo tiempo me pregunto si recordar cuando se es ciego, es un tema monocromático. Después de todo estoy alucinando, es lo más normal.
En ocasiones pienso que un día lo voto todo, me pongo en huelga, me ausento por una larga temporada, pero digo que no es justo, sobre todo porque esta es una tarea, no viene de la mano del placer, entonces poco importan tantas cosas, nada tiene que ver si me duele algo o si de pronto siento que me esta consumiendo un estado de ánimo complejo, lo que quiero decir es que sino me esfuerzo no he de lograr tantas cosas, es de alguna forma esos tiempos de ir replanteando las rutas a seguir en este mundo apasionante llamado el de las letras.
Me puedo poner a platicar de mis cosas diarias, de lo que pienso durante el día, o de cómo me siento en estos tiempos, me puedo poner hablar de las cosas que me dicen algunas amigas porque un día no les contesto, o porque no cedo ante ciertos chantajes, no se le puede llamar de otra forma, me puedo poner a decir lo que algunas veces leo con total asombro, pero no lo hago porque no me gusta ese chisme un tanto bajo, aunque yo soy de lo más vulgar, no puedo hablar de esas cosas, pero tampoco se trata de decir que a todo esto le falta argumentos, lo que intento dejar claro es que muchas veces no tenemos nada que decir o nos cansa ese repetitivo canturreo del hola, como estas, cuando otras tantas circunstancias suelen ser más importantes, solo que aún no descubro esas cosas más importantes. Sino contesto es porque en ese breve espacio de tiempo, en ese preciso segundo estoy muriendo. He muerto tantas veces que he perdido la cuenta, pero ustedes alguna vez mueren o es que le tienen miedo a todo eso, luego si mueren son capaces de describir sus muertes o se queden allí como pasmados sin saber que hacer. Algunas veces antes de cerrar los ojos me llega la muerte, le abro los brazos alegremente, le recibo, no tengo nada en contra de ella. ya no se ni de que estaba hablando, de seguro cada día estoy más loco. He pensado en algunas cosas que debería hacer, nada de otro mundo, pero si de mis cosas sin sentido, de esas cosas que tienen que ver con lo que me entretiene. Es tiempo de hacer algo de moverme un poco, de dejarme de estos juegos que van desde el amanecer hasta el último segundo en que me mantengo despierto, no se aún porque hago todo esto, es decir hablo de mil cosas, de tantas expectativas, pero será lo que en realidad deseo o es que me estoy dejando llevar por esta constante soledad, si la soledad solo sirve para perdernos entonces porque es que me empeño mucho en tenerla. De algo debería de servir todo lo que he ido viviendo, pero algunas veces creo que me estoy volviendo cuerdo, no deseo que me gane ese sentimiento o ese estado de sensatez, no quiero convertirme en la definición exacta de humano, pienso que existe un mundo mucho mejor en la locura, si es así entonces porque abandonarla, porque pensar que el consumismo, el convertirse en cosa es lo mejor. Aclaro que convertirse en la definición de humano, no tiene nada que ver con la situación de humanizarse, ya se que parece complejo, pero es algo así como que dos más dos son cinco, pocos lo pueden explicar, yo no soy uno de ellos, pues estoy loco. La realidad es que es imposible no lograr todo lo que se quiere, basta con trabajar en ello y se tiene.
El tiempo sigue pasando, no se hasta donde voy aguantar esta vertiginosa inmovilidad, deseo viajar al igual que los hacen las señales de estos circuitos, a veces quisiera saber el tamaño de mi archivo, la capacidad que se necesita en un disco duro para poder viajar a través de estas redes y perderme al llegar a un nuevo destino, me pregunto si el tamaño de mi archivo no llevara mucho tiempo para ser descargado en otra parte de este mundo, por supuesto que me pongo a pensar que todo depende de la velocidad de la conexión, pero aún con todo eso es posible llegar hasta Australia en unas cuantas horas, lo importante es no ser un archivo obeso, pan comido pues…

lunes, 17 de septiembre de 2007

Platica abierta...


He recorrido tantos destinos, pero de esos destinos geográficos, pues no creo en los que se bautizan como destinos para la vida, he caminado tantas veces el mismo camino, pero aún no hago ese trayecto de va de mi vida a mis sueños, ese destino que me puede llevar al mundo que siempre he deseado, el mundo de la felicidad, el encuentro, la locura. Así que más vale seguir caminando, porque es la única forma de seguir siendo lo que hasta ahora he pretendido ser, hacer, descubrir. Otras veces no le encuentro sentido al seguir viviendo si dicen que del otro lado de esto que llamamos vida existe un mundo mucho mejor, también se habla de un mundo de castigos, lamentos, así como no se cuantas cosas, pero de continuar con esta vida terminare por ganarme todos los castigos posibles, que tal vez resulte mejor morir, pues si morir es mucho mejor que el vivir, que demonios estoy haciendo aquí. Tampoco es para levantar alarmas o para pensar que algo anda mal en mi comportamiento o llegar a creer que estoy sumido en una melancolía que me esta tragando, nada de eso sucede, es un pensamiento de lo más natural de lo más predecible, cualquiera lo tiene, no importa el tiempo o los estado de ánimos, solo sucede o me van a decir que no es así. Algunas veces me cuesta mucho poder escribir, no estas reflexiones, es decir si el deseo es convertirse en escritor, se tiene que trabajar mucho, esto para mí es tener doble trabajo, un buen tiempo pegado a motores, haciendo que estas manos se llenen de aceite, que mis demonios de cuando en cuando les de por levantarse enojados porque las cosas no salen como deben, pero bueno todo es parte de la genialidad, luego por las noches escribir un poco, peor leer más, eso sin hablar que todos los días se debe madrugar para ir armando pequeños argumentos que no logran decir lo que deseo, así que allí me tienen una vez dos veces, o tantas veces que se pierde la cuenta, pero siempre intentando, siempre buscando la forma de armar esas historias que le dan vuelta a mis pensamientos, pero nunca se piensa que escribir representa un trabajo, algo más cansado que la mecánica mal pagada, pero a veces creo que esta más mal pagada la escritura, pero por supuesto que escribir no lo hago para comer, sino como parte de un placer complejo, complicado, muchas veces mis amigos me dicen que deje de ser el tipo de antes, que ya no salgo, que parece que ya no me divierto, lo único que suelo decir es que en algunas ocasiones me duelen los riñones, pero que estoy muy bien. Entonces tengo dos trabajos, algunos placeres, trabajos que se llevan la mayor parte de mi tiempo, quedando para mis cosas algo así como un suspiro entre dormir comer, asearme, que decir del vivir, para eso ya ni existe el tiempo, pero me siento lleno, pleno, feliz. Mis ideas acerca de los ruidos, acerca de estas cosas que voy compartiendo con todos no es otra cosa que disciplinarme, me hace falta hacerlo, me cuesta mucho tener un orden, una idea lógica de todo lo que debo hacer, pues siempre me voy por otro lado sin importarme todo el trabajo ya realizado, por otra parte me da por pensar que lo que debo hacer es dedicarme a escribir pequeños relatos, pero soy necio, por desgracia soy de esos necios que dicen que desean hacer algo y hasta no hacerlo no experimentan la felicidad, así que mi idea no es de relatos o pequeños cuentos, deseo escribir novelas, pero no se aún si algún día podré hacerlo, si alguna sola de las cosas que hago será motivo de felicidad, aunque cuando me leen ustedes, los que están del otro lado de la pantalla, me roban una gran sonrisa, me hacen de alguna forma el tipo más feliz. Disciplina. Cuando diablos voy a tenerla. Si fuera como los sueños otra cosa sería esta vida, pero nada es como los sueños, el sabor de las cosas es un tanto crudo, amargo, diferente a todo lo que uno pueda imaginar, pero si las cosas fueran fáciles, todo mundo estaría en ellas. Otra cosa es la imaginación, pero por desgracia no basta para pretender escribir. Escribir es un trabajo, algo muy duro pero placentero, aunque la mayor parte de las veces son veo esa parte de dureza de la que les hablo, para mí es más bien ocasional, quizá se torna complejo cuando se tiene que combinar con un trabajo que demanda de grandes esfuerzos físicos, pero es lo que escogí, no me quejo. Tejer historias, reparar motores, auto jubilarse de una profesión, ser lector amante y amante de la lectura, soñar con que todas las noches un amor vendrá hasta mí, que ese amor me sacara de estos cuentos, pensar, soñar, vivir, que otra cosa se puede hacer, si alguien sabe de una receta distinta entonces que ponga el paso a paso por si alguien necesita de ello, por mi parte yo soy feliz haciendo lo que más me gusta, vivir. Creo que mi abuela era partidaria del trabajo, era de esas mujeres que no tenían responsabilidad ante nada, que enviaba a su marido que era mi abuelo a trabajar para que ella lo tuviera todo, aunque la pregunta constante es saber que es todo. Entre otras cosas escribo porque tengo una gran necesidad de conocerme, eso hago ir conociéndome. Pero conocerse debe ser una tarea de lo más complicada, donde por más que se intente, lo único que se logra es encontrarse con un perfecto desconocido que de cuando en cuando se interroga ante el espejo. ¿Y tú quien eres?

domingo, 16 de septiembre de 2007

Las fiestas patrias o esta locura sin sentido...


Los días que pasan, las noches que terminan muy pronto, este mundo, los sonidos, los ruidos, la cacofonía misma del entorno, entonces las ausencias, las entregas, las salidas que no se concretan por algunos errores, resignarse, quedarse un tiempo más porque el presupuesto no se ajusta, me pasé 35 años para poder entender esto de la necesidad económica, para comprender que dos centavos de manera mensual al incremento de la gasolina terminan por ser una cantidad enorme entre los millones de litros que se venden a diario, pero el mundo sigue dando giros, entre giro y giro voy dándome de tumbos, pero nada me detiene, son estos tiempos los que me confrontan. Mientras tanto la gente celebra con las llamadas noches mexicanas, luego los antojitos, chiles en nogada, pozole, tostadas, todo es color ardiente, belleza, sonidos, hace muchos años que no estaba en el país cada que celebraban estos aniversarios de la independencia, pero que es todo lo que llamamos independencia, es decir liberarte del yugo de un conquistador para tener el yugo de un nuevo amante del hombre sin libertad, en donde realmente se esconde la libertad, qué es lo que somos, porque tanto ruido si en el fondo muchos ni siquiera disfrutamos de los beneficios por el cual otros hombres han dado su vida, que significo para ellos dar su vida, que significada para nosotros todo esta muestra de poder donde el ejercito al mando de un gobierno esta dispuesto a no permitir que la gente exprese su sentir, este es un país dividido por los que tienen el poder y los pobres, que forma más extraña de gobernar, pues lo pobres son más que los demás, de alguna forma elegimos a los que nos gobiernan, pero por alguna razón siempre ganan los que son menos, es una suma extraña, las cuentas no coinciden o es que nosotros nos vamos traicionando, la verdad es que solo acá pasan cosas extrañas, algunos desaparecen, nunca más se les vuelve a encontrar, otros más levantan sus quejas mediante movimientos armados, parece que se entiende que vivimos bajo un régimen de una sociedad que pacta silencios a cambio de ciertos beneficios, una sociedad que tolera esa dictadura democrática, pero es posible elegir a un dictador por un periodo determinado, como dije antes acá sucede de todo, incluso llueve cuando no es época, hasta la naturaleza se aloca, eso es mi país. No soy político, no podría con esa tarea, tampoco soy un revolucionario que se interesa por hacer las cosas que según entiendo a muchos no les interesa, puedo decir que soy un delincuente, por extraño que parezca esa es la gran realidad, tampoco es para espantarse pues no ando por las calles asaltando o violando seres humanos, mi delincuencia va en el sentido que no soporto ciertas cosas del sistema, entonces me niego a creer en todo ello, me rebelo en mis silencios, es como esos pactos donde nadie dice nada pero todo mundo sabe lo que va a pasar, depuse de todo a quien diablos le importa todo esto.
La ciudad se ve hermosa con tantos adornos, nuestro cielo se vio también adornado por una serie de aviones, sus motores tienen buen sonido, pero que hacen en realidad, nos dicen que son capaces de auxiliar a una población en desastre, que también son grupos de reacción inmediata, no se ante que reaccionan pero tenemos un grupo especial y un grupo de no se cuantas cosas, contra que luchan, nos dicen que contra el narcotráfico, contra grupos de guerrilleros, y quizá un día luchen contra una sociedad a la que le deben su existencia, de allí salen tantas tropas, aunque ser soldado en este país no es una cuestión de honor, en realidad se trata de una necesidad, una gran necesidad porque de no hacerlo mucha gente ya hubiera muerto de hambre, quizá exagero con eso de haber muerto, pero muchos dejan el campo para ponerse un uniforme, después del uniforme vienen los sueldos, pocos meses después vienen los hijos, ser militar en México solo puede significar tener hijos, no una estabilidad emocional o económica, muchos menos puedes decirse que una situación de tradición, de honor y orgullo, aunque en los diversos medios de comunicación nos hacen creer eso, cuando no se tiene para más, cuando no existen los medios para estudiar, para ser seres pensantes, lo importante es comer, lo único que te puede sacar de ese apuro es ponerse un uniforme, entonces es motivo de orgullo, pero no creo que sea algo que traiga en la sangre, aunque nuestro himno nacional diga: “Un soldado en cada hijo te dio”. No se ni porque escribo todas estas tonterías, pero ya estoy en ello. Podría borrar todo con solo tocar una tecla, pero como dije antes ya estoy en esto, al final, quizá después de todo, encuentre el sentido o por lo menos un significado, quizá ese sentimiento nacionalista me ha llevado por estos caminos, aunque yo no veo un lugar que nos ofrezca, algo más allá de los sueños, yo no veo ese proyecto de gran nación, quizá soy egoísta, tal vez será que mi ceguera va aumentado, pero por algo pasan las cosas, así que mejor lo dejo todo, un día puede servir para alguna reflexión o tal vez para nada.
Los días siguen pasando, las lluvias no dejan de caer, la ciudad esta húmeda, fría, tremendamente llena de gentes, pero con un vacío en su interior que nos puede hacer temblar, la ciudad no grita pero va llorando en sus silencios, este mundo, este día, los gritos que nos toca dar para festejar que somos libres, pero me sigo preguntando de que somos libres, si al parecer no existe una sociedad que piense, que sienta el significado de la libertad, pero igual me estoy engañando, al menos me hace pensar todo esto, mientras las calles lucen adornadas a tres colores, después del festejo la lluvia se llevara todo, las ciudad regresara a su normalidad, la gente se entretendrá con las peleas de box por televisión abierta, la selección volverá a jugar, las historias de los hogares pobres serán televisadas, el espectáculo debe continuar porque los grandes negocios televisivos viven de la gente, debemos estar alertas que no se despeguen de sus televisores, debemos seguir con esta rutina de días cortos y noches largas. Que viva México cabrones.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Retorno al punto de partida...


Retorno al punto de partida...

-¿Cuántas veces regresas al mismo punto de tu vida?
-Sin decir nada, la mujer de cabellos desordenados negó con un movimiento de la cabeza, al mismo tiempo que soltó un suspiro.
-Yo he regresado muchas veces.
Ella recorrió con sus manos la piel casi marchita de Alejandro, se entretenía dibujando en el pecho de esté, hacía recorridos lentos que terminaron por estremecerlo. Él se levanto de la cama, caminó sin prisa hasta la ventana, estaba totalmente desnudo. Era una noche fría como todas las noches al sur de la ciudad, por esos rumbos del ajusco.
Aún quedaba un cigarrillo de marihuana, Alejandro acercó la llamita del encendedor. Se puso a observar por la ventana, poco se podía ver en esa noche oscura, la lluvia no dejaba de caer, el vidrio estaba empañado, las cosas nunca salían como se planeaban. Intento que su mirada fuera más allá de las luces de los faroles que entre los árboles lanzaban algunos destellos de su presencia. Todo era silencio, los perros que en otras noches no dejaban dormir estaban escondidos, solo de cuando en cuando se podía escuchar el rumor lanzado por las llantas de un coche que sale presuroso en medio de la noche, sin saber siquiera si viaja de norte a sur o viceversa.
-Cuando te digo regresar, no me refiero al tiempo o espacio físico, es decir, la idea es como cuando te acuestas a dormir, pero no logras hacerlo porque una sensación extraña te invade, es como esos sueños recurrentes donde el mismo tipo de siempre, mata a un amigo tuyo, ese lugar que nunca cambia, quizá la misma esquina de un sitio que te parece desconocido pero tan habitual o el patio de tu casa; a eso me refiero, a esos regresos, no quiero que lo veas como cuando uno se va de viaje para volverse más tarde. Es una sensación extraña que te sucede tantas veces en el año, quizá unos cien o doscientas veces. Es como ponerse a soñar para despertar, para estar de nuevo en el mismo lugar, pero con esa sensación que todo es nuevo. Estar seguro que todo lo que hacemos nos regresara irremediablemente a la misma historia. Algunos dicen que esto se debe a la experiencia de la reencarnación, otros más le llaman tedio a la vida, eso que te sucede cuando dices que tal situación ya la viste antes, incluso te encuentras con un sujeto que nunca has visto, pero juras que le conoces. No se puede decir que algunas cosas solo ocurren una vez en la vida. El primer instante en el que ocurre eso, no es que ya estés muerto, tampoco podemos hablar de la reencarnación, parece algo más simple, ese primer instante donde ocurren todas estas cosas, es regresar al primer punto, al único punto que tenemos de partida para nuestras vidas, quizá somos unos cuantos que nos atrevemos a este viaje sin comparación, yo lo he hecho cientos de veces sin mover una sola parte de mi cuerpo. La sensación es única, incomparable, llena de pasión, podría decirse que es como una muerte chiquita. ¿Alguna vez has disfrutado de una muerta chiquita?, te explico como es una muerte chiquita, seguro que tú ya lo sabes, algunas veces mueres más de quince veces mientras hacemos el amor. Una muerte chiquita es comparable con un orgasmo.
-De ser así, solo se regresa una vez.
-Seguro que eso lo dijo alguien que no ha disfrutado de los orgasmos. Se tienen muchas muertes chiquitas, muchos regresos e igual número de navegaciones, la vida es constante movimiento, se busca porque nada llega por casualidad, regresar es parte de esa búsqueda, despertar es parte de una muerte no anunciada, incluso un orgasmo es parte de lo que andamos buscando, de alguna forma todo ello es parte del camino a la felicidad. A veces quisiera morir cien veces en tus brazos. Puta madre si se lo que son las muertes chiquitas, si se con claridad lo que es regresar al mismo punto. A veces no quisiera despertar porque algunos regresos duelen, pero todo es parte de la vida, sin ello es como no existir. Quisiera no cerrar los ojos, entregarme a tu cuerpo, morir en pequeñas dosis en ti. Las pequeñas muertes suman lo que es la gran muerte, pero si estoy contigo deseo morir lentamente, poco a poco.
-Los muertos se quedan dormidos para siempre, no mueren lentamente -dijo ella tras un largo silencio, dio la espalda. Tenía un cuerpo perfecto, unas nalgas hermosamente redondas, brillantes, llenas de un sabor único.
-Esos son los muertos que solo lo hacen una vez, pero yo hablo no solo de muertos, sino de ese ir o venir a través de tantas cosas en la vida, hablo de pequeñas muertes, no de las que suceden de un solo golpe, esas no me interesan. Hablo de regresar al mismo punto, de esa sensación extraña que nos recorre el pensamiento, que nos enchina la piel cuando descubrimos que algunas cosas, que según nosotros, ya han sucedido antes. De regresar muchas veces, tres o cuatro por semana, durante toda la vida, no es un viaje, sino un encuentro con nuestras sensaciones.

-¿Cómo son tus regresos a esos puntos de la vida?
El silencio de Alejandro fue prolongado, cuando por fin volvió hablar, la mujer de los cabellos rizados en desorden, no le vio sus gestos. Escucho su voz un tanto ronca, con ese tono medio extraño, cualquiera podría jurar que era quizá de Chile o Colombia. Algunas veces su voz tiene un timbre raro, le llegan a decir que es un español venido a menos o cubano, el caso es que nunca logran dar con su identidad del todo, nunca lo hacen mexicano, eso parece imposible.
-Cuando regresas a ese punto tan especial de tu vida, al que he nombrado como el punto de partida. No puedes respirar. Algo te ahoga, es una sensación rara, parece que alguien mueve todo lo que tienes dentro, no te puedes mover, entras en un profundo abandono, las imágenes recorren los campos del recuerdo hasta formar miles de ellas que una vez que se juntan, parecen proyectar una película, la que tiene que ver con tu vida. Tu mano permanece torpemente inmóvil, tus pies no obedecen al impulso de seguir caminando, algunas veces te sucede en medio de tráfico o entre tanta gente que piensas que todos están detenidos, que tú eres quien se mueve a una velocidad impresionante, pero como te voy diciendo, es exactamente al revés. En ese momento parece que pierdes el conocimiento. La cara esta dentro de un charco de agua sucia, pero con los olores frenéticos de las primeras gotas de lluvia, no tienes voluntad, tu cuerpo hace a su antojo lo que desea, puedes orinar los pantalones, eres ajeno, distante de tus voluntades. No puedes hacer nada para detenerlo, es como cuando un orgasmo esta en la parte más alta de su expresión, no se puede detener, si lo haces es una gran tontería. La sangre muchas veces te abandona… Esta lloviendo, se levantan los primeros aromas.
-¿Ahora?
No, me refiero a cuando vuelves. Por supuesto que ahora llueve, llueve todos los días, es la ciudad que no descansa nunca de las lluvias. La misma ciudad, la misma gente. Tantas veces he regresado a ella sin salir, otras veces no estoy en la ciudad, peor aún así regreso, como si todos mis temores, todas mis pasiones estuvieran en ella, es un punto de todos los puntos, ese regreso necesario, porque sino lo hago entonces estaré totalmente muerto, te he dicho que prefiero una muerte chiquita, pero siempre a tu lado. Por cierto a tu lado no dejo de estar, es un regreso constante, eres mi muerte en pequeñas dosis.
Ella empezó a caminar por toda la habitación, el único ruido era el de sus pies al irse arrastrando por ese piso de madera. El frío le recorrió la planta de sus pies.
-Lo malo de si te mueres es que ya no me contaras historias.
-Eso es lo que tú crees. Aunque no muero, lo mío son regresos, volver al punto inicial.
-Los muertos no creo que se dediquen a experimentar orgasmos.
-Conozco a muchos vivos que están bien jodidos, en su puta vida han experimentado un orgasmo. No cogen, según ellos porque están a dieta, quizá deberían morir de un solo golpe, aunque la muerte en pequeñas dosis tampoco se interesa por ellos, insisto, están bien jodidos.
Alejandro se alejo de la ventana, se acerco a la cama. La mujer de los cabellos ensortijados le sonrió. Le dijo que se le antojaba un poco de su calor, que para un hombre que a regresado tantas veces, que disfruta del placer de múltiples orgasmos a los que él llama una muerte chiquita, no debe ser gran cosa un poco de calor, quizá con una pequeño abrazo, todo este bien.
-Pides más de lo que esperaba en este instante.
-Para un tipo con lo que experimentas, eso debe ser nada o lo que es lo mismo, debe ser como una jalada.
-Eso si que no, una jalada es un jalada, pero preparar un café, eso implica un gran esfuerzo. Mejor deberías darle unas jaladas al cigarro de marihuana, sirve que me entiendes mucho más.
Alejandro regreso hasta la ventana.-Sigue lloviendo.
-¿Acaso estas ahora en unos de tus regresos?
-No, ahora no. se tuvo que mover para esquivar un ejemplar de Pancho Villa de Paco Ignacio Taibo II que ella le había lanzado.
Le gano la sonrisa, la tomo por el talle, deslizo sus manos entre sus hermosas nalgas redondas, el frío de la noche se estaban apoderando de ellas. Entonces le dijo que cubriera su desnudez o pescaría un resfriado de nalgas, que le parecía una pena que esas nalgas se enfermaran, al mismo tiempo abrió las ventanas, un aire más frió que las nalgas de ella fue llenando todos los espacios, del pequeño cuarto.
-Allí esta dijo la mujer de los cabellos ensortijados, los que son como tú no pueden disfrutar de tantas cosas, parece que siempre andan huyendo, muchas veces te siento ausente, en esa ausencia es imposible pasar por esos lugares que tú me cuentas, a veces dudo que te enteres que estoy teniendo un orgasmo, pienso que finges, incluso he llegado a creer que todo esos de las pequeñas muertes no es otra cosa que un invento, sabes muy bien que eres bueno para inventar. Es difícil que disfrutes de tantas cosas, lo que yo creo, es que me mientes, así te justificas. Ahora mismo todo esto que me cuentas es para poder estar juntos, todo lo haces por tener mis nalgas entre tus manos, una vez que te sientes satisfecho haces lo de siempre, te alejas, luego me vienes con estas mamadas de que uno hace viajes sin viajar, que con el tiempo uno termina por regresar al mismo punto, que todo es parte de tus muertes, que así te gusta vivir, insisto, todo es una gran mamada de tu parte, ya no te creo nada.
-A lo mejor tienes razón, yo no trato de convencerte. Además el que tenga tus nalgas en mis manos, es para los dos placenteros, solo así se justifica que muchas veces nos volvamos acostar, que hagamos el amor, además no con todos los hombres se pueden experimentar los orgasmos, la clave esta en la confianza, así que digas lo que digas no dejo de ser un tipo especial para ti.
-Creo que en la cabeza tienes algún loco. Dijo la muchacha.
Por cierto que muchas cosas solo suceden porque es parte del espacio donde nos toca vivir.
-No debí enamorarme de ti, es lo que entiendo, no de un loco mexicano, que se pasa la vida viajando, que se deja llevar por sus locuras, que algunas veces se siente escritor, de todo mundo podía enamorarme, pero no de ti.
-Lo cierto es que nunca debiste enamorarte de un tipo que va muriendo a diario, pero que no deja de regresar al mismo punto, porque cuando regresa viene cargado de muchas emociones nuevas. Redescubriendo sus historias.

Hace una semana que había vuelto a ciudad de México, desde entonces no ha parado de llover. El reencuentro con los viejos amigos resulto muy agradable, tenía muchas que agradecerles, sobre todo que cuidaran de sus cosas mientras estuvo fuera, no eran grandes cosas, pero ya ven que uno se encariña con ellas. Estaba convencido que sus malos momentos ya habían terminado, incluso se decía que le había ganado terreno a eso que llaman disciplina, que ahora si estaba convencido que se podría convertir en un buen escritor, no en un mal escritor, sino en uno reconocido, según él había recuperado la confianza. Sus miedos no estaban del todo infundados, por un lado el volver implicaba una serie de encuentros con sus emociones, eso sin hablar que ya no quería hacerse responsable de una serie de cosas que en los tiempos pasados le habían robado todos sus alientos, luego el ruido de la ciudad, su oído se había desacostumbrado a ellos, sin contar con la gran cantidad de gente mentándose la madre porque alguien les estorba, porque tienen una gran necesidad de llegar a sus casas. Deseaba no tener un solo pretexto para regresar, pero esas cosas nunca pasan. Días llenos de miedos, de esa extraña paranoia, la ciudad exige mucho, nada es como cuando estaba joven, en esos tiempos donde todo resultaba fácil de hacer. Le punzaba un dolor constante en la columna, esos in hablar de los miedos, de esos que llaman tremendos. Sus manos ya no tenían la misma fuerza. Darle la espalda a la puerta muchas veces significaba más que un encierro. Con todo eso se vio en la necesidad de regresar a la ciudad, se vio en la necesidad de conseguir un trabajo, visitar a los amigos, llenarse de quince o treinta orgasmos de la mujer de nalgas redondas, brillantes, hermosas, todo era parte de este regreso, el estar en esta ciudad que no esconde las lluvias, donde el viento no sopla fuerte, donde ese mismo viento solapa la presencia de las aguas, esas aguas que tienen que ver con su regreso al mismo punto, al mismo espacio, al mismo cielo. Contestar el telefono le traía cierto pánico, nada era como en otros tiempos llego a pensar. Diferentes voces le solicitaban, pero siempre contestaba que ya no vivía en esta casa, o si le decían que deseaban hablar con el que contesto hace un rato, se reía para decirles que ya había renunciado aquel tipo, que era un aprendiz de algunos oficios pero que no encontró lo que buscaba. Si alguien le decía que deseaba verlo, veía casi siempre un enemigo llamando a su puerta, así que este regreso le resultaba más que complicado. Cualquiera hubiera dicho que ya había muerto que sus actos no correspondían aun ser vivo, que la mujer de cabello ensortijado platicaba con un fantasma. Lo peor es cuando una voz desconocida te habla de tú, e intenta intimidarte.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Inmortalidad...


Comparto al otro, al que vive en mí, al que juega por mis pasillos internos, al que va tejiendo una espiral que parece complicada, aunque nada es como nos lo pinta, entonces, esté, que algunas veces pretende escribir, no es otra cosa que un andante, sí, leíste bien, un andante, que dista mucho de ser poeta, la poesía se le ha negado, no es un como un vaso de agua, dicen que el agua no se le niega a nadie, más bien este andante es un remiendo de poeta, eso debe ser, que otra cosa se puede pretender, sino ir remendando los pocos versos que de alguna forma me llegan, que de alguna forma intento transformar en mis pensamientos, pero tampoco eso es la gran cosa. Poetas, acaso es el invento más genial de la humanidad, es decir construir puentes o aviones o bases espaciales tarde o temprano se tenían que hacer, pero poetas es algo que se antoja más que complejo, no es como sacarle una costilla al hombre para hacer la creación más perfecta y divina, porque con esa creación se genera la vida, nuestra única y verdadera inmortalidad. Hacer poesía, con dificultad nos hará inmortales, luego, no todos los versos son poesía, incluso algunos versos son catastróficos, algunos ni versos son, pero el hombre se llama poeta, pretendiendo escribir lo que nunca debió intentar, hacer poetas no es como sacar una costilla para después ir pariendo versos; el poeta parece estar completo, pero entonces de donde viene esa poesía, quizá venga de la luna, y los poetas de Venus. Por eso comparto al otro, al tipo que desea la inmortalidad, no al que se conforma con un segundo de gloria y ese sentimiento efímero de existir por siempre, porque ese siempre no existe sino en su metáfora diaria, yo deseo esa inmortalidad, quizá para ello, el único camino, no es por cierto una espiral, sino el seguir adelante. Adelante es el mundo de las responsabilidades, es como sacar una y otra costilla, para asegurar que por lo menos durante algunos años seguiré con mi disfrutable inmortalidad, aunque nada es garantía. Ahora creo que no soy claro, pero diré que en estos días me gana un sentimiento de paternidad extraordinario, quizá la que no espera nada porque anda buscando, me encuentre. Ahora que tener hijos debe ser duro, difícil, pero bueno no me tocan tantas cosas, así que no puedo saberlo. Quizá mi retoño, sea el poeta.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Qué es hoy...



Bueno este es un día exactamente normal, es decir lleno de rutinas...

miércoles, 12 de septiembre de 2007

69


Diez, quince, y no se cuantos más orgasmos. Me gustan las mujeres multiorgasmicas, es como cuando llueve sobre mojado, luego el olor de las humedades, la pasión, el cuerpo que se estremece, mi miopía emocional, mi loca vida, es como pretender tener más de dos orgasmos sobre cada orgasmo conquistado, es como hablar, hablar, hablar, mientras la lluvia continua mojando mis alrededores que ya están desquiciados. Es locura plena.

martes, 11 de septiembre de 2007

Azul no es lo mismo que gris

Este sueño gris. La navaja escondida donde menos lo imagino, los sueños atrapados debajo de mi almohada, tu presencia un tanto extraña, los ruidos, las soledades, los vacíos, la magia de encuentros que no se dan, soledad que atas navajas, mar que nunca estas en calma, mis ojos que se ocultan cuando te ven, que se agachan porque no quieren ofenderte con su lasciva forma de mirar, mientras tú sigues adicta a la belleza, al crecimiento exagerado de ese gusto que a diario siento por ti. Este mar lejano, donde los inventos de una ciudad por inventarse el mar no sirven de nada, no sirven porque no tienen los ruidos propios del mar, porque no existe una caracola tan gigante que sea capaz de generar tanto sonido como para nutrir a millones de habitantes, luego jugar con olas que no lo son, con espumas inventadas, con ruidos de asfaltos, con arenas traídas de no se donde, como que eso no es para mí.
Caminar sobre la dura tapa de unas calles que sirven para el tráfico diario, tráfico de autos, de gentes, de drogas, de suicidios, de muertes o muertos, o de ciudad de un gris impresionante, incluso más gris que todos mis sueños. Camino porque me gusta, casi nunca me detengo sobre este duro concreto, sobre esta ciudad de miradas que insisten en saber si eres asaltante, secuestrador, asaltado o secuestrado, miradas que tratan de adivinar, cuando quizá sea un poco menos complejo preguntar, pero otras situación vedada es el dialogo, ciudad sitiada por los caprichos más extraños. Lugares que se prestan al juego de los amantes, sueños que se escapan, sin que nadie recompensa por información que nos lleve a su paradero. Mundo del caos. Entran las fotos por el objetivo de mi viaja cámara, mientras la lluvia me recorre el cuerpo, la lluvia que en ocasiones corta cual filosa navaja, este noctambularlo que me tiene atrapado entre la duermevela inquieta, por los ruidos, los sonidos, los rompimientos de este corazón.
A veces me cuesta quitarme de encima estos sueños, ese color gris de la ciudad, paredes grises, autos grises, gentes en gris, se imaginan un mundo sin color, un mundo donde todos somos homogéneos, eso se me hace la grosería más grande que se me pueda ocurrir. Estoy ene se espacio donde el cuerpo reclama descansar por todo el cansancio ganado durante le día, no me atrevo a decir nada, pero en silencio se que no me iré de este sitio hasta que se me venga en gana, discuto con mis pensamientos en gris, no dejo que me atrape esta sensación un tanto curiosa que me puede llevar al mejor de los sitios o simplemente dejarme atrapado en lo que ya no existe. Es decir mis sueños que antes de ser grises, tenían un buen color, un excelente síntoma de salud.
Muchas veces creo que caeré desvanecido. Ser extranjero, es como ser ajeno de todo lo que nos gusta, pero me intriga el significado de un sueño en gris, quizá sea que me estoy contagiando de una serie de pasiones que tienen que ver con alguna ciudad o quizá sea esta ciudad. El lugar que amo puede ser como una navaja, no una gran navaja, sino una navaja que es capaz de cortar el aire para entregarnos, todo el que se pueda necesitar. Silencio, es tiempo de otra entrega. No se porque, pero en los últimos días mi coquetería me ha metido en problemas, lo peor del caso es que se entienden cosas que no son, al menos yo pienso que no son. Pero hacerme escuchar o decir lo que en verdad es, pocas veces importa porque cada uno ya tiene formada su opinión, el caso es que no dejo de ser el extranjero que no tiene voz, que no es capaz de expresar lo que en realidad desea, por lo que en verdad sigue vive. Noticias de un encuentro, pasión que no se mide, juego interminable es esta ciudad que claramente fue pintada de gris, quizá para algunos lo ideal debería ser poder pintarla de cualquier color o de color arco iris, ahora poco importa. En otro lugar empecé a extraviarme, mis dedos tuvieron la necesidad de huir, de perder su inteligencia, mi cuerpo reclamo su derecho a dormir, mi lengua dejo de hablar, mis ojos encontraron la solución a su insomnio, mis sueños no dejaron de ser grises, la vida va…

lunes, 10 de septiembre de 2007

De noche llegaron(de las cosas sin sentido)


Hace unos días llegaron hasta la puerta de la casa. Llegaron de noche, sigo pensando que eran ladrones disfrazados de abogados. Me arrancaron del más profundo de mis sueños, decían que tenían derecho a entrar, que de alguna forma tenían que recuperar los 400 pesos que se les había quedado a deber por el uso del teléfono. Luego decían que un tal juez les ordenaba embargar hasta por tres veces el valor de la adeudo; no se quien sea el tal juez, pero lo que no creo es todo ese cuento que por falta de pago se pueden meter a tu casa. Por supuesto que no me puse el suéter, no encontré los zapatos, estaba un poco adormilado, pero no como para dejarlos pasar. Fue el más grande de los escándalos de los últimos días, los vecinos fueron avisados por las luces como el ruido de las sirenas de las patrullas, me parece un absurdo pagar a unas patrullas para recuperar 400 pesos. Los vecinos estaban a pie de sus puertas, observando lo que pasaba, se preguntaban si venían por primo Juan, a él le gusta meterse en problemas, pero estaba vez se trataba de otro asunto menos delicado.
El abogado alegaba que no se ha pagado la deuda, que van más de ocho meses, que si ahora no se puede pagar en cuanto pase más tiempo, nos va resultar imposible cumplir con lo que la empresa de teléfonos demanda, que nos conviene dejar pasar al actuario que representa a dicha compañía, que no pueden irse con las manos limpias, que si dejamos que pase el tiempo, nuestra deuda va a crecer aún más, que los gastos de la gestión de embrago corre por nuestra cuenta. Por lo pronto recomiendan que debemos dejarlos pasar que es lo correcto. Los mando al diablo, algunos vecinos se acercan, los envían por donde han venido.

domingo, 9 de septiembre de 2007

sin silencios...


Como guardar silencio. A veces trato de convencerme de que no puedo hacer nada por el momento, que es necesario conformarme con lo que tengo, que en esta ciudad por lo menos tengo un trabajo, un pequeño departamento, alimento seguro, trato de convencerme que en esta ciudad puedo fluir, puedo soñar, leer, escribir. Muchas veces tomo el periódico, tratando de rastrear la pista de algunos acontecimientos, intento ser objetivo pero me resulta imposible. Trato de responderme quien diablos soy, me busco algunas veces en las notas sin sentido de esos artículos que llaman de opinión. Otras veces creo que sería muy bueno enviar un pequeño artículo al periódico, al menos no esta tan mal lo que hago, luego cuando leo ciertas cosas, me pregunto si es que cobran por ese trabajo, en fin a veces pienso que no es otra cosa que una vanidad retrasada. Luego empiezan de nuevo estas locuras, me pregunto porque tengo que guardar silencio, al mismo tiempo que me pregunto por todos mis miedos, por todas mis locas andanzas, me pregunto por estas ganas de salir, de dejar atrás esta ciudad, pero el miedo es el peor enemigo o como dicen algunos, es el consejero más sensato, pero la vida sin viajes parece no ser vida, es como llegar aquello de que uno esta ya muerto, luego si uno ya esta muerto, pues no queda otro camino que suicidarse, la puerta falsa dicen algunos. Quién diablos soy, que estoy buscando, que es lo que me ofrece en realidad esta ciudad, será acaso una prisión entre cristales de tono gris, la ciudad es eso, una ciudad de tonos grises, como esos vidrios filtra sol. Pero la idea es saber que hago, porque estoy aquí, para donde deseo andar, quizá esa sea la tarea más compleja que se me pudo ocurrir, pero la idea es saber, no tan solo preguntar.
Dicen que los varones son los que optan con mayor facilidad por tomar esa salida de la puerta falsa. Las estadísticas pueden decir mucho, aunque la verdad muy poco me importa. Tampoco estoy buscando un método vulgar para terminar con mi vida, tampoco es el tiempo de decir que ya estoy muerto, solo que la idea de tener que guardar silencio ante tantas ausencias, no me parece que sea algo que me haga feliz, ya he dicho que mi deseo es saber quien rayos soy, pero parece que en ningún lugar puedo encontrar respuestas.
Esta vez no tengo más opción, debo dejar que el silencio siga haciendo de las suyas, imaginar que un día de estos puedo reanudar mis viajes, que e sposible encontrarse con los amigos muy pronto, no puedo más que ponerme a soñar pero sin decir nada, es necesario guardar silencio, no decir nada porque se me puede romper el corazón sino logor hacer lo que deseo, aunque antes de todo eso la misma pregunta me sigue complicando la existencia, y es que deseo saber quien demonios soy, que es lo que hago en esta ciudad, a donde deseo marcharme, porque ir a ese sitio, me ganan algunas veces la soledad, los ruidos internos, mis cosas sin sentido, me digo que soy parte del amor para el amor mismo, pero no logro responderme la s cosas más básicas, como si al cerrar los ojos, todo lo que se, se tornara en una serie de datos inútiles, esos sin contar con mis constantes indecisiones, pero yo fui quien decidió regresar, porque según solo acá podría encontrar todas las respuestas a esas preguntas que están huérfanas de ese saber. La realidad es que ahora estoy pero que antes pues no encuentro respuestas, pero ya no estoy donde tanto deseo, la esperanza es que un día de estos volveré al lugar de mis sueños, por lo menos no dejo de pensarlo, la única forma de dejar de pensar en ello, es morir, guardar silencio, hacer que nada pase, cuando ese tiempo llegue será estar muerto y ya estando muerto lo único que nos queda es suicidarnos, la salida por esa famosa puerta fácil. Quizá no voy a ningún lugar, y quizá te descubro en un país que esta en ti, que se deja caminar cuando tus pies se inquietan.

sábado, 8 de septiembre de 2007

Lo que viene con el silencio...


Después de todo este silencio, parece que el ruido me despierta. La ciudad invita, no es noche de copas, tampoco es noche de andar por las calles invitando a la vida, a los sueños, a lo que algunos llaman pecado, que es a lo que llamo vida. Es noche fría, existe en el ambiente una ligera llovizna, me esfuerzo por estar despierto, por no pensar demasiado, intento tantas cosas, pero los problemas que ya son un tanto rutinarios me rebasan, puedo hacer tantas cosas, a la mano tengo algunos libros, me gustaría comprar algunos más, pero en estos tiempos ya no leo con tanta facilidad como antes, quizá porque ahora mis ojos van más cansados o porque se conjugan una serie de eventos, por el día el trabajo, luego este invento-intento de escribir, sí, se que parece absurdo pero pretendo escribir, pero casi siempre que me acerco al monitor ya estoy más dormido que despierto, eso sin contar que a veces me invento responsabilidades, la buena noticia es que no me tengo que levantar muy temprano para ir en busca de la leche subsidiada, me pregunto si a las vacas también le subsidian si alimentación, no es que este en contra de estos programas de ayuda, lo que pienso es en lo mal que esta el país en cuanto al tema economía que de no contar con ayuda, resulta imposible lograr una vida medianamente cómoda, es decir una vida que va, que va con lentitud y que no alcanza para comprar sueños, mucho menos alcanza para desbaratar los nudos de la tripas y comer bien bonito. Por supuesto que no voy por la leche casi gratuita porque no me gusta la leche, tampoco me gustan otras cosas que pasan en este mi país de locos, es decir, mientras las reformas fiscales puedan ser posibles si es que se hace el cambio del consejero electoral o mientras permitan el alza de la gasolina a cambio de que no se pague los impuestos correspondientes ala tenencia del vehículo, es decir una política d trueque, donde nadie se detiene un segundo y observa, bueno no hace falta observar, es decir un grupo de caprichosos que además trabajan para nosotros el pueblo, dice que le importa un “pito” lo que cada uno de nosotros pueda pensar, que ellos no desean al consejero electoral, que a cambio de que lo saquen de su puesto ellos aprueban una reforma determinada, cuando en otros tiempos nos dicen que no es viable para el país, la pregunta es si se trata de caprichos o les importa un carajo que nosotros que pagamos todos sus lujos así como su vida sin preocupaciones nos encontremos en la necesidad de sufrir por sus caprichos, actitud de niños, no lo creo, pienso que esos tipos no tienen cerebro para decidir el rumbo de un país jugando volados, luego esa reforma al alza de la gasolina, me parece aún más estupido, es decir que bien que no se pague el impuesto por el uso del automóvil, pero el caso es quienes son los que tienen automóvil casa cada mexicano cuenta con uno en su casa, luego el alza de combustibles acarrea como consecuencias el alza de los comestibles, pero los pobres ni tienen carro, lo cual indica que importa lo mismo si se pagan tenencias o no, la medida más bien es para los que tienen, en gran medida para ricos, después de todo ellos también contribuyen al pago de nuestros legisladores, supongo que contribuyen pero con eso de que algunos no pagan impuestos, vaya usted a saber que pasa allí, pero el rico, rico sigue, ni como desplazarlo, el pobre sino tiene que comer que busca a ver en donde pero que no pida que nadie la va a dar.

Me da risa el país y la gente que nos gobierna. Me da risa nuestra actitud de conformismo, pero algunos dicen que están haciendo algo para cambiar, imagino que eso tiene que ver con campañas para comprar y tener mejores servicios, el caso es que pagamos por todos dos o tres veces o tantas veces que se puede perder la cuenta. Ni siquiera se porque estoy hablando de todo esto, si ya todos estamos enterados de que es lo que pasa.

Yo estaba hablando de que no voy por la leche porque no me gusta, eso sin contar que tienes que levantarte a las cinco de la mañana, pero antes de eso hablaba de las cosas que vienen con el silencio o con esta soledad de cuatro paredes. Hablo de mis locas ideas, de los ideales que persigo, de lo tremendamente solo que te encuentras cuando intentas proponer una serie de ideas, del hecho de que no se puede vivir de leer o contar historias, es decir no se trata de armar un mundo que se adapte a nuestras necesidades, sino de adaptarnos a las necesidades el mundo, pero en verdad todo esto será cierto o en el fondo uno continua amando ese espíritu un tanto rebelde. Digo que todo esto sigue sin importar.

Pararse temprano e ir por la leche, aunque sigo con mi duda si es leche, al menos leche de vaca, dicen algunos que no es otra cosa que el jugo de algún tubérculo, tampoco se de esas cosas pero corren fuertes rumores. La única vaca que me gusta no tiene cuernos, no da leche, pero tampoco se donde s encuentra. Ahora ya no se ni lo que digo. Silencios, después de estos silencios debería dejarse entrever un mundo diferente, un mundo con conciencia, con el logro de cierta madurez, pero por desgracia lo que voy descubriendo a diario es un hambre por saber que es lo que en realidad pasa en este entorno, lo que logro al final de toda esta tarea es pensar que todo es posible, aunque no tengo de manera claro lo que esta dentro de eso mundo de posibilidades e imposibilidades, para que engañarme la realidad es ahora, el mundo es aquí con las cosas que vivo, los sueños están muy lejos, tan lejos como viajar doce horas en avión, sin descansar un solo segundo, pero tengo la ilusión que todo será mejor después de uno de tantos días de estos, que importa cual.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Salavado por mis necedades...

Por las palabras que escuche durante toda mi infancia, llegue a pensar que mil cosas eran espantosas, eso sin contar con las experiencias personales, llegue a dudar incluso que existiera la felicidad, el mundo estaba restringido a la idea de obedecer ordenes, todo era parte de un caos, de una personalidad condicionada constantemente por las diversas presiones de una sociedad enferma, por los caprichos de un padre que resulto no ser padre pero que tenía una mente muy complicada. Después de tantos años de lucha, poder sentarme, poder contar acerca de estas cosas no es parte de la casualidad, sino parte de la lectura, si algo me ha mantenido a flote, si es que algo me ha mantenido a salvo, son las novelas. De allí mi profundo amor por las novelas, por las cosas que leo, de allí que desde esos tiempos quiera escribir sin lograr hasta hoy nada que valga la pena, pero se sigue trabajando en ello. Un día mi abuela (que era la madrastra de mi madre, en realidad yo no tenido una abuela natural cada una es parte de un invento) me dijo que era muy malo contar mentiras, mucho más malo le resultaba la idea de contar historias, decía que las historias llenas de mentiras, terminaban por arrojar a los hombres a la perdición, les condenaba al infierno, terminaba con la vida. Después me contaba acerca de un padre que nunca he conocido, decía que no tenía derecho a que mi madre me engañara, luego tantas cosas. Alguien más me decía que debería preocuparme por aprender amar, por supuesto que todo tenía ese extraño sabor de clara ventaja en todo, amar, era para que me entregara a ella, decía que el no tener relaciones sexuales a edad temprana puede acarrear problemas complejos para el resto de la vida, me hablaba de la virginidad, de la falta de experiencia, imaginaba la virginidad como un sello en la frente, donde todos pueden leer la frase inexperto, imaginaba que con los años algo pendía de nuestro cuerpo como un gran moco, semejante al que les cuelga a los pavos, después de todo, imaginar no es una tarea del todo complicada, mucho menos en mi condición de ir contando cosas. Esas cosas me fueron marcando desde muy pequeño, hasta hacerme perder todo contacto con el mundo real, a pequeña edad me fui entregando a los placeres del cuerpo, pero nunca del alma, me hablaron del pecado, pero me dijeron que algunas cosas no eran pecado, porque así convenía en ese momento, o porque así lo dictaba la ley del creador. Otras tantas ideas me parecieron complicadas que termine por confundirme. El caso es que cambio el rumbo de tantas cosas. Fui salvado por las novelas, aunque muchas cosas en mí pueden y quizá sean detestables, quizá sea un tipo insoportable, pero no se trata de si te encuentras o no bien, sino que existen días en los que saltan los demonios, en los que se tiene que luchar contra un ejercito de problemas, donde la inactividad nos transforma, seguir en esa batalla diaria no es nada simple, no se trata de lanzar palabras al aire porque así las aprendimos, se trata de poder sentir todo lo que se hace o se dice. Quizá soy un tipo complicado, pero la verdad es que me gusta mi carácter complejo. Parece que muchas palabras fueran prohibidas en nuestro mundo diario, aunque en realidad no es así como funcionan, recuerdo que de pequeño la palabra virginidad era muy sonada, era como dije antes un gran sello que las personas llevan en la frente, lo curioso es que un hombre virgen daba mucho que hablar, se trataba de un tipo inexperto, un sujeto incapaz de lograr en buena medida un orgasmo con su pareja , se trataba de un ser extraviado, lo ideal era que pudiera contar con experiencia, entre más experiencia mucho mejor, en la mujer ese era otro cantar, si la mujer no era virgen todo iba mal, pues era como el valor más preciado para el matrimonio, recuerdo muy bien que se seguían practicas extrañas, antes de la boda cuando la mujer era pedida formalmente, un grupo de mujeres, familiares del novio se juntaban para revisar a la futura esposa y con ciertas técnicas que aún no logro descifrar del todo, procedían a revisar si la mujer era aún virgen, mi duda viene en el sentido de que si eran palpadas y estas sangraban, de alguna forma estaban perdiendo la virginidad, de ser así a que vendría tanto alborto de llegar de alguna forma pura hasta el matrimonio, por supuesto que existe la otra teoría, de que una vez consumado el matrimonio, la mujer sangraba y dejaba manchada sus sabanas, es entonces cuando las mujeres se encargaban de averiguar si la recién desposada era virgen o no, de ser virgen la exhibían ante los invitados a la boda entre una especie de baño de pétalos de flores de tulipán. El caso es que si la mujer no resultaba virgen el hombre dañado en su honra tenía la opción de renunciar al matrimonio. Todo eso me parecía el juego más estupido y denigrante.

Todas estas situaciones que parecieran que pueden atrapar a un a sociedad completa, cambia sin duda alguna el rumbo de nuestras vidas, no importa si cada uno se aferra a los dictados de la familia o se siguen ciertos comportamientos porque así lo indica el buen vivir o las reglas sociales de comunidades enfermizas donde se degradan los valores personales de la mujer o de los hombres, donde de nada sirve una ideología sino se cumple con los caprichos de esa sociedad enferma, esas cosas que cambian el rumbo de los que nunca estamos conformes con lo que nos cuentan o impone. En mi caso voluntades ajenas terminaron por hacerme virar mi rumbo, me ayudaron alejarme de lo que pudiera ser una vida condicionada a las formas de vida sin sentido, otra situación fundamental en ese viraje es que mi madre de alguna forma siempre me regalo la libertad de haberme atrapado con todas esas costumbres, creo que podría hablar de una vida de fracasos, pero algo es seguro nadie estaría leyendo estas líneas, por una simple razón nada de esto existiría.

Mi pequeño tesoro

jueves, 6 de septiembre de 2007

Otra noche más


Otra noche. Mucho ruido, mucha agua, amenazas de partidas, tantas cosas, es tiempo de pensar en el siguiente paso, en los pasos siguientes, en las otras orillas, es tiempo de andar, de ponerse en marcha, de recuperar los ruidos que no sean mentirosos. Una de mis amigas tiene enfermo a su primo, al parecer es algo muy serio, algo complicado, entiendo que es de gravedad, me preocupa todo este andar, y el sentido que le ponemos a las cosas, el preocuparnos por cosas sin sentido, preocuparnos por las cuestiones del dinero o por si nos vestimos a la moda o quizá por aquellos cosas llenas de vanidad, donde nos debatimos por escribir tantas cosas, como si eso fuera lo único importante en la vida, como si la idea de generar personajes o ciudades lo fuera todo, nunca nos da por pensar que quizá en el momento menos pensado nos llegue la muerte, pero que nos llegue la muerte así, sin hacer mucho ruido no es nada complejo, sin embargo cuando llega con más complicaciones las cosas son complejas, eso es lo que supongo. No puedo hacer otra cosa que suponer. Lo que si quiero hacer es dejar de llevarme por las cosas sin sentido, estas cosas que no llevan a nada. Vanidad, que tonto soy. Espero que el primo de mi amiga mar y fer se recupere muy pronto.
Un día de estos haré una pausa, quizá sea tiempo de llenarse de silencios. Me decía hace unos días otra persona que sino acostumbro a salir, que si siempre me la paso en la computadora, que extraño suele ser el comentario, por dos cuestiones, la primera es que para poderme decir eso, esta persona debe estar conectada siempre, lo cual creo que pasa, entonces la pregunta va para ambos en el sentido de descubrir quien es más esclavo de las horas hombre-maquina. La segunda situación, es que paso muchas horas pegado a esta máquina, de alguna forma es mi manera de no dejar de escribir, casi todo el tiempo estoy jugando con la idea de una letras que pretenden gestar, que pretenden tener cierto pulso. La obra, un poco de esto que parece que se va quedando en este día a día. Es cierto que extraño a muchos amigos, que me gusta salir a caminar, también es cierto que muchas veces prendo la computadora y me salgo a caminar, olvidando que alguien me puede saludar, que sino contesto pueden mal entender e incluso pueden decirme que ya no me volverán a saludare, así que me da por abrazarme a una serie de tonterías; sobre todo me gusta este intento del diario, que pueda permitirme cierta disciplina, en eso estoy trabajando, porque sino lo hago, seré un caso perdido, no un gran caso, solo un pequeño caso perdido. Debo reconocer que la disciplina es un vicio muy complicado, no llevo más de 35 o 40 días trabajando con ello, pero me va costando más de lo que uno pueda pensar, pero bueno todo lo bueno cuesta, y la idea es poder llegar a la otra orilla. Escribir, no dejar las cosas en un intento más, sino en una idea realizada a diario. Si pusiera una cuota de palabras en todo lo que hago, quizá esta idea no solo me resultaría complicada de cumplir, sino que llegaría el instante en que la imposibilidad poblaría cada intento. Así que escribo no para que la vida se me escape, no para que otros piensen que todo lo que hago es parte de mi realidad, no porque describa mis ideas acerca de lanzar una botella al mar con un mensaje, ya soy un naufrago, quiero decir que no todo lo que se escribe tiene que ver por necesidad con uno, luego otras veces, algunas pocas veces, esas cosas tienen ese carácter personal de quien le describe. Otras veces este es el gran juego, es la libertad misma de todo lo que se puede crear. Escritor o no para el futuro de mis días, lo que tengo seguro es que no me voy a mudar con facilidad de este magia única que te permite el ir atrapando ideas, confieso que nada sale como parte de la inspiración, no en mi caso, pues se tiene que investigar, buscar el pulso, hurgar en la memoria para descubrir otras pistas que ayuden a crear, nada en mi caso surge como una chispa genial que te hace crear, como dije antes dudo que alguien tenga dicha capacidad, aunque es posible que todo pase. Ruidos, siempre ruidos, quizá debería pensar en un lugar donde el silencio nos haga reír, en verdad estoy totalmente extasiado de mis locas intromisiones por lugares que me son ajenos. Mientras todo esto va pasando, alguien debería contarme que pasa con los días de su diario andar, o contarme lo que es una vida si uno no logra lo que desea, en fin, creo que hoy ya he perdido la calma, quizá debería empezar a terminar con lo que hace años me llevo hasta este punto, por supuesto que hablo de mis miedos, quizá sea hora de ponerse a correr.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

La orilla de mi cama


Me encontraba a la orilla de mi cama, tirando todo lo que no me pudiera servir, cambiando de posición los muebles, pero es imposible dejar de pensar, luego con tantas cosas viejas que tienen ese sabor de mi vida, ese rumor de ti, ese intento por estar donde no se puede llegar a no ser por las letras. Así que pensé en tantas historias, como si pensar en ellas pudiera lograr entrar en los pensamientos de los personajes necesarios para poder escribir las historias o los encuentros que no se dan entre los personajes con el que escribe. Así que pensé en Alicia con su país de las maravillas o en la canción de las noches perdidas, pero quien me agrada es el lobo, el de caperucita, que importa que me digan que suelo ser infantil, a los 35 uno puede ser como se le venga en gana. Pensé que amar es una buena tarea. Pero amar tiene nombre de mujer, lo cual me hace pensar que no debería tener sexualidad, aunque si sensualidad. Trato de dejar de pensar, pero no me puedo deshacer de la idea de que no soy el hombre de su vida, luego sin contar que te recuerdo en todo lo que hago, la cosa se pone peor. Que importa lo que cada uno haga, todo lo que deseo es poderme concentrar, trabajar en lo que quiero. Algunos amigos se toman esto del arte, de las letras muy a fondo, pienso que han dejado de vivir, pienso que están actuando, quizá uno solo de ellos tenga un solo poema que valga la pena, pero cuando me dice que ojalá que en sus escritos encuentre lo que ando buscando, me hacen perder el interés por leerlos, ya nunca más les leo, lo primero que me gusta es ese reflejo de honestidad, respecto por las cosas que sed hacen, pero más importante que todo ello es sin duda la humildad, aunque parece que la humildad esta en peligro de extinción, por lo general mis amigos son humildes, aunque debo reconocer que durante años tolere a alguien con poca humildad, reconozco también que es al único que voy a soportar, todo aquel que no lo sea, no me importa como amigo, si de paso escribe, confieso que no me detendré a leer lo que hace, así fuera de lo mejor, en todo caso prefiero dormir. Pero regreso a la orilla de mi cama, al sitio donde ahora se va gestando esta reflexión, donde este mundo tiene más importancia cuando de pensar o soñar se trata. Algunas cosas me distraen, los argumentos de lo que venía trabando han quedado perdidos, es necesario volver a plantear, a buscar en el interior sobre que deseo trabajar, pero sobre todo es necesario empezar a investigar de nuevo, decidir en que deseo dejar que mi vida se interese, la idea del amor es muy buena e incluso algunas veces desgarradora, pero no es mi deseo trabajar en el amor, como tampoco seguiré con aquella idea de la ausencia, ese sentimiento para trabajarlo esta totalmente contaminado, pienso que es tiempo de dejar que algunas cosas pasen. Estar enamorado, perdidamente enamorado, tener gusto por las canciones en francés, soñar, despertar con una serie de ruidos, ese es mi mundo, lo que se del idioma en que me gustan las canciones es nada, pero acaso no se escuchan muy bien. Para cantar muchas veces me vuelvo loco con Facundo Cabral, Joaquín Sabina o Silvio Rodríguez, las canciones en inglés solo las escucho. Parece que hoy las historias están huérfanas de letras, por un segundo me he dejado llevar por mis enojos, por las extravagancias de pensamientos ajenos, quizá el problema es que no tolero, algunos comportamientos, quizá a los 35 es la edad en que nos volvemos iracundos.
Después de estar a la orilla de mi cama, después de tirar tantas cosas viejas, sigo pensando en el amor, en las aventuras de lobos, en cosas que quizá no tienen sentido. Esta mañana he pensado en la necesidad que tengo de escribir un poco acerca de esta ciudad, lo quiero hacer porque muchas de estas calles están convertidas en mis amantes. He pensado en una serie de personajes, sobre todo en esos personajes que causan un gran ruido para estos lugares, seres que consumen su vida entre la cocaína o la marihuana o una serie de vicios, gente que va en patinetas, amores inventados con mujeres que tienen ojos de lobos o cabellos azules e igual amabas cosas. La única verdad en todos estos días es que venía pasando por situaciones difíciles, todo ello dentro del mundo de los pensamientos, nada es parte de otra cosa, pero me deje atrapar por todo ello, quizá no fueron más de 72 horas, el caso es que atravesé por ello.
Ahora, a la orilla de mi cama, no tengo necesidad de buscar al lobo, o decirle a mi hermana que nunca esta que me perdone porque no se como ayudarle, porque un día las cosas no puedan ser como le prometí en algún instante, ahora mismo me dan ganas de decirle a mi sobrina de pocos años que no puedo estar mientras ella crece, porque tengo hambre del mundo, porque deseo comérmelo lentamente, a cucharadas pues. A mi otra hermana poco le puedo decir, quizá que tenga cuidad porque anda el lobo suelto. A mi padre poco le puedo decir o mejor dicho nada se le puede decir al ausente, al desconocido, solo que algún día se enterara de que existo, de que estoy en este mundo. A mi madre, le digo lo siento, que me perdone porque no seré capaz de cumplir tantas promesas hechas, que mis ganas de salir al mundo me van a consumir sino lo hago, que es ahora mi oportunidad, que sino lo hago nunca tendré ni la edad, ni el tiempo, como tampoco las ganas para hacerlo. A los amores, bueno allí poco puedo decir. Por favor todos miren, allí esta el lobo, viene con hambre.

martes, 4 de septiembre de 2007

Sin solución...

Los días en que no volverás, el pasado que no regresa, el mundo que allí se queda, las cosas artificiales, la coca cola sin azúcar, tus besos que no empachan, el mundo donde cada uno no entiende lo que cree y gracias a ello se pierde al fe, quizá se pierde porque uno no puede ser tan civilizado. “Más valen finales rápidos que amistades largas y mal intencionadas”. Todo lo que quiero es que me comprendas, mientras te vas lejos de mi lado, mientras tengo que ser feliz porque nunca más volverás, pero soy tu amigo. Me tengo que callar tantas cosas, todo porque me tengo que quedar. Mientras otros amigos me dicen que les causo una gran decepción porque entre juegos, he insinuado mi hambre, mi desesperación por un amor, que extraño, que complejo, pero a quien amo se marcha, no puedo entender, no quiero comprender, así quedo en silencio e incluso me dicen que no soy paciente, que por sus arrebatos los pierde todo, que importa si para mí no dejo de ser, lo que desde hace muchos años, me gusta, que importa si triunfa mi soledad. No se a quien diablos le escribo, pero lo único cierto de todo esto, es que soy un humano, tan lleno de errores, tan lleno de momentos duros, donde un poco de juego no me viene nada mal, soy alguien que se debate en los versos porque nada sale como quiero, que no intenta armar poemas porque su metáfora es tan mala, pero que intenta casi a diario atrapar un poco de esperanzas, que cuando alguien le dice que le ha lastimado, no comprende porque, no entiende que se pueda creer que es posible viajar tantos kilómetros en busca de un orgasmo, un solo orgasmo que ante la vida es prácticamente nada, se imaginan atesorando un orgasmo, eso es como atesorar la pronta presencia de la muerte porque nada se tiene por hacer. De nada sirve todo esto. En el fondo no es otra cosa que una reflexión una platica casi muda, un mundo donde se puede navegar en la luna, donde nos podemos desgarrar sin llegar a instantes de dolor, o no de un dolor ocasionado por nuestras constantes luchas internas.

Quiero saber que es lo que en realidad estoy haciendo, hasta donde seré capaz de guardar silencio, hasta donde puedo soportar las tonterías que me invento, hasta donde me puede llevar este mundo con todos los encuentros, que nada te dicen. Debo ser considerado por algunos como un ogro, pero, la gran realidad es que continúo siendo humano.

Los días siguen a toda prisa, los meses se van, no se detienen, las estaciones del año, se van dejando de lado para recomenzar de nuevo su ciclo, mientras me detengo un poco, analizando mis sueños, no soy capaz de entender que los sueños no se analizan, solo se realizan ya sea en el mundo de los que transpiran o lejos de el, pero se hacen. Creo que hoy estoy muerto.